domingo, 2 de agosto de 2015

El aeródromo de Corvera se convierte en pista de patinaje de 'skaters'


MURCIA.- El Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia (...) también tienen otros usos: en el más extraño silencio, si se tiene en cuenta donde se está, se oyen unas ruedas que trasmiten velocidad, golpes y alguna palabra como ollie o flip. Los skaters patinan sobre los diques, juegan con la arquitectura del aeropuerto; a veces se junta allí todo el grupo, con neveras para la comida y las tablas pueden pasar la tarde allí, publica hoy 'La Opinión'. 

Se gr­­aban y muestran sus habilidades sobre el monopatín; nadie les ve y sienten que vuelan. En Murcia tienen sitios donde practicar, «pero en el Ayuntamiento no preguntaron qué queríamos ni contaron con nosotros en algún momento», afirman.
Comparan las instalaciones adaptadas para los patinadores con las que hay en otras ciudades como Barcelona, aunque reconocen que «no es un momento para cosas superfluas como es el patín». «Pero con cedernos un sitio ya estaría bien, nosotros invertiríamos en él», asegura uno de los skaters al citado diario.
El joven añade que los skate park que edificaron no satisfacen «sus necesidades», ya que «los han hecho pensando en niños, lo que ha llevado a que en Murcia haya potencial de patinadores desaprovechado». Así, recurren al aeropuerto de Corvera, del que les atrae técnicamente las formas que tienen los canales, aunque parece que es lo único que tiene este edificio: curvas que en vez de ser utilizadas son patinadas.
También resaltan que patinar en un lugar como Corvera les recuerda a los inicios de este deporte, donde la calle era un sitio en el que rodar sobre la tabla. Los diques eran entonces habituales y parece que ahora se esta retomando la vieja escuela.
No obstante, ¿qué opina la ley al respecto? El artículo 121 del reglamento general de Circulación expone el siguiente argumento: «Los que utilicen monopatines, patines o aparatos similares no podrán circular por la calzada salvo que se trate de zonas, vías o partes de éstas que les estén especialmente destinadas. Y sólo podrán circular a paso de persona por las aceras o por las calles residenciales debidamente señalizadas con la señal regulada en el artículo 159, sin que en ningún otro caso se permita que sean arrastrados por otros vehículos

La tormenta de granizo arrasó 2.000 hectáreas de vid y olivo en el Altiplano

YECLA.- El gran tamaño de la piedra que cayó el pasado viernes no se olvidará en muchos años. Fue algo similar a la que se registró en la pedanía yeclana de Raspay en octubre de 2013, que dejó pérdidas importantes en viviendas y en la agricultura de la zona. La brutal tormenta de pedrisco se llevó por delante más de 2.000 hectáreas de cultivos, además de los daños en infraestructuras y en casas de campo, se revela hoy en 'La Verdad'.

La superficie de viñedos machacados por el pedrisco alcanzaría las 1.500 hectáreas, de las que unas 700 corresponderían al término yeclano y las 800 restantes a Jumilla, lo que se traduciría en más de dos millones de kilos de uva perdidos. En olivos son 350 hectáreas afectadas y en almendros otras 300, en ambos términos. También hay unas 60 hectáreas arrasadas de melones por el pedrisco y algunas parcelas de frutales, aunque son las menos. Este es el triste balance que ofrece el responsable de Coag-IR en el Altiplano, Pedro García, que vuelve a lamentar «estas inclemencias meteorológicas que tanto dañan a la agricultura y la pena de ver que todavía hay muchos agricultores que no tienen aseguradas sus cosechas, por lo que lo han perdido todo en un instante».
Se trata de una primera estimación de los daños, que aún se pueden ver incrementados en los próximos días. Una valoración realizada por los técnicos del sindicato agrario Coag, tras visitar una gran extensión de los parajes afectados en los términos municipales de Yecla y Jumilla y sobre la información que les llega de los agricultores perjudicados.
En viñedos hay zonas tan dañadas que ya no se tiene que pensar en la próxima vendimia, porque hay fincas totalmente arrasadas. De igual manera, algunos agricultores descartan recolectar aceitunas o almendras, porque sus cosechas se encuentran en el suelo.
Las piedra caídas eran similares a pelotas de golf, incluso del tamaño de mandarinas, por lo que el impacto con todo lo que se estrellaban fue tan brutal que rompieron techumbres de casas de campo y los cristales de numerosos vehículos. De nuevo, los caminos rurales se vieron también afectados por el arrastre de la gran cantidad de agua que descargó la tormenta y que aún se agravó mucho más por la nueva tromba de agua que se registró, poco después de las diez de la noche del pasado viernes. Entre las dos tormentas se llegaron a recoger 50 litros por metro cuadrado. El único beneficio importante será la recarga de los acuíferos.

El PSRM pide la revisión de la autorización y permisos de investigación de los proyectos de la técnica de 'fraking' en la Región

CARTAGENA.- El diputado regional del Grupo Parlamentario Socialista, Jesús Navarro, ha presentado una moción en la Asamblea Regional en la que pide la revisión de autorización y permisos de investigación de los proyectos ARIES I Y II, ESCORPIO, LEO Y ACUARIO, para la técnica de fracking. 

Navarro pide, asimismo, que se paralicen de forma cautelar los permisos de investigación de los mismos, así como de otros posibles proyectos de extracción de gas mediante esta agresiva técnica.
El diputado aludió que han sido muchas las voces de científicos, profesores, grupos y asociaciones que han alertado sobre los graves problemas que el uso del fracking como sistema extractivo puede plantear, sobre todo, en lo que respecta a contaminación de aguas superficiales y subterráneas, contaminación atmosférica, emisión de gases efecto invernadero (metano), enrarecimiento del aire, las posibles afecciones a la salud en el ser humano y en diversas especies animales, la alteración que puede producir en el paisaje y en el terreno, la corrupción de suelos y el probable riesgo sísmico producido por la fracturación subterránea de materiales geológicos.
Navarro agregó que Junto a los ayuntamientos de Calasparra, Bullas, Mula, Totana, Alhama y Jumilla, que ya lo aprobaron con anterioridad; también Yecla y Cieza aprobaron por unanimidad de todos los grupos políticos, al igual que los anteriores ayuntamientos, su oposición a la utilización de esta técnica y a los proyectos de estudio y a los permisos de investigación ya aprobados. El último municipio en sumarse ha sido Cehegín.
A la adscripción de estos ayuntamientos también se han sumado distintas instituciones y colectivos que a lo largo de este tiempo han mostrado su oposición al "fracking", destacando organizaciones tan importantes como las tres denominaciones de origen de la Región, Bullas, Jumilla y Yecla.

'Ciudadanos' afirma que no se dejará presionar por plataformas, partidos políticos o cualquier otro colectivo sobre el soterramiento

MURCIA.- El concejal y portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Murcia, Mario Gómez, ha mostrado su deseo de que el AVE llegue a Murcia soterrado y cuanto antes "siempre que existan garantías de que las obras se desarrollan bajo el cumplimiento de la legislación vigente".

"No cuestionamos la llegada del AVE, sino que se garantice el soterramiento de las vías", subraya Gómez, que añade que Ciudadanos Murcia "no se ha dejado ni se dejará presionar por plataformas, partidos políticos o cualquier colectivo que no defienda el interés de los murcianos por encima de todo".
Además, ha declarado que durante la reunión que mantuvo en Madrid, junto al resto de portavoces de la oposición, "pudimos apreciar lo poco que Murcia y los murcianos importamos al Gobierno central, siendo los representantes de sus deseos".
Para Mario Gómez, quedó muy claro que "los políticos del PP nunca han defendido los intereses de los murcianos donde tienen que hacerlo", según han informado fuentes de la formación naranja en un comunicado.
Tal y como explica el edil, "insistimos en que queremos que el AVE llegue soterrado y no tenemos dudas de que se están emprendiendo las obras de forma legal, pero exigimos un documento que así lo acredite y que recoja también el cumplimiento con la ley medioambiental. Estamos seguros que este procedimiento no se dilataría demasiado en el tiempo al depender exclusivamente de la Administración".
Para concluir, ha explicado que solicitó un punto más en el documento presentado por la Sociedad Alta Velocidad, con el propósito de garantizar el soterramiento completo de la fase 1, la correspondiente a las vías y ejecución de El Carmen, "pero a pesar de que me confirmaron su aceptación, finalmente el documento firmado por la sociedad no incluye nuestra propuesta de mejora".

Hacienda inicia la elaboración de los presupuestos regionales de 2016

MURCIA.- La Consejería de Hacienda y Administración Pública inicia el proceso presupuestario, con la confección de las cuentas regionales para 2016, los primeros presupuestos del actual equipo de gobierno y de la nueva legislatura, "que serán reflejo del nuevo impulso político del Gobierno de la Región de Murcia", señaló el consejero de Hacienda y Administración Pública, Andrés Carrillo.

La elaboración de los presupuestos regionales, según indicó Andrés Carrillo, "es clave, porque en ellos se determina la acción de gobierno de todo un año y, por tanto, cómo se abordan los problemas y retos principales de los murcianos", según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Carrillo avanzó que "el objetivo de los presupuestos regionales para el próximo año son los ciudadanos, que estarán en el centro de las diferentes políticas, ya que se abordarán los asuntos esenciales que les afectan más directamente como el empleo, las infraestructuras, la educación, la sanidad y los temas sociales".
La decisión del Gobierno de la Nación de adelantar la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado, aprobados en el Consejo de Ministros el pasado viernes, permite al Ejecutivo autonómico anticiparse también en la elaboración de las cuentas regionales para el próximo ejercicio, "y nos da más tiempo para la elaboración y la concertación con la sociedad", matizó Carrillo.
Asimismo, el Ejecutivo pretende que el diálogo con las formaciones políticas y agentes sociales tenga su reflejo en las cuentas del próximo año.
De este modo, Carrillo recordó que "este presupuesto regional parte ya del apoyo del Gobierno de España con el incremento de los 254 millones de euros de financiación estatal que nos comunicó el Ministerio de Hacienda en el último Consejo de Políticas Fiscal y Financiera".
El consejero de Hacienda y Administración Pública explicó que "los presupuestos regionales están comprometidos con el principio de estabilidad de las cuentas públicas, en el que el Gobierno regional ha hecho un buen trabajo en la contención del gasto en los últimos años", y señaló que "el incremento de ingresos será ahora el protagonista en la reducción del déficit público".
El Boletín Oficial de la Región de Murcia publicó el pasado 30 de julio la Orden que recoge la normativa para la elaboración de los presupuestos generales de la Comunidad para 2016, en donde se especifican los criterios que se establecen en los ingresos, gastos públicos, fases, los plazos y la documentación a aportar.
Asimismo, la Orden marca, como fecha límite, el 30 de septiembre para la aprobación del techo de gasto por parte del Consejo de Gobierno, plazo de tiempo en el que se mantendrán reuniones de trabajo y se coordinará con las diferentes consejerías la distribución y asignación de las diversas partidas presupuestarias.

El tabú, la impolítica y el AVE / Alberto Aguirre de Cárcer *

Es comprensible la desconfianza ante el acuerdo sobre el soterramiento con Adif. No es una panacea ni una garantía absoluta, pero nadie pone sobre la mesa una alternativa factible que hoy sea mejor para el interés general.
Jean-François Revel, el pensador liberal que transitó desde la oposición al nazismo a la denuncia del marxismo soviético, decía que cuando la censura desaparece en las democracias perduran otras cortapisas a la libertad de expresión e información. «Los prejuicios, la parcialidad, los odios entre partidos políticos y las familias intelectuales alteran y adulteran los juicios e incluso las simples comprobaciones», afirmaba en su obra ‘El conocimiento inútil’. Para Revel, eliminada la censura, la mayor mordaza en democracia es el tabú.
España ya no es ese país donde el periodista Manuel Chaves Nogales, por denunciar los totalitarismos de todo signo hace 80 años, decía que «era perfectamente fusilable por ambos bandos». Pero por nuestro secular frentismo de trincheras, sigue existiendo hostilidad a quienes no muestran apego a ninguna bandería. Y aunque ya no padecemos la censura, persisten los tabúes. Uno de ellos es apuntar que la parte más débil en un conflicto, teniendo gran parte de razón, no la tiene por completo, por ejemplo en la polémica por el soterramiento del AVE en Murcia. De hacerlo, como decía Revel, uno debería de inmediato señalar todos los errores garrafales de la parte más fuerte, pero ya lo he hecho tantas veces en este caso que hoy se lo ahorro al lector. La Plataforma Pro Soterramiento, reitero, es el único actor en este tema que siempre ha mantenido la misma posición. Está totalmente en lo cierto cuando afirma que, con el proyecto constructivo pactado con Adif, los trenes entrarán en superficie a El Carmen durante más de un año, y puede que dos o tres, hasta que se soterre la estación, ya que esa parte no comenzará hasta que esté redactado el proyecto a finales de 2016.
La Plataforma exige cumplir lo pactado en el Convenio de 2006, aunque no incide por igual en la globalidad de ese acuerdo, que no incluía plazos de ejecución. De la financiación del proyecto, que ha sido la clave de su incumplimiento junto a la ineficacia de los políticos de Murcia y Madrid, hoy nadie habla, incluidos todos los grupos municipales. El soterramiento estaba presupuestado en 195 millones de euros, de los cuales 84 millones los aportaría la Sociedad Murcia Alta Velocidad con las plusvalías de la operación urbanística asociada. El resto, 110 millones, serían sufragados por Fomento (66%), la Comunidad (26%) y el Ayuntamiento (6%). El coste del nuevo proyecto no se sabrá hasta que esté terminado su estudio, pero se calcula en 450 millones, más del doble de lo previsto. De las plusvalías no se ha obtenido un euro, de forma que todo el dinero saldrá directamente de los presupuestos de las tres administraciones públicas. Eso significa que el coste per cápita para los habitantes de Caravaca, Águilas o San Javier del soterramiento en Murcia será muy superior y en un contexto económico mucho menos favorable que en 2006.
Dicho eso, el soterramiento integral de las vías es tan necesario como urgente. Debía estar hecho hace mucho tiempo. Primero, por los vecinos que tienen su vida partida por los trenes. También por todos los ciudadanos de Murcia, que se merecen infraestructuras ferroviarias dignas y una conexión por AVE como otras decenas de capitales de provincias. Si el coste ahora es superior para el conjunto de ciudadanos, hágase desde luego, pero con maximalismos hoy corre más riesgo el soterramiento que el AVE. Y necesitamos avanzar en ambas cosas. Ya no es posible disponer del soterramiento antes de la llegada del tren. Dejarlo en Beniel, a más de media hora por carretera secundaria del centro, hasta que esté toda la obra o soterrada la estación, ni es realista ni justo para quienes, pagando parte del proyecto, viviendo en Cieza o Lorca, tendrían muy complicado su acceso al AVE y al propio centro de Murcia por vía ferroviaria. El acuerdo entre Comunidad, Ayuntamiento y Fomento no es una panacea ni una garantía absoluta, pero sobre la mesa nadie pone una alternativa factible que hoy sea mejor para el interés general.
Es comprensible la desconfianza de la Plataforma. Hasta 2017 verá soterrado solo el paso de Santiago el Mayor y llegar trenes en superficie un año o dos más. Qué ciudadano de la Región no va a recelar de un Gobierno de Madrid en materia de infraestructuras ferroviarias (Camarillas, ni una sola vía electrificada…). La desconfianza es una virtud cívica, pero tiene sus límites razonables. Lo explica bien el historiador Pierre Rosanvallon en su obra ‘Contrademocracia. La política en la era de la desconfianza’ (2007). Representante de la nueva izquierda francesa, moderna y liberal, Rosanvallon escruta el positivo papel de las organizaciones sociales que vigilan, analizan, critican e interpelan a los poderes públicos en nuestras democracias. El objetivo de este poder indirecto diseminado por el cuerpo social «es velar por que el poder sea fiel a sus compromisos y eso permita mantener la exigencia inicial de un servicio al bien común». La contrademocracia no sería, por tanto, lo contrario a la democracia, sino su contrafuerte. El problema es que es muy frágil la frontera con su peor peligro, el populismo, que conduce a la «impolítica, donde la preocupación activa y positiva de vigilar la acción de los poderes se transforma en una estigmatización compulsiva y permanente de los gobernantes hasta convertirlos en una suerte de potencia enemiga». Frente a la política, entendida como el arte de lo posible, la impolítica nunca conduce a la construcción de un proyecto positivo ni al bien común. Los movimientos sociales que han dado el salto a las instituciones, para hacer política, deberían reflexionar. También los nuevos partidos que aún andan cortos de sentido institucional.
Finalmente, este viernes, toda la oposición expresó en el Pleno municipal su rechazo al acuerdo con Adif e instó a iniciar la paralización del primer tramo, cuya legalidad está puesta en entredicho por el fiscal y por los servicios jurídicos de la Corporación, en un informe preliminar, por falta de declaración de impacto ambiental. El criterio de Adif difiere y probablemente el asunto terminará en contencioso administrativo. Y así acaba otra semana política murciana. De nuevo con incertidumbre sobre el AVE y el soterramiento.


(*) Director de 'La Verdad'

Las vacaciones presidenciales / José Oneto *

Este fin de semana el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, ha iniciado sus vacaciones y se ha instalado en el Coto de Doñana, entre las provincias de Cádiz y Huelva, desde donde, tras pasar por Mallorca para despachar con el Jefe del Estado, irá a una casa rural de Ribadumia, municipio de Pontevedra en la que permanecerá hasta el Consejo de Ministros que se celebrara en Madrid el 28 de Agosto. 
En el Palacio de Domina está todo preparado para la reacción oficial que se producirá tras la convocatoria de las elecciones autonómicas catalanas, en el caso de que el decreto de convocatoria contenga algún elemento que obligue a la intervención del Tribunal Constitucional, que también está alertado desde hace días, para el caso de que se insista en que se convocan unas “elecciones plebiscitarias”.
Antes de su marcha a Doñana, el Presidente del Gobierno ha dado una conferencia de prensa con la que ha querido cerrar el curso político, conferencia de prensa que probablemente, según la oposición, será la última como Presidente del Gobierno. En ella, Rajoy que se ha desenvuelto con habilidad para evitar las preguntas más comprometidas relacionadas con la corrupción (“el pasado, pasado está” ha dicho) ha aprovechado para presentar las líneas generales de los Presupuestos Generales del Estado para 2016, unos Presupuestos que ha querido dejar atados y bien atados, ante las elecciones generales del mes de diciembre y que, en todo caso, tendrá que reformar el gobierno que salga elegido, en el caso de que no sea el de Mariano Rajoy.
Los Presupuestos que comenzarán a debatirse en el Parlamento a partir del día 4 de este mes, tienen un notable carácter social, en tanto, por primera vez, desde la congelación salarial del Gobierno Zapatero, los funcionarios se verán beneficiados de una subida del 1%, y los pensionistas, un escaso 0,25%, al tiempo que el 53% del gasto, será dedicado a “gasto social”, entendiendo como tal, las prestaciones por desempleo, ayudas familiares, dependencia, pensiones… una cifra que comparada con los presupuestos últimos baja un 1%, y un 5% respecto a 2011, si se creen las cifras que da el PSOE.
De todas formas, la comparecencia presidencial giró, sobre todo, en torno a los datos de esa recuperación económica que responde a una realidad, según vienen a confirmar todos los datos proporcionados por Institutos, agencias de calificación, servicios de estudios y todo tipo de organismos internacionales. El Presidente calculó que se producirá el mayor crecimiento de los países de la eurozona y de los de la OCDE, con una tasa del 3,3 por ciento, que anunciarían, según él, el final de la crisis y el comienzo de un largo periodo de prosperidad para el país. Salvo que (y ahí vino el nuevo mensaje electoral) tras las elecciones generales, se vuelvan a repetir los pactos de izquierda que se hicieron tras las elecciones autonómicas y municipales del pasado 24 de mayo. En ese caso de inestabilidad política, según Rajoy, la recuperación correrá peligro
Para evitar preguntas incómodas, que de todas formas tendría que contestar, el señor Presidente del Gobierno ocultó en esa conferencia de prensa de fin de curso, con la ayuda de la portavoz del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría que el Consejo de Ministros acababa de nombrar embajador de España ante la OCDE, al exministro José Ignacio Wert, que dejó su cargo antes de finalizar la legislatura, para contraer matrimonio con la secretaria de Estado de su Ministerio, Montserrat Gomendio, recién nombrada… directora general adjunta en… la OCDE. Todo un desatino que muchos ministros creían haber parado y que, aprovechando el inicio de las vacaciones, y con disimulo, se ha impuesto en un acto que va en contra de ese sentido común, tan pregonado y defendido por el Presidente del Gobierno.


(*) Periodista 


Observaciones parlamentarias sobre política y tiempo de espera / Andrés Pedreño *

En la inusitada actividad parlamentaria desplegada por el partido gobernante en la Regiónde Murcia, esto es, el Partido Popular, una cuestión me ha llamado poderosamente la atención, seguramente por mi condición de neófito en esto de ser diputado regional. Me refiero a la cantidad de planes, reglamentos o similares que llevan esperando mucho tiempo.
El caso del Reglamento de Desarrollo de la renta básica es uno de ellos. Pero he ido descubriendo muchos más. Por ejemplo, en una de las últimas mociones presentadas por el Partido Popular, y que apoyamos por unanimidad el resto de grupos parlamentarios (C's, PSOE y Podemos), se proponía instar al Gobierno regional a que se desarrollara un plan integral sobre enfermedades raras o poco frecuentes. En la exposición de motivos de la moción se podía leer que el grupo parlamentario popular considera que «es el momento» de desarrollar este plan. Entrecomillo esa frase porque me gustaría señalar la particular relación con el tiempo que el Partido Popular demuestra en esta y otras cuestiones.
Desde que el ministerio de Sanidad anunció la puesta en marcha de la estrategia de enfermedades raras en el Sistema Nacional de Salud han pasado nada menos que siete años desde ese 23 de enero de 2008. Suele decirse que nunca es tarde si la dicha es buena, pero a veces la tardanza en la espera de una política tan justa y necesaria como es ésta es en sí mismo un hecho injusto. Han pasado siete largos años, en los cuales las asociaciones han denunciado en reiteradas ocasiones, inclusive en la propia Asamblea Regional, la escasez de medios para atender en condiciones a personas con este tipo de enfermedades.
Solamente los que tienen poder disponen de la posibilidad de hacer esperar a los demás, esto es, a los que no tienen poder. Disponer del tiempo de los demás es uno más de los privilegios que los poderosos tienen respecto a la ciudadanía. El privilegio de hacer esperar a los demás es un privilegio de casta. Y tiene su contraparte en que hay quienes se quedan esperando y con frecuencia esperan algo que les es muy urgente: sea una renta básica, sea una política para atender a un familiar con una enfermedad de las denominadas raras o poco frecuentes.
Allí donde unos tienen el privilegio de hacer esperar a los demás, los que esperan tienen, por el contrario, la urgencia de políticas que les protejan de las incertidumbres y vulnerabilidades propias de los que no tienen privilegios. Contra el privilegio de hacer esperar, a lo largo de la historia la gente se ha ido uniendo para afrontar las urgencias del presente y los desafíos del futuro. Gracias a ello se han diseñado sociedades sanas y buenas en las que una y otra vez la gente ha tejido vínculos de solidaridad para protegerse de la incertidumbre y de la arbitrariedad de los poderosos empeñados en hacer esperar a la mayoría social. Construimos vínculos porque nos necesitamos los unos a los otros para protegernos de las incertidumbres y vulnerabilidades del día a día. Por ello inventamos el Estado social. Porque solamente desde los servicios públicos se puede garantizar la atención a esa ´deuda sagrada´ que los individuos contraen los unos con los otros por el hecho de vivir en sociedad.
Me gustaría recomendarles para este verano que vieran, si no la han visto ya, una serie de televisión del canal HBO: Breaking Bad se llama. El protagonista contrae una enfermedad terminal que requiere un costoso tratamiento médico. Como en EE UU no existe un sistema universal de salud, los costes del tratamiento corren por cuenta del paciente. Pero este paciente tiene una urgencia, pues el tiempo corre en su contra, no puede esperar. La serie relata cómo el protagonista opta por financiarse el tratamiento recurriendo a actividades delictivas relacionadas con la producción y distribución de sustancias químicas ilegales, es decir, drogas. Capítulo tras capítulo vemos la transformación del personaje y cómo el mal, la maldad, se va apoderando de quien hasta ese momento era un tranquilo profesor de química en un instituto de Alburquerque.
La moraleja de la serie es clara: allí donde una sociedad no protege a sus individuos más vulnerables y donde no rige el principio de universalidad de la sanidad y en su lugar impera la lógica del beneficio privado, el mal o la maldad terminará laminando los vínculos de solidaridad. Es una serie interesante, véanla; permite comprender por qué efectivamente las políticas de recortes y de privatización de servicios públicos son un auténtico austericidio. Las urgencias de la vida son atendidas por los servicios públicos y no pueden esperar. La Federación de Enfermedades Raras (FEDER) ha venido todos estos años de espera y de recortes denunciando los efectos negativos que para las familias con enfermedades poco frecuentes tienen las políticas de desmantelamiento de la sanidad pública o el copago hospitalario o farmacéutico.
Hacer esperar a los demás es un privilegio que la gente con situaciones de emergencia no puede permitirse. Tampoco la ciudadanía está dispuesta a seguir soportando políticas que hacen esperar a unos (los más desprotegidos) mientras que se atiende rápidamente las peticiones de otros (banqueros y otros grupos dominantes). Ha llegado la hora de acabar con el monopolio del tiempo de espera en manos de una minoría privilegiada. La gente tiene prisa porque las necesidades del presente son acuciantes y no pueden seguir esperando más.

(*) Diputado regional de 'Podemos'

El mítico Franco / Ramón Cotarelo *


Julián Casanova (Comp.) (2015) 40 años con Franco. Barcelona: Crítica. 403 págs.
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Hace aproximadamente un mes, Palinuro dio cuenta de una exposición sobre el franquismo que, comisariada por Julián Casanova, podía visitarse en Zaragoza. En la exposición cabía adquirir también el libro ahora en comentario, lo que quizá sea un catálogo bien original. Compilado por el comisario, en él colabora un grupo de especialistas en diversos campos del saber para dar una visión cruzada del franquismo. Paso a comentar las aportaciones:

Abre un ensayo de Paul Preston titulado Franco: mitos, mentiras y manipulaciones. Cuando se ha escrito lo que muchos consideran la biografía canónica del personaje, puede resultar difícil condensar tanto saber en unas cuarenta de páginas. Sobre todo si, como da la impresión, están escritas un poco a vuelapluma y con cierto descuido. La intención del trabajo es clara: trazar un cuadro, a modo de resumen, del conjunto de la persona de Franco y su obra. Desde la insistencia en la ignorancia científica (especiamente en economía) y las credulidad del caudillo, hasta el altísimo concepto que tenía de sí mismo como enviado providencial, el ensayo traza los episodios más conocidos de su vida: la autarquía; el sistema educativo como "una especie de lavado de cerebro nacional" (p. 21); el control férreo de la prensa; los ditirambos imperiales de los intelectuales del régimen; la corrupción de este, que fue una de sus garantías de pervivencia; el desembarco de los tecnócratas del Opus en el plan de estabilización; la transición y el "exorbitante precio que España pagó por los 'triunfos' de Franco" (p. 49). Es una visión de conjunto muy crítica, si bien da la impresión de estar matizada por una especie de leve síndrome de Estocolmo. Tantos años conviviendo con el objeto de estudio hacen que Preston atribuya a Franco algunas habilidades y cualidades que no suelen reconocérsele y, en prrincipio, con razón.

Julián Casanova, La dictadura que salió de la guerra. Fue de hecho una dictadura de la "victoria". Lo fue hasta el final, y todavía hoy el arco del triunfo que se yergue en La Moncloa se llama oficialente "Arco de la victoria". La iglesia se encargó de fabricar el mito de la cruzada, Franco enviado providencial que salvó a España en una leyenda que se cultiva en el NO-DO (p. 58). Esa exaltación contrastaba con la represión que se vivió en el día a día. Entre fines de 1939 y comienzos de 1940 había 270.719 presos de los que 23.232 eran mujeres (p. 63). Toda la vida del país estuvo marcada por la "causa general", una monstruosidad jurídica que sirvió para alimentar el clima de odio, venganzas y rencor que se había impuesto (p. 66). Un Estado policial fascistizado en el que se había organizado la División azul, con el pleno dominio de la Iglesia. Esta forma parte de la triada que, con el ejército y la Falange, constituyó la base del régimen de Franco (p. 75).

Ángel Viñas, Años de gloria, años de sombra, tiempos de crisis. Viñas, un reconocido especialista, dedica su trabajo a revelar los contenidos de la politica exterior de Franco en sus diversas etapas: la autarquía, el fracaso de las fantasías imperiales (p. 86) y el comienzo de la "estabilidad" para el que algunos apologetas acuñaron el término más suave de "dictadura desarrollista" (p. 88). El "contubernio de Múnich" de 1962 y, por supuesto, las relaciones más importantes y humillantes para España con los Estados Unidos, acostumbrados a tratar a los militares españoles como "cipayos" (p. 97), porque, en realidad, España no podía aportar nada de interés para los estadounidenses fuera de su posición geoestratégica, mientras que estaba muy necesitada del reconocimiento internacional que los yanquies proporcionaban. En Europa, la política exterior española de Franco solo tenía límites (p. 100)  y era la única posible. Las otras políticas de apertura al Este y similares era un puro Ersatz, en expresión que Viñas toma prestada a Fernando Morán (p. 101). En realidad, toda la hagiografía que presenta a Franco como caudillo sapientísimo que supo dirigir siempre la nave del Estado por las procelosas aguas internacionales era la consabida mitología franquista (p. 111).

Borja de Riquer, La crisis de la dictadura. El ensayo se concentra en los años de 1973 a 1974, parte del llamado "tardofranquismo", la época de Carrero Blanco y Arias Navarro. Menciona al comienzo algunos puntos de interés, como los nerviosos debates en Consejo Nacional del Movimiento entre 1971 y 1973, muy ilustrativos de la mentalidad de la clase franquista y poco aprovechados hasta el momento (p. 117). Da importancia a la Asamblea Conjunta de Obispos y Sacerdotes que, bajo la dirección del Cardenal Tarancón, aprobó por gran mayoría (217 votos a favor y 26 en contra) una declaración sobre la independencia entre la Iglesia y el Estado. Otra declaración que pedía perdón por el comportamiento de la Iglesia en la guerra civil no prosperó (p. 119), lo cual debe tomarse en cuenta a la hora de aceptar la tesis de la oposición democrática católica sobrevenida en el tardofranquismo. El resto del capítulo se mantiene en los limites de la interpretación mainstream de la época, con una referencia (hoy de amargo recuerdo para sus protagonistas) de cómo el PCE y el PSOE propugnaban por entonces el derecho de autodeterminación de las naciones "periféricas" (p. 139). Se añade un interesante colofón: a pesar de los esfuerzos de la dictadura por "educar"  a la población, fracasó en el intento. Los sondeos del tardofranquismo muestran una cultura política democrática (p. 147). De Riquer no indaga en qué razones explican esta disonancia cognitiva y no ha lugar aquí a preguntar por ellas. Pero sí parece evidente hoy día que la afirmación final del autor de que la agonía de Franco fue la de su régimen "que ya era considerado anacrónico por una mayoría pasiva, pero esperanzada, de españoles" (p. 148) es aguda, pero quizá puede matizarse a la vista del apoyo que tiene el partido neofranquista PP.

Carlos Gil Andrés, Los actores, es un trabajo poco frecuente en estos libros, pero muy conveniente: una serie de breves semblanzas de algunos protagonistas del franquismo, especialmente el tardío y la transición. Se lee con gusto y se obtienen enseñanzas de las biografías de Arias Navarro, Carrero Blanco, Carrillo, Fraga, López Rodó, Muñoz Grandes, Pla y Deniel (con su pastoral sobre las dos ciudades, no las de Dickens, sino la celestial y la terrenal, con la que daba apoyo a la doctrina de la sublevación fascista como una cruzada), Pilar Primo de Rivera, Dionisio Ridruejo y Serrano Suñer.

Mary Nash, Vencidas, represaliadas y resistentes: las mujeres bajo el orden patriarcal franquista,  aporta la imprescindible perspectiva de género en este asunto. La represión franquista se cebó con las mujeres, las rojas, porque rompían la falsa imagen que pretendía acuñar de la función de las mujeres. El adoctrinamiento (la mujer "femenina", sierva del marido, recluida en el hogar para garantizar la reproducción) corría a cargo de la Sección Femenina de la Falange (p. 196). Por supuesto, la represión de las rojas (tanto las que se suponía lo eran por sí mismas como las que pagaban por el mero hecho de ser parientes de rojos) mostraba la hipocresía de esta ideología franquista y nacionalcatólica sobre las mujeres. Todavía era más patente la contradicción en el terreno laboral: la doctrina franquista de la mujer en el hogar, concentrada en la maternidad que trataba de sacar a las mujeres del mercado laboral tropezaba con el hecho de que, con pocos hombres disponibles (muertos en la guerra, exiliados o presos), los empresarios contrataban mujeres que, además, tenían la ventaja de percibir salarios inferiores a los de los hombres y que no respetaban siquiera las normas franquistas de fomento del matrimonio y excedencia obligada de las mujeres (p. 214).

José-Carlos Mainer, Letras e ideas bajo (y contra) el franquismo es un documentado trabajo sobre la producción literaria y ensayística bajo el franquismo, desde los primeros tiempos de lealtad imperial de Escorial, pasando por la literatura del "tiempo de silencio" hasta las obras ya claramente opositoras a partir de los años sesenta. Pero no hay nada sustancialmente nuevo en relación con el resto de la obra de Mainer en este campo. Es interesante, con todo, la rápida mirada lanzada a la literatura y cultura populares las revistas gráficas (de donde surgiría Triunfo), los tebeos y, cómo no, los seriales radiofónicos, especialmente de Guillermo Sautuer Casaseca y Luisa Alberca, que están pidiendo a gritos un estudio semiológico (p. 244).

Agustín Sánchez Vidal, El cine español durante el franquismo tambien un ambicioso proyecto que queda algo desbordado por el alcance del tema. Desde el cine de la inmediata postguerra (y la Raza del caudillo) hasta las últimas películas de los años setenta, se pasa por muy diversas épocas, géneros  e intencionalidades nada fáciles de resumir. Cine aparentemente realista, abundante cine histórico ("de cartón piedra) (p. 282). Tratamiento especial de un cine crecientemente crítico, en concreto la obra de Berlanga (pp. 286 ss.), hasta el nuevo cine de los años sesenta (dentro del cual hay que contar el Franco, ese hombre, de José Luis Sáenz de Heredia, para festejar los "XXV años de paz")  y el destape. Lo que está claro es que la industria cinematográfica vencería los angostos límites de la organización institucional de la censura. Otra cosa sería la calidad de los productos.

Enrique Moradiellos, Franco y el franquismo en tinta sobre papel: narrativas sobre el régimen y su caudillo, es un trabajo en el que se encara el muy peculiar y a veces bizantino asunto de la naturaleza del franquismo. El autor lo aborda tras recordar que el conocimiento científico depende de las tipologías y las clasificaciones y por eso es imprescindible tipificar correctamente el fenómeno en cuestión. No seré yo quien niegue esta resplandeciente verdad, pero sí me permitiré cuestionar su pertinencia para una perspectiva histórica ya que la historia, como ciencia, es el reino indiscutible de lo único, incomparable, irrepetible. Las tipologías y clasificaciones son sin duda imprescindibles para las ciencias sociales, que son "idiográficas", según los neokantianos, pero tienen menos importancia para la más idiográfica de todas, precisamente, la historia. De hecho, el autor no tarda en dar vueltas a la ya bastante vista cuestión de la tipificación del franquismo como totalitarismo o régimen autoritario (Linz) (p. 329), tras pasar en volandas por las caracterizaciones bonapartistas. Es como el asunto del elefante descrito por diez ciegos: cada uno de ellos toma la parte que palpa por el elefante entero. Algo similar cabe decir de un régimen tan longevo, tan proteico, oportunista y pragmático, capaz de contradecirse en 24 horas si lo creía necesario: el franquismo fue bonapartista, totalitario, autoritario, nacionalcatólico, seudoimperial, corporativo, militarista, etc, según el momento y el fondo de la cuestión. Y lo mismo cabe decir del propio Francisco Franco en persona, del que se ocupa una serie de biografías de un lado y del otro y de las que Moradiellos da cumplida cuenta. Sin olvidar que el de la biografía es un género interminable.

Hay al final una especie de epílogo a cargo de Ignacio Martínez de Pisón bajo el título Cuarenta años sin Franco, un texto interesante, en estilo de autobiografía y recuerdo, inteligente y con acierto. Recojo una última exclamación del escrito especialmente significativa, aunque no me parezca cierta: "El fracaso de la socialdemocracia es también (¡ay!) el fracaso de mi generación..." (p. 360). Habría bastante que hablar sobre qué se entienda por "fracaso", de qué "socialdemocracia" se hable y en cuanto a si afecta a su generación, eso ya es asunto de ella misma, si se reconoce como tal.

En resumen, un buen libro y actual sobre el franquismo, con las virtudes y los defectos de las obras compiladas, estén o no escritos los trabajos a propósito para la obra. Lo que se busca es analizar el mito (o los mitos) del caudillo por la gracia de Dios. Ese término de mito quizá sea el que más suena en todas las investigaciones sobre Franco. Aparece aquí, está en el título del capítulo de Preston, lo emplean otros autores de esta obra. Y no es casual: ya estaba en una de las más famosas, la de Herbert Routledge Southworth, El mito de la cruzada de Franco y también en otra más reciente de Alberto Reig Tapia, Franco caudillo: mito y realidad. Todo en el franquismo es mito. No es este lugar para ahondar en el asunto pero habrá que hacerlo algún día, aunque solo sea para librar ese hermoso concepto de mito de cualquier afinidad con esa basura espiritual que fue el franquismo en todos sus aspectos, militar, jurídico, civil, eclesiástico. 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

Cien negritos / Pedro J. Ramírez *

Cien negritos se fueron a cenar; el Faraón Aznar renunció al poder, se asfixió bajo el manto de armiño de su gloria y quedaron noventa y nueve.
Noventa y nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde; Jaime Mayor se quedó dormido y entonces quedaron noventa y ocho.
Noventa y ocho negritos viajaron por el mundo; Rodrigo Rato decidió anidar en Washington y quedaron noventa y siete.
Noventa y siete negritos cortaron leña; Álvarez Cascos se partió en dos y quedaron noventa y seis.
Noventa y seis negritos jugaron con una colmena; una abeja le picó a Juanjo Lucas y quedaron noventa y cinco.
Noventa y cinco negritos estudiaron Diplomacia; Federico Trillo se hizo embajador y quedaron noventa y cuatro.
Noventa y cuatro negritos fueron al mar;  un arenque rojo se tragó a Manolo Pizarro y quedaron noventa y tres.
Noventa y tres negritos pasearon por el zoo; un gran oso atacó a Eduardo Zaplana y quedaron noventa y dos.
Noventa y dos negritos se sentaron al sol; Ángel Acebes se tostó demasiado y sólo quedaron noventa y uno.
Noventa y un negritos se conformaron con la versión oficial del 11M; Jaime Ignacio del Burgo se empeñó en buscar la verdad y sólo quedaron noventa.
Noventa negritos se asustaron ante ETA; María San Gil cerró filas con las víctimas, la llamaron loca y sólo quedaron ochenta y nueve.
Ochenta y nueve negritos se postraron ante el jefe; Gabriel Elorriaga escribió un artículo -“no es este, no es este”- y sólo quedaron ochenta y ocho.
Ochenta y ocho negritos aprendieron catalán en la intimidad; Josep Piqué se empeñó en practicarlo y sólo quedaron ochenta y siete.
Ochenta y siete negritos se acercaron a Valencia; Juan Costa ardió en una falla cual ninot y sólo quedaron ochenta y seis.
Ochenta y seis negritos dijeron que sí a todo; Gustavo de Arístegui rechazó el trágala, lo mandaron a la India y sólo quedaron ochenta y cinco.
Ochenta y cinco negritos se olvidaron de pensar; Fernando Maura se marchó a UPyD y sólo quedaron ochenta y cuatro.
Ochenta y cuatro negritos se zamparon un pastel; Paco Correa se dio un atracón de época y sólo quedaron ochenta y tres.
Ochenta y tres negritos trasladaron maletines; a Pablo Crespo le pillaron con el de Galicia y sólo quedaron ochenta y dos.
Ochenta y dos negritos viajaron por Europa; Gerardo Galeote abrió una cuenta en Luxemburgo y sólo quedaron ochenta y uno.
Ochenta y un negritos organizaron eventos deportivos; Alberto López Viejo batió demasiados records y sólo quedaron ochenta.
Ochenta negritos circularon por la carretera; Jesús Sepúlveda se subió a un Jaguar y sólo quedaron setenta y nueve.
Setenta y nueve negritos se lo llevaron crudo; Arturo González Panero rodó como una albóndiga y sólo quedaron setenta y ocho.
Setenta y ocho negritos jugaron al urbanismo; Benjamín Martín Vasco se embauló 300.000 del ala por Arganda y solo quedaron setenta y siete.
Setenta y siete negritos se fueron de compras; a Alfonso Bosch le sorprendieron gastando con identidad falsa y solo quedaron setenta y seis.
Setenta y seis negritos se enredaron en una correa; Jesús Merino se estranguló al intentar zafarse y sólo quedaron setenta y cinco.
Setenta y cinco negritos cobraron sobresueldos; Luis Bárcenas escondió el parné en Suiza, cuando se fue de la lengua lo metieron en el trullo y sólo quedaron setenta y cuatro.
Setenta y cuatro negritos pasaron por la caja B; Álvaro Lapuerta lo visó todo pero, tan mayor como estaba, tuvo un accidente raro y sólo quedaron setenta y tres.
Setenta y tres negritos merodearon cerca del tarro de mermelada; Ángel Sanchís se acercó demasiadas veces y sólo quedaron setenta y dos.
Setenta y dos negritos organizaron actos electorales; Álvaro Pérez, al ver al jefe tan cerca, tropezó con su bigote y sólo quedaron setenta y uno.
Setenta y un negritos fueron a la sastrería; Paco Camps se desentendió de las facturas y sólo quedaron setenta.
Setenta negritos financiaron ilegalmente al partido; a Vicente Rambla lo cogieron en el mercado de naranjas y sólo quedaron sesenta y nueve.
Sesenta y nueve negritos fueron imputados; Victor Campos firmó que era culpable y sólo quedaron sesenta y ocho.
Sesenta y ocho negritos disfrutaron de la huerta; Valcárcel se dio un hartón, se marchó a Estraburgo y sólo quedaron sesenta y siete.
Sesenta y siete negritos pasaron por la cocina; David Serra cayó despanzurrado dentro de la marmita y sólo quedaron sesenta y seis.
Sesenta y seis negritos recibieron al Papa; Pedro García firmó el contrato que convirtió las bendiciones en negocio y sólo quedaron sesenta y cinco.
Sesenta y cinco negritos aceptaron regalos de quien no debían; a Ricardo Costa le lucieron mucho en la muñeca y sólo quedaron sesenta y cuatro.
Sesenta y cuatro negritos ayudaron a que la familia que reza unida permaneciera unida; Juan Cotino se pasó de avemarías –y de testaferros- y sólo quedaron sesenta y tres.
Sesenta y tres negritos contribuyeron a las ONG; Rafael Blasco pensó que la caridad bien entendida empezaba por uno mismo y sólo quedaron sesenta y dos.
Sesenta y dos negritos firmaron contratos irregulares; Milagrosa Martínez se puso un pañuelo de Loewe y sólo quedaron sesenta y uno.
Sesenta y un negritos viajaron de gorrilla; Luis Díaz Alperi cogió una insolación en Creta y sólo quedaron sesenta.
Sesenta negritos se pusieron gafas negras; a Carlos Fabra le tocó demasiadas veces la lotería y sólo quedaron cincuenta y nueve.
Cincuenta y nueve negritos se embarcaron de vacaciones; José Joaquín Ripoll se subió al yate que no debía y sólo quedaron cincuenta y ocho.
Cincuenta y ocho negritos fueron fashion victims; la alcaldesita Sonia Castedo se divirtió en pijama con su protector y protegido y sólo quedaron cincuenta y siete.
Cincuenta y siete negritos pasaron de la política a las cajas; José Luis Olivas dio créditos raros, se emborrachó con ron cubano y sólo quedaron cincuenta y seis.
Cincuenta y seis negritos salieron a cazar; a Serafín Castellano se le disparó el rifle por la culata y sólo quedaron cincuenta y cinco.
Cincuenta y cinco negritos se enamoraron del dinero; Alfonso Rus contó los billetes con luz y sonido y sólo quedaron cincuenta y cuatro.
Cincuenta y cuatro negritos buscaron la trampa de la ley; Jaume Matas se saltó las reglas para contratar discursos, lo mandaron a prisión y sólo quedaron cincuenta y tres.
Cincuenta y tres negritos cometieron irregularidades urbanísticas;  a Eugenio Hidalgo, alcalde de Andratx, se le cayó encima su chalé y sólo quedaron cincuenta y dos.
Cincuenta y dos negritos cobraron comisiones; Antonia Ordinas las escondió en una lata de Cola Cao y cuando tuvo que desenterrarla ante la poli sólo quedaron cincuenta y uno.
Cincuenta y un negritos protegieron a los apandadores; al conseller Cardona le pillaron repartiéndose el botín, le metieron dieciséis años y sólo quedaron cincuenta.
Cincuenta negritos se fueron al prostíbulo; Rodrigo de Santos pagó con la tarjeta municipal y sólo quedaron cuarenta y nueve.
Cuarenta y nueve negritos apoquinaron al instituto Noos;  Pepote Ballester no regateó nada y sólo quedaron cuarenta y ocho.
Cuarenta y ocho negritos tomaron copas de más; Nacho Uriarte estrelló alegre su coche y sólo quedaron cuarenta y siete.
Cuarenta y siete negritos navegaron entre insidias; Daniel Sirera escribió “este partido es una mierda” y sólo quedaron cuarenta y seis.
Cuarenta y seis negritos se hicieron los simpáticos; Montse Nebrera se burló del habla andaluza y sólo quedaron cuarenta y cinco.
Cuarenta y cinco negritos asumieron graves riesgos; Regina Otaola dio la cara en Lizarza, se retiró decepcionada y sólo quedaron cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cuatro negritos pidieron debates y primarias;  a Alejo Vidal Quadras le pusieron puente de plata y sólo quedaron cuarenta y tres.
Cuarenta y tres negritos cosecharon fracasos electorales; Antonio Basagoiti asumió con ejemplaridad el suyo y sólo quedaron cuarenta y dos.
Cuarenta y dos negritos se sintieron traicionados; el heroico Ortega Lara se marchó sin siquiera merecer ser oído en la Moncloa y sólo quedaron cuarenta y uno.
Cuarenta y un negritos denunciaron las promesas incumplidas; Santi Abascal escribió una carta de despedida, fundó Vox y sólo quedaron cuarenta.
Cuarenta negritos fueron envejeciendo; una mañana se murió don Manuel el Fundador y sólo quedaron treinta y nueve.
Treinta y nueve negritos levitaron al ganar por mayoría absoluta; Javier Arenas se pasó de listo, desmovilizó a los suyos y sólo quedaron treinta y ocho.
Treinta y ocho negritos tiraron victoriosos por la calle de en medio; a Ana Mato le atropelló el Jaguar que se le escapó del armario y sólo quedaron treinta y siete.
Treinta y siete negritos aplicaron su programa; a Javier Fernández Lasquetty le atropelló la “marea blanca”, se marchó a Guatemala y sólo quedaron treinta y seis.
Treinta y seis negritos tuvieron mala suerte; a Mercedes de la Merced se la llevó la enfermedad y sólo quedaron treinta y cinco.
Treinta y cinco negritos se creyeron impunes; Miguel Blesa las hizo de todos los colores hasta llegar al black y sólo quedaron treinta y cuatro.
Treinta y cuatro negritos fueron excluidos de la primera fila del poder; González Pons se quedó compuesto y sin ministerio y sólo quedaron treinta y tres.
Treinta y tres negritos prefirieron irse a ganar dinero; Michavila se metió en un buen despacho y sólo quedaron treinta y dos.
Treinta y dos negritos hicieron lo que pudieron en sus cargos; Arias Cañete gestionó bien, patinó en la campaña europea y sólo quedaron treinta y uno.
Treinta y un negritos se indignaron por la amnesia del poder; Consuelo Ordóñez lo dijo alto y claro y sólo quedaron treinta.
Treinta negritos pasearon por la muralla; Santiago Cervera metió la mano en un agujero y sólo quedaron veintinueve.
Veintinueve negritos guardaron secretos inconfesables; a Cristobal Páez le dieron el mejor de los finiquitos y sólo quedaron veintiocho.
Veintiocho negritos sabían más de la cuenta; a José Manuel Molina lo mandaron a Kinshasa y sólo quedaron veintisiete.
Veintisiete negritos salieron a captar apoyos; a Ana Botella se le indigestó una“relaxing cup of coffee in the Plaza Mayor” y sólo quedaron veintiséis.
Veintiséis negritos compraron propiedades; Ignacio González recurrió a un testaferro para camuflar su ático y sólo quedaron veinticinco.
Veinticinco negritos se quedaron colgados de la brocha; Leopoldo González Echenique dimitió por un quítame allá esos 130 millones y sólo quedaron veinticuatro.
Veinticuatro negritos fueron azotados por la ira; a Isabel Carrasco la mataron a tiros y sólo quedaron veintitrés.
Veintitrés negritos recibieron tarjetas de crédito a juego con su alma; Ricardo Romero de Tejada hizo honor a su fama y sólo quedaron veintidós.
Veintidós negritos volvieron a las andadas; a Paco Granados, tanto fue el cántaro a la fuente, le metieron en el trullo y sólo quedaron veintiuno.
Veintiún negritos se hicieron diputados “para tocarse los huevos”; José Miguel Moreno lo reconoció mientras le grababan y sólo quedaron veinte.
Veinte negritos escribieron los versos más tristes esta noche; el gran vate Gallardón se negó a observar la rima y sólo quedaron diecinueve.
Diecinueve negritos buscaron la mayoría absoluta; a Esperanza Aguirre le hicieron la cama desde dentro y, como le faltó un escaño, sólo quedaron dieciocho.
Dieciocho negritos querían perpetuarse en sus poltronas; Rita Barberá tuvo un caloret y sólo quedaron diecisiete.
Diecisiete negritos limpiaron la cloaca;  Alberto Fabra sucumbió en el empeño tras la enésima zancadilla y sólo quedaron dieciséis.
Dieciséis negritos ardieron por amor; Monago, el buen bombero, apagó su fuego en Canarias gratis total y solo quedaron quince.
Quince negritos buscaron remedio en la farmacia; a José Ramón Bauzá le dieron cuchillo de palo y sólo quedaron catorce.
Catorce negritos quedaron encerrados en el ascensor; a León de la Riva se le apareció una Leire turgente y del soponcio solo quedaron trece.
Trece negritos subieron a la Giralda; Jose Ignacio Zoido perdió pie y solo quedaron doce.
Doce negritos se fueron de Carnaval; Teófila Martínez se dio de bruces con la charanga del Kichi y sólo quedaron once.
Once negritos visitaron a la Virgen del Pilar; Luisa Fernanda Rudi se enganchó en el manto y sólo quedaron diez.
Diez negritos se reunieron en una bodega; Pedro Sanz organizó su sucesión -sacrificando a su delfín- y sólo quedaron nueve.
Nueve negritos perdieron la sonrisa; la de Juan Ignacio Diego se la zampó Revilla y sólo quedaron ocho.
Ocho negritos intentaron borrar huellas en Génova; Maria Dolores de las Mentiras resbaló en una simulación de finiquito en diferido y sólo quedaron siete.
Siete negritos dieron la cara para que se la rompieran; a Carlos Floriano le explicaron que el problema de comunicación era él y sólo quedaron seis.
Seis negritos se cayeron al pozo demoscópico; a José Ignacio Wert, cansado de vivir ahí, le mandaron, con alevosía agosteña, de luna de miel a la OCDE y sólo quedaron cinco.
Cinco negritos se arrimaron a la Púnica; Salvador Victoria hizo lo que le mandó su jefe y cuando le pillaron sólo quedaron cuatro.
Cuatro negritos medio pasaban por ahí; Lucía Figar fue imputada por firmar un contrato y sólo quedaron tres.
Tres negritos pidieron otro liderazgo; a Cayetana Álvarez de Toledo, vox clamantis in deserto, le pusieron bola negra y sólo quedaron dos.
Dos negritos se reunieron en Moncloa; a Alicia Sánchez Camacho la convencieron de que bebiera la cicuta pues el desastre catalán era cosa suya y ya sólo quedó uno.
Un negrito se quedó más solo que la una; después de dejar tirados a todos sus amigos, deshacerse de todos sus rivales y desviar a los demás todas sus culpas; doce años después de ser ungido por el dedo errado de Aznar y cosechar dos derrotas; cuatro años después de recibir, dilapidar y traicionar un mandato rotundo de los españoles; dos años después de mentir como un bellaco al parlamento, Mariano Rajoy se ahorcó de su cuarta candidatura a la Moncloa y pronto, de aquel PP refundado en 1990 que aglutinó a todo el centro-derecha y tanto sirvió a la democracia, ya no quedará ninguno.

(*) Periodista