Ha sido echar a Adrián Ángel Viudes de la Autoridad Portuaria y relevar a Cristina Gutiérrez-Cortines en el Parlamento Europeo para que comience una gran ofensiva contra el ex presidente murciano Ramón Luis Valcárcel por parte de los dos diarios regionales de papel (antes bastante condescendientes con quien ordenaba y pagaba la publicidad institucional en ambas gacetas), aprovechando la labor del incansable abogado regeneracionista cristiano Diego de Ramón (al que antes hacían poco o ningun caso por orden directa de San Esteban).
Valcárcel tenía que esperar ésto después de casi veinte años en el poder, con lo que eso significa de dejar descontentos, resentidos, envidias y odios en el camino. Su idea de poner tanta tierra de por medio como la que hay entre Murcia y Bruselas-Estrasburgo no es suficiente por la magnitud de su desastre de gestión política, al final en contra de la Región. De ahí el tamaño de sus verdaderos enemigos, que no son los abogados ni los periodistas locales en cualquier caso, aunque alguno atice la hoguera después de tanto tiempo con el pié de Ruíz Vivo en su cuello.
Por eso tiene que estar mentalmente preparado por si acaso tiene que pisar durante un tiempo la penitenciaria de Campos del Río, al igual que el ex presidente balear Jaume Matas, teniendo en cuenta que, además del letrado De Ramón, existen al menos otros tan buenos como él, llamados Salvador M.M.y José Luis M.C., dispuestos a meterlo entre rejas tras poner ante el juez pruebas suficientes de varios presuntos delitos, alguno puede que continuado en el tiempo. Él sabrá por qué tanto empeño de los tres aunque se cebe sólo con uno, quizás más por lo que calla que por lo que airea con astucia.
Pero la cosa no solo va con el ex. En el mismo paquete hay que incluir a su hermano Carlos y al socio de Patiño, Sánchez Carrillo, sin olvidar a supuestos cómplices en anteriores gobiernos regionales. El calerista Alberto Garre asiste expectante, pues, al espectáculo en espera de sus réditos por no haber metido la mano en su larga trayectoria política y haber impedido materialmente el acceso a San Esteban del 'delfín', supuestamente corrupto, designado puede que a sabiendas por Valcárcel, el imputado ex alcalde de Puerto Lumbreras y, por poco tiempo, consejero de Cultura, el tal Sánchez ese, al que necesitaba para cubrirle la retirada no levantando el pico de la alfombra del pestilente valcarcelato, más que al ambicioso Bernabé, de La Unión.
La 'caza' judicial de los más que sospechosos Bascuñana, Cerdá y Marqués tiene como primer objetivo real llegar a Valcárcel y que se siente en el banquillo a explicar un sinfín de cosas. La Justicia tiene ahí la colaboración inestimable de un abogado como Diego de Ramón, defensor desinteresado de movimientos regeneracionistas legítimos y de la pureza democrática. Atacarle con saña sólo alertará un poco más a la Fiscalía Anticorrupción, ahora o más adelante, activará como un resorte a esos otros letrados que le tienen ganas desde que se les escapó en anteriores procedimientos y pondrá en un aprieto al saliente presidente del TSJRM, Martínez Moya, al que Valcárcel ayudó a llegar al Consejo General del Poder Judicial con la esperanza -¿infundada?- de tener un 'padrino' en esas alturas llegado el caso, que parece sí va a llegar y pronto. Tampoco podrá mover un dedo su antecesor Julián Pérez Templado, ¡oh casualidad!, padre del asesor jurídico de 'Hefame' y en el punto de mira del persistente letrado José Luis Mazón, atento siempre a cualquier movimiento heterodoxo del magistrado ciezano, tan condescendiente con Valcárcel.
Un error propio de los nervios y la soberbia acumulada por Valcárcel es descargar su ira contra el susodicho letrado cristiano y los medios de todo tipo que se hacen eco de su actividad como acusación particular en casos de presunta corrupción política. Matar al mensajero no es una buena receta para salir airoso de la situación devenida por mucho que Valcárcel trate de evadirse en París y Bruselas con su musa la mitad del tiempo mientras que la otra mitad viene a Murcia a cuidar de su cortijo de la sede de González Adalid con el único ánimo de tener poder único para elaborar las listas del PPRM en los próximos comicios municipales, autonómicos y generales para que la base del partido no arremeta contra él a las primeras de cambio.
Porque nadie se equivoque: los dardos a Valcárcel salen de sus propias filas y no del PSRM o de IURM. Tampoco del políticamente disminuido Miguel Ángel Cámara, alcalde de Murcia, al que tan mal ha tratado el jefe aunque ahora lo necesite para sostenerse mutuamente y lo utilice por su debilidad estructural, algo que no ha conseguido hacer con Pilar Barreiro, la crecida alcaldesa de Cartagena y diputada en el Congreso, que está dispuesta a matar antes de que la maten, políticamente se entiende, por la chorrada en su caso de 'Novo Carthago'.
Ya dió un claro aviso su abogado penalista, el legendario Pardo-Geijo, ex de su feminista colega Jadicha Candela, asesora jurídica en el Congreso de los Diputados, por si Valcárcel esperaba sacrificios en el altar del PP regional. Y en la misma línea creo atisbar al ex hermano marista Bascuñana, quien resiste, no 'per se', sino por la vara que está dando el ex presidente murciano en Génova 13 y en La Moncloa, a nivel de vicepresidenta del Gobierno, para que no lo cesen como delegado del Gobierno por si le da por 'cantar' en cuanto tome dos copas, visto lo visto en el control de la Guardia Civil. Algo de nerviosismo, del que desespera, también trasluce bastante por su parte ese incidente fortuito.
Hasta ahora se ha respetado la vida privada de Valcárcel pero la legión de sus enemigos internos parece dispuesta a revelar pronto aspectos picantes, históricos y actuales, que pueden hacer a Ilu Vera y Paquichelo perder su puesto de interés morboso en el 'ranking' de la revista local rosa 'Tribuna la Muralla' . ¿Qué se creía Valcárcel ante su corte de aduladores, hoy los primeros en intentar pasarlo a cuchillo por tantos años de humillación y maltrato? Porque quienes más lo han ensalzado, son ahora los primeros interesados en su destrucción total, precisamente por las miserias que de ellos sabe el ex presidente.
El golpe de gracia final, yo apostaría doble contra sencillo, que le terminará viniendo desde las páginas del decano más que centenario, al que ahora paga Garre a través de Pío Sánchez-Laserna por aquello de la proximidad emocional. Aunque ¡ojo! Ramón Luis a Clemente García y Carlos Egea, verdaderos expertos en 'ejecuciones' sumarias desde la época del tardofranquismo y ambos de poco fiar donde los haya por lo que ocultan del botín acumulado. Ya no les sirves y necesitan un culpable de nivel para acallar las voces de una sociedad con sed de venganza ante su inesperada ruina. Creo que tienes todas las papeletas y pronto podrás medir tu verdadera fuerza cuando Tomás Fuertes despida a tu recomendado Ruíz Vivo con la esperanza de que calle para siempre lo que sabe de tí.
La Judicatura, antes mirando hacia otra parte, ahora parece obligada ante la magnitud de la alarma social por la corrupción que ha empobrecido el país, impedido las inversiones-creación de puestos de trabajo y hasta la salida del trono del rey Juan Carlos I, y también parece dispuesta a cumplir su papel histórico de regenerar la democracia y juzgar a los presuntos culpables de las principales parcelas del desastre. Aunque Valcárcel sea, al final, un simple chivo expiatorio de las golferías de tantos otros que se ampararon en él para saquear las arcas públicas y hacerse más ricos que el propio ex presidente, que espabiló ya en sus últimos mandatos pero que era un cándido encantador recién llegado al Ayuntamiento de Murcia, al que se le caía la baba en tiempos de Salomé.
Pero, al final, mala barraca es tirar por la borda al borde de Adrián Ángel, todo un clásico de la conspiración política regional durante los últimos 35 años, y quitarle la cómoda silla en Bruselas nada menos que a la suegra del letrado del Consejo de Estado, Leopoldo Calvo-Sotelo Ibáñez Martín, llamándose solamente Valcárcel Siso y ser un pobre diablo, casi sin oficio ni beneficio en lo profesional. Yo aún diría más: políticamente temerario dar puntapiés en la espinilla al sólido engarce entre ilustres gallegos e ilustrados cantabrones con la escasa biografía anterior a la política que lleva a cuestas nuestro ex presidente autonómico y la cuenta aún pendiente de saldar con el abogado del Estado, Juan Ramón Calero, ex portavoz parlamentario de su partido en Cartagena y Madrid, y su entorno, que es de aupa.
Lo peor, a mi juicio, es la reputación inmediata de Valcárcel en el Parlamento Europeo. Cuando llegó a presidir el Comité de las Regiones yo pensaba que se iba a saber pronto en Bruselas de que iba el gachó pero alguien quería algo más fuerte y prefirió esperar a que jugase a europarlamentario para procurar que el golpe a recibir provocase una vuelta sin retorno posible. Y en eso se está para que Rajoy sepa, de paso, que las cuentas que el gallego tiene pendientes en Murcia también se pagan. Dos por uno y ambos pronto fuera de combate, es lo que piensan sus ancestrales enemigos comunes aquí, ahora que Ramón Luis ya no controla el Boletín Oficial de la Región ni tantas otras cosas que dominaba hasta abril y ahora parecen en manos de otros.
Y para eso, mentes pensantes muy preclaras se disponen desde la Región de Murcia a hacer llegar a los 766 europarlamentarios un completo dossier sobre el vicepresidente décimo segundo de la Eurocámara antes de conseguir que lo imputen en España, tenga que dejar el escaño en Bruselas-Estrasburgo y volver con el rabo entre las piernas -es un decir lo del rabo, con perdón- para afrontar una vida muy distinta a la que se había planificado sin siquiera contar con su propia familia, lejos de aquí y para vivir sus mejores días de vino y rosas en buena compañía aunque hace tiempo que dejó de beber alcohol y las fuerzas ya no le respondan como él creía que le iban a responder, incluso con respiración asistida.Yo me entiendo y él, también. Porque de viejos verdes está Murcia llena.
P.D.- ¡Ah! por fín, ¿ha habido o no ha habido divorcio en el matrimonio "Ceaucescu"? Algunos cuadros, desde luego, parece que se los han repartido durante el pasado mes de agosto durante la discreta hora de un viernes en torno a las 3 de la tarde. Y hay testigos de la carga en un 4x4 de color negro, con él al volante rumbo a otra casa, de la playa o no. Pero rumbo, seguro, a otro lugar con pared nueva como mínimo.