MADRID.- Las
pensiones contributivas subirán en 2025 en torno a un 2,8% con la
fórmula de revalorización recogida en la Ley de reforma de las pensiones
en la que se tiene en cuenta, como referencia para determinar la subida
de estas prestaciones, el IPC interanual promedio de doce meses (de
diciembre del año anterior a noviembre del ejercicio en vigor), ha
informado este jueves el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y
Migraciones.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este jueves
el dato adelantado del IPC de noviembre (2,4%), con lo que es posible
anticipar cuánto se revalorizarán las pensiones contributivas en 2025
haciendo la media de los doce meses anteriores, en este caso diciembre
2022-noviembre de 2023.
El cálculo obtenido es del 2,8%, con lo que las pensiones
contributivas y las de clases pasivas del Estado subirán el próximo año
en torno a dicho porcentaje. Este año, las pensiones contributivas se
revalorizaron un 3,8% porque la inflación media fue mayor, mientras que
en 2023 lo hicieron en un 8,5%.
En todo caso, el Ministerio recuerda que habrá que esperar a conocer
el dato definitivo del IPC de noviembre, que el INE publicará el próximo
13 de diciembre, para confirmar el porcentaje exacto de subida de las
pensiones de 2025, aunque los datos definitivos de IPC apenas suelen
variar, si acaso alguna décima.
La revalorización supondrá, aproximadamente, 600 euros adicionales al
año para las personas con una pensión media de jubilación, mientras que
las pensiones medias del sistema aumentarán en torno a 500 euros
anuales.
Este incremento beneficiará a los cerca de 9,3 millones de personas
que reciben 10,3 millones de pensiones contributivas, además de las
720.148 pensiones correspondientes al Régimen de Clases Pasivas del
Estado, que también se revalorizarán en torno a un 2,8%.
Un pensionista que perciba una pensión de 1.441 al mes (coincidente
con la pensión media de 2024 de jubilación) pasará a recibir en 2025 una
pensión de 1.481,35 euros mensuales, lo que supone un incremento anual
de 564,87 euros.
Desde la entrada en vigor de la Ley 20/2021, fruto del acuerdo entre
el Gobierno y los agentes sociales, las pensiones se actualizan cada año
conforme a la subida de los precios para garantizar su poder
adquisitivo, en línea con las recomendaciones del Pacto de Toledo.
La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ha destacado que esta
medida "es una garantía de tranquilidad para los 10 millones de personas
pensionistas".
"La subida de su pensión es justicia social. Para mí, justicia social
es que su cesta de la compra y su vida pueda seguir siendo la misma,
sin renunciar a nada", ha resaltado la ministra.
Saiz ha subrayado que la revalorización anual de las pensiones es un
compromiso del Gobierno de España. "Seguiremos trabajando para que el
sistema, ejemplo entre las grandes economías de nuestro entorno, sea
cada vez más fuerte, justo y sostenible", ha añadido.
En virtud de la reforma de pensiones que llevó a cabo José Luis
Escrivá cuando era ministro de Seguridad Social, en 2024 entró en vigor
la revalorización anual de las bases máximas y del complemento de la
brecha de género en función del IPC. En el caso de las bases máximas, al
IPC se le suma un cuantía fija de 1,2 puntos cada año del periodo
2024-2050.
Esto supone que, para el año próximo, la base máxima de cotización
subirá en torno a un 4% (el 2,8% del IPC promedio más un 1,2%
adicional), lo que la situaría en unos 4.909 euros mensuales.
Al tiempo que aumenta la base máxima de cotización, la pensión máxima
se incrementará en 2025 con el IPC más un 0,115% adicional, según
determinó la reforma de pensiones. De este modo, con la revalorización
del 2,8% del IPC más ese porcentaje adicional, la pensión máxima se
situará en 2025 en 3.267,5 euros mensuales por catorce pagas, frente a
los 3.075,04 euros de este año.
En virtud de la reforma de pensiones, el destope de la pensión máxima
inicial comenzará a aplicarse en 2025 y consistirá en revalorizar la
pensión máxima con el IPC más un incremento adicional de 0,115 puntos
porcentuales cada año hasta 2050, lo que supondrá un incremento
aproximado del 3% en ese periodo.
Asimismo, la reforma de pensiones determina que el complemento de la
brecha de género (33,2 euros en el ejercicio actual) subirá un 10%
adicional al IPC en el bienio 2024-2025, que se distribuirá entre ambos
ejercicios al 5%.
De este modo, para 2025, el complemento de la brecha de género subirá
en torno a un 7,8% (el IPC promedio más un 5% adicional), lo que le
situará en torno a los 35,6 euros.
Para mejorar la equidad y suficiencia de las pensiones, la reforma
que aprobó el Gobierno con Escrivá como ministro contempla mejoras en
las pensiones no contributivas para igualarse al umbral mínimo de
pobreza. Este año, la subida que experimentaron fue del 6,9%, por encima
del alza del 3,8% de las pensiones contributivas.
Así, una vez revalorizadas de acuerdo con el IPC, las pensiones no
contributivas se incrementarán adicionalmente para reducir en un 20% la
brecha existente hasta alcanzar el 0,75 del umbral de riesgo de pobreza
calculado a partir de la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto
Nacional de Estadística (INE) para un hogar unipersonal.
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) se incrementará en 2025 de igual manera
al estar su cuantía referenciada a la de las pensiones no
contributivas.
Asimismo, la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva
para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo, una vez
revalorizada en función del IPC, subirá adicionalmente para reducir en
un 20% la brecha existente hasta alcanzar el 1,5 del umbral de riesgo de
pobreza.
El objetivo es que la pensión mínima de jubilación contributiva con
cónyuge a cargo alcance al menos en 2027 los 16.500 euros anuales
(1.178,5 euros al mes por catorce pagas).
La cuantía mínima de la pensión de viudedad con cargas familiares,
las de pensiones contributivas con cónyuge a cargo, excepto la de
incapacidad permanente total de menores de 60 años, serán iguales a la
cuantía de la pensión mínima de jubilación contributiva para un titular
mayor de 65 años con cónyuge a cargo.
El resto de las cuantías mínimas de las pensiones contributivas, una
vez revalorizadas, se incrementarán adicionalmente en un porcentaje
equivalente al 50% de los porcentajes resultantes del incremento
adicional de la cuantía mínima de la pensión de jubilación contributiva
para un titular mayor de 65 años con cónyuge a cargo referenciado al
umbral de riesgo de pobreza indicado.
Las pensiones no contributivas, por su parte, crecerán también por
encima de la revalorización media de las pensiones, hasta converger en
2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar
unipersonal.