
El presunto silencio cómplice de la CROEM, la Cámara de Comercio, Caja Murcia y gobierno autónomo sobre el proceso de asalto y despojo de "Hefame", hasta ahora la primera empresa de la Región, hace sospechar seriamente de conspiraciones y connivencias dentro de nuestras propias filas en el proceso de fusión con, según parece, una dudosa "Cofares" respecto a su verdadera situación económica y patrimonial, siempre a juicio del grupo de cooperativistas farmaceúticos que ha hecho un frente común para evitarla y conjurar así la pérdida relativa en su participación dineraria. Todo lo demás parece sólo burdo ruido mediático pagado, al objeto de confundir y alcanzar los votos necesarios para poder legalmente consumar lo sigilosamente planificado, por "otros" ajenos, desde antes de la dimisión forzada de su histórico artífice, el también economista Francisco Vicente Ortega, tampoco nada de acuerdo con este derrotero.
Ahora se entiende mucho mejor el velado apoyo político del complejo de San Esteban al lorquino Antonio Abril (el hombre de Peñarrubia), en contra del indómito caravaqueño Pedro Guerrero, en las pasadas elecciones de la ejemplar cooperativa, y el reciente fichaje, blindado y millonario, del exconsejero de Sanidad, Francisco Marqués, como nuevo director general, que suele decir a quien le pregunta, tener dos planes para el futuro de "Hefame": con y sin fusión. Pero, ¿qué es lo que realmente piensa y prefiere este hombre de la máxima confianza de Valcárcel y de Tomás Fuertes? Mantenerse en el machito para ocultar, hasta después de las próximas elecciones autonómicas, un posible escándalo con grave perjuicio político y electoral para Valcárcel y el PP.
Lo que está ahora mucho más que claro también es que, por razones todavía no visibles, alguién que se cree poderoso está interesado en torpedear el actual liderazgo empresarial murciano, al objeto de que desaparezca, y dar así paso a la segunda empresa de la Región ¿Caja Murcia, El Pozo, García Carrión...? El proveedor financiero más habitual de "Hefame" era de siempre, si ahora no ha cambiado por otras razones, la CAM. ¿No es cierto, Teodoro, hombre de todos/as?
Si la fusión, como finalmente parece, se evita porque los opositores farmaceúticos de la Región tienen todavía por número la última palabra, y los beneficios fiscales de la permanencia de "Hefame" en Santomera, unos 15.000 millones de pesetas, se quedan en la Región de Murcia, será una más que poderosa razón para que no queden impunes ciertas actitudes y conductas impresentables cercanas, que todavía no se entienden demasiado bien, ni por los que participan en la decisión sobre la suerte de nuestra gran cooperativa, ni por quienes desde fuera observamos estupefactos los esfuerzos de algunos ilustres ciudadanos de aquí por pegar el "pelotazo" de su vida.
Terminaremos por saber quienes son, en realidad, los verdaderos antimurcianos y por qué están tan decididos a vender toda esta región, por parcelas o por acciones. El caso es cobrar por ello, aunque sea, en este caso, a costa de una especie de nuevo timo de la estampita pensado para boticarios "in albis". Y es que las reboticas ya no son, intelectualmente, lo que eran en el XIX.
Ahora se entiende mucho mejor el velado apoyo político del complejo de San Esteban al lorquino Antonio Abril (el hombre de Peñarrubia), en contra del indómito caravaqueño Pedro Guerrero, en las pasadas elecciones de la ejemplar cooperativa, y el reciente fichaje, blindado y millonario, del exconsejero de Sanidad, Francisco Marqués, como nuevo director general, que suele decir a quien le pregunta, tener dos planes para el futuro de "Hefame": con y sin fusión. Pero, ¿qué es lo que realmente piensa y prefiere este hombre de la máxima confianza de Valcárcel y de Tomás Fuertes? Mantenerse en el machito para ocultar, hasta después de las próximas elecciones autonómicas, un posible escándalo con grave perjuicio político y electoral para Valcárcel y el PP.
Lo que está ahora mucho más que claro también es que, por razones todavía no visibles, alguién que se cree poderoso está interesado en torpedear el actual liderazgo empresarial murciano, al objeto de que desaparezca, y dar así paso a la segunda empresa de la Región ¿Caja Murcia, El Pozo, García Carrión...? El proveedor financiero más habitual de "Hefame" era de siempre, si ahora no ha cambiado por otras razones, la CAM. ¿No es cierto, Teodoro, hombre de todos/as?
Si la fusión, como finalmente parece, se evita porque los opositores farmaceúticos de la Región tienen todavía por número la última palabra, y los beneficios fiscales de la permanencia de "Hefame" en Santomera, unos 15.000 millones de pesetas, se quedan en la Región de Murcia, será una más que poderosa razón para que no queden impunes ciertas actitudes y conductas impresentables cercanas, que todavía no se entienden demasiado bien, ni por los que participan en la decisión sobre la suerte de nuestra gran cooperativa, ni por quienes desde fuera observamos estupefactos los esfuerzos de algunos ilustres ciudadanos de aquí por pegar el "pelotazo" de su vida.
Terminaremos por saber quienes son, en realidad, los verdaderos antimurcianos y por qué están tan decididos a vender toda esta región, por parcelas o por acciones. El caso es cobrar por ello, aunque sea, en este caso, a costa de una especie de nuevo timo de la estampita pensado para boticarios "in albis". Y es que las reboticas ya no son, intelectualmente, lo que eran en el XIX.