
La realidad es que no hay más riqueza que para ellos. Uno, con varios negocios además del trono, ya se ha embolsado 214 millones de las antiguas pesetas a cuenta de convenios. Su patrimonio se estima en mil millones. El otro, con imagen más propia de un santoral, ya ha donado generosamente las radiaciones eléctricas a sus vecinos, en un homenaje a la torre Eiffel, aunque esta torre, menos opulenta, pueda matar, duda esta sin relevancia para el reyezuelo, que vive alejado de tamaña y preocupante "escultura" que una gran empresa ha donado con generosidad. En medio, una autoridad de las fuerzas de orden público, al servicio de ambos. El Delegado del Gobierno no se entera de que este mando policial está al servicio de los reyezuelos, que le indican donde, como y cuando debe actuar. Será por eso que al representante de las fuerzas de orden público se le haya permitido construir, en uno de los reinos limítrofes, una casa ilegal, con piscina incluida. Será por eso que la dama del agente de la ley está colocada a la diestra de uno de estos dictadores, retrato pobre de Fidel Castro. Y será por eso que las fuerzas de orden público miran hacia el cielo, cuando uno de estos caciques, viene de sus juergas nocturnas, en un estado mental que le desautoriza para gobernar a sus vasallos. Así, día a día.
Será por ello que proliferan las amenazas de muerte a representantes ecologistas, políticos, e incluso a vecinos. Todos comprados con la misma moneda, la del miedo, la intimidación, el chantaje, y si es preciso, el soborno.
Hay una figura que se ha hecho popular en estos reinos, la del testaferro. Algunos ya se ganan la vida así, ante el ingente trabajo que hay de compra y venta, promovido por los reyezuelos, coronados por el pueblo, pero que ante sus actuaciones, no merecen portar ni la corona ni el cetro. Agricultores estafados, que vendieron parte de sus tierras creyendo que seguirían siendo zona de regadíos, y que fueron recalificadas ipso facto, en beneficio de los nuevos compradores, a las órdenes del imperio. Ancianos maltratados verbalmente, por reclamar el derecho que les asiste a protestar por el mal estado de sus viviendas. En definitiva, una historia real, que hace que la trilogía histórico mafiosa de El Padrino se quede corta con lo que ocurre en ese sitio que comentamos, a tan solo 30 kilómetros de Murcia, tan cerca, pero tan lejos....Una inmunidad, la de estos tiranos, que raya la ciencia ficción. Pasen y vean, si queda algo, cuando vayan...