jueves, 27 de julio de 2023

Agricultores españoles: «La UE nos exige unas normas fitosanitarias que no demanda a Marruecos»


MADRID.- Los agricultores españoles llevan reclamando desde hace años que se establezcan las mismas medidas para los productos de dentro de la Unión Europea como para los que vienen de países terceros.

El trabajador del campo destaca que la Unión Europea exige a los agricultores comunitarios una serie de medidas fitosanitarias por la salud de los consumidores que, sin embargo, no demanda a países terceros. 

 «Estos se rigen por sus propias normas, por lo que si en esos países están autorizados esos productos, se pueden vender aquí». 

Por ello, atendiendo al caso reciente de las sandías, ven con buenos ojos traer producto extranjero si no hay suficiente producción en España. No obstante, recalca que los agricultores españoles se preocupan «por la salud de los consumidores», motivo por el que la UE «debería poner las mismas condiciones a los productos que vienen de fuera».
 
Igualmente, se muestran exhaustos y señalan que los trabajadores del campo están ya «cansados de pelear». «Llevamos muchos años exigiendo esas cosas y Europa lo que nos dice es que no pueden ser tan estrictos porque hay que ayudar a esos países, y es algo que nosotros no entendemos. Queremos tener peso en Bruselas para que a los españoles nos escuchen, y no que los cuatro o cinco lobbies de países del centro de Europa sean los que dominen la situación agraria», denuncian.
 
Andrés Góngora, de la ejecutiva de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), destaca que la alerta sanitaria de las sandías procedentes de Marruecos viene a certificar lo que llevan denunciando muchísimos años, que los productos que vienen de fuera «están producidos en condiciones diferentes con herramientas fitosanitarias diferentes», motivo por el cual se ha emitido esta alerta sanitaria.
 
Desde COAG se muestran indignados por este acontecimiento y exigen a España, a Francia y a la UE que se conozca el nombre del importador, no solo la retirada de la mercancía: «Tiene que instaurarse un régimen sancionador contundente para aplicar a este tipo de empresas que están inundando nuestros mercados con productos de muy mala calidad».
 
 Este lunes los medios de comunicación nos hacíamos eco de una alerta sanitaria que afectaba a un lote de sandías proveniente de Marruecos que contenía altos niveles de metomilo, un pesticida no autorizado en la Unión Europea (UE).
 
A pesar de que el sistema de alerta rápida para alimentos y piensos de Europa (RASFF) emitió la alerta el pasado día 14 de julio, la organización de consumidores Facua lo difundió esta semana, subrayando los efectos adversos en la salud que podría suponer la ingesta de las frutas contaminadas.
 
Este episodio ha reavivado una demanda sostenida de los agricultores españoles.
 
El metomilo es una sustancia que está erradicada desde hace mucho tiempo en la agricultura española. Se usa como pesticida y puede tener consecuencias graves en algunos casos. Los síntomas de intoxicación por esta sustancia son dolor de cabeza, mareos, náuseas, vómitos, sudoración excesiva, temblores, debilidad muscular y visión borrosa.

El Supremo rechaza la suspensión del caudal ecológico del Tajo que pedían Murcia y la Diputación de Alicante


MADRID.- El Supremo ha rechazado la petición de la Región de Murcia y de la Diputación de Alicante de suspender de manera cautelar los caudales ecológicos escalonados en el río Tajo previstos para 2026 y 2027 entre la presa de Bolarque, en Guadalajara, y el embalse de Valdecañas, en Cáceres. Los jueces, como ya hicieron con un recurso similar de la Generalitat Valenciana en mayo, no ven necesaria la urgencia en la toma de esta decisión. 

La preservación de un mínimo de caudales ecológicos para mantener la vida en los ríos fue aprobada por el Consejo de Ministros a finales del pasado mes de enero. Fue la Comunitat Valenciana la primera en recurrir. Luego llegaron los recursos de Murcia y la Diputación de Alicante. Se da la circunstancia que al frente de la Diputación de Alicante, cuando presentó el recurso, estaba Carlos Mazón, hoy president de la Generalitat Valenciana por el Partido Popular.

El plan del Gobierno central incluía subir el mínimo de seis metros cúbicos por segundo que debe llevar el Tajo a su paso por la localidad madrileña de Aranjuez para enviar al Segura, una cantidad que subirá hasta los 8,65 metros cúbicos en 2027.

Frente al interés de preservar los ecosistemas fluviales, el sector del regadío en Alicante, Región de Murcia y Almería dice que, si se garantiza ese caudal ecológico –que es obligatorio legalmente–, su industria es inviable. 

En defensa de los intereses del sector del regadío han salido sus respectivas administraciones, de ahí la presentación de recursos para intentar retrasar la medida. Por contra, el Ejecutivo de Castilla-La Mancha –comunidad que cedería el agua– aplaude que el Tajo lleve más caudal.

En enero, cuando se aprobó el caudal ecológico, la vicepresidenta tercera Teresa Ribera reafirmó “el compromiso de este Gobierno con el levante, la España más seca”.  

“La fijación por primera vez de un caudal ecológico en el Tajo, nos obliga a imaginar para que eso no suponga ningún riesgo para la disponibilidad de recursos en las cuencas que han contado hasta ahora con el agua del trasvase. Alicante, Murcia y Almería tendrán agua”, añadió.  

La pérdida de poder adquisitivo lleva a los españoles a la ruina


MADRID.- Según los datos recogidos por El Debate del estudio IX Monitor Adecco, el incremento de los salarios en España en el último año ha sido del 4 % (el segundo mayor incremento registrado desde 2008), hasta situarse en los 1.822 euros. Sin embargo, se observa que el salario medio registra una pérdida en el poder de compra de un 7 % de poder adquisitivo.

Durante los últimos cinco años, se ha acumulado una caída del poder adquisitivo de la remuneración media del 2,5 %. Esto supone una pérdida de aproximadamente 44 euros por mes o, lo que es lo mismo, 523 euros anuales comparándolo con las estadísticas de 2017.

Salarios y precios

La relación entre precios y salarios es un aspecto muy importante de cara al consumo y a la economía en general. Según las estadísticas del INE, en el último trimestre de 2022 y en los tres primeros meses de 2023, el consumo de los hogares se redujo en un 1,6 % y un 1,3 %, respectivamente. No obstante, y a pesar de que los salarios están aumentado más rápido que la inflación, el poder adquisitivo perdido no se recuperará al completo.
 
El hecho de aumentar los precios en un momento de inflación se conocer como efectos de segunda ronda, que se definen como efectos inflacionarios producidos por los propios efectos derivados de una inflación original y que son provocados por las subidas en los costes. En el caso de nuestro país, la inflación es menor que la de Francia o Alemania porque los efectos de segunda ronda son más bajos.

Sectores afectados

En el desglose por sectores del año 2022, del informe de Adecco, se muestra que las tres actividades más afectadas y en el que el salario medio perdió mayor poder de compra fueron Industria, Construcción y el sector Servicios.
 
El salario medio de la construcción fue el más perjudicado, con una reducción del 5 %, que se traduce en aproximadamente 85 euros menos por mes o 1.022 euros por año. Las grandes empresas pagan salarios más elevados, pero eso no implica que su poder de compra sea más favorable, más bien al contrario, ya que entre 2017 y 2022, estas empresas fueron las más afectadas, con un -6,1 %. Por contra, las pequeñas empresas han sufrido menos estos efectos (-0,8 %).
 
Por sectores, las grandes empresas constructoras han perdido un 13,9 % de poder adquisitivo, frente al 9,4 % de las industriales y el 5,2 % de las dedicadas a Servicios. Las empresas de tamaño medio han perdido un 9 % en Industria, un 5,7 % en Construcción y un 1, 4 % en Servicios.
 
Por su parte, las pequeñas empresas han experimentado una pérdida del 3,6 % en Industria, del 4 % en Construcción y son las únicas que han mejorado durante este periodo en el sector Servicios, con un +0,3 %.

Salario medio por comunidades

Todas las comunidades han perdido poder adquisitivo desde 2017. Extremadura (1.487 euros), Canarias (1.568 euros), Murcia (1.581 euros) y Castilla y León (1.621) son las que menor salario medio tienen en comparación con la media española, situada en 1.822 euros anuales.
 
Las comunidades que superan la media son Cataluña (1.954 euros), Navarra (1.971 euros), País Vasco (2.099 euros) y, en primer lugar, la Comunidad de Madrid, con 2.139 euros mensuales de media.

Tres comunidades autónomas alcanzan el pleno empleo y otras cuatro lo rozan


MADRID.- Según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el empleo creció en España hasta superar por primera vez los 21 millones de trabajadores, a la vez que el desempleo descendió hasta cifras históricas del 11,6% de media nacional.

Si bien el descenso del paro ha sido generalizado, no se ha comportado de la misma forma en todas las comunidades autónomas. Si en algunas lo hizo de forma notable, en otras los datos se han quedado más cortos. Quienes más redujeron el desempleo han sido Balears(58,16%), Navarra (27,39%), La Rioja (26,34%), Asturias (18,75%) y Catalunya (17,28%). Sin embargo lo han hecho en menor medida otras como Andalucía (-0,17%) o Aragón (-3,68%).

Según los datos hechos públicos por el INE esta jueves, tres comunidades autónomas han reducido en número de parados por debajo del 8%, cifra que el Gobierno ha puesto como marca para decretar el pleno empleo. Estas regiones son Balears (7,15%), Euskadi (7,13%) y La Rioja (7,46%).

Otras cuatro comunidades que se han quedado a las puertas de ese porcentaje y podrían alcanzar el pleno empleo en breve son Cantabria cuya tasa de paro fue del 8,12% en el segundo trimestre de 2023. También se acercó Catalunya, que marcó un desempleo del 8,44% en el mismo trimestre. A estas dos las siguen con unas décimas más Aragón, que se quedó con un 8,59% de desempleo y Navarra, con un 8,79%.

En las antípodas de estos datos están regiones como Ceuta y Melilla, que según datos de la EPA, con un 27,37% y un 19,42% respectivamente. 

Este máximo de contrataciones y el mínimo histórico de desempleados vienen a consolidar una tendencia positiva registrada por la EPA en las últimas encuestas y continúan la tendencia del último año, cuando el empleo creció en 588.700 personas, un 2,88%.

El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que los datos de la EPA son el "reflejo de la fortaleza y el dinamismo de la economía española que favorece a familias y empresas".

Cifras ya casi desconocidas desde 2008

En el segundo trimestre se aceleró la creación de empleo, con un incremento de la ocupación de más de 600.000 trabajadores. La población activa se incrementó en 238.600 personas hasta las 23.819.200 personas, alcanzando también un nuevo máximo histórico.

La ocupación alcanzó las 21.056.7000 personas en el segundo trimestre de 2023, lo que supone un récord histórico de personas trabajando, según la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el segundo trimestre del año se aceleró la creación de empleo, con un aumento de 603.900 trabajadores, lo que, unido al aumento de la población activa, que también alcanza un nuevo máximo y se sitúa en 23.819.200 personas, y la reducción de la tasa de paro hasta el 11,6 %, reflejan el dinamismo y cambio estructural del mercado laboral, la eficacia de las reformas adoptadas y la fortaleza de la economía española.

El paro se redujo de abril a junio en 265.300 personas, un 11,68 %, (-6,61 % con datos corregidos de estacionalidad), El número total de desempleados se situó en 2.762.500 personas y el paro descendió hasta el 11,6 %, la tasa más baja desde 2008.

Hay que destacar también que en el segundo trimestre ha aumentado la ocupación y descendido el paro en todas las Comunidades Autónomas, reduciéndose también en casi 140.000 el número de hogares con todos sus miembros en paro.

Durante el trimestre ha seguido reforzándose la estabilidad del empleo, con un incremento de los contratos indefinidos de 410.000, frente a los 95.400 temporales, lo que ha permitido que la tasa de temporalidad se mantenga en el mínimo del 17,3, que acerca a España a la medida europea.

Asimismo, hay que señalar que todo el empleo creado en el segundo trimestre ha sido en el sector privado, con 610.100 trabajadores más y un descenso de 6.200 del sector público. En estos meses el número de trabajadores autónomos se incrementó en casi 100.000 personas.

En este contexto de mejora del empleo, es especialmente significativo el aumento de la población activa, que en este periodo se incrementa en 238.600 personas hasta alcanzar los 23.819.200 trabajadores, poniendo de manifiesto la confianza de los trabajadores en encontrar un puesto de trabajo pese al difícil entorno exterior.

Ocupación

La ocupación se incrementó en 588.700 personas en el último año (+2,88 %), hasta situarse en 21.056.700 personas, la cifra más alta de la serie histórica. En el último trimestre la ocupación aumentó en 603.900 personas (+2,95 %). En términos desestacionalizados, creció un 1,4 %.

El empleo en términos interanuales registró el mayor crecimiento en el sector Servicios, con 658.000 ocupados más y Construcción, con 20.800 y bajó en Industria en 50.500 personas y en Agricultura en 39.600. En el segundo trimestre del año, el sector Servicios creó la mayor parte del empleo, con 606.000, seguido de Construcción, con 60.900 más, Agricultura, con 1.500, mientras que descendió en Industria, con 64.500 ocupados menos.

Por lo que respecta a las Comunidades Autónomas, la ocupación aumentó en todas las regiones en los últimos 12 meses. Los mayores aumentos se produjeron en Cataluña, con 133.000 ocupados más, Andalucía, con 101.600 y la Comunidad Valenciana, con 72.700.

También en el segundo trimestre aumentó la ocupación en todas las Comunidades. Los mayores incrementos se dieron en Cataluña, con 132.700 empleados más, Islas Baleares, con 108.100 y Madrid, con 77.300.

Sigue la positiva evolución del empleo indefinido con un incremento de 1.3140100 personas en los últimos 12 meses, mientras que el temporal disminuyó en 764.300. En el segundo trimestre esta tendencia continuó, con un alza de 410.100 asalariados indefinidos y 95.400 temporales. De esta forma, la tasa de temporalidad disminuye hasta el 17,3 %.

También siguió aumentando el empleo a tiempo completo, con un incremento de 559.200 personas en el último año, muy por encima del empleo a tiempo parcial, que aumentó en 29.500 personas. En el segundo trimestre se mantiene esta tendencia, con un aumento de 561.500 trabajadores a tiempo completo, frente a los 42.500 a tiempo parcial, lo que ha permitido que la parcialidad se reduzca hasta el 13,52 %.

Por género, el empleo femenino se ha incrementado en 308.200 personas en el último año y continuó creciendo en el primer trimestre, con 271.800 mujeres más ocupadas. Por su parte, la ocupación masculina en términos interanuales también se elevó en 280.500 trabajadores y en 332.200 en el último trimestre.

Desempleo

El paro se redujo en 157.000 personas en el último año (-5,38%), con una disminución de 365.300 personas en el segundo trimestre (-11,68 %) hasta las 2.762.500 personas, reduciéndose la tasa de paro hasta el 11,6 %, la más baja desde 2008. En términos desestacionalizados la variación trimestral es del -6,61 %.

En términos interanuales, el paro desciende en Agricultura, con 13.500 parados menos y en Construcción, con 6.200 desempleados menos. Por el contrario aumenta en Servicios, con 64.700 parados más, y en Industria, con un incremento de 2.800. En el segundo trimestre del año, el desempleo se reduce en todos los sectores, especialmente en Servicios, con 208.600 parados menos.

Por Comunidades Autónomas, todas registran descensos del paro en el último año. Los mayores descensos en términos anuales se produjeron en Canarias, con 25.200 menos, Cataluña con -23.700 y Galicia, con un descenso de 19.700.

Estas cifras se registraron tras un último trimestre en el que también se redujo el paro en todas las Comunidades. Las mayores bajadas se dieron en Cataluña, con 70.400 parados menos, Islas Baleares, con 68.600 menos y la Comunidad de Madrid, con 49.900.

Durante el segundo trimestre ha seguido reduciéndose la tasa de paro femenina, que se situó en el 13,2 %, la menor desde 2008, y la tasa de paro masculino descendió hasta el 10,27 %. También sigue bajando el paro juvenil, que se sitúa en el 27,9 %, de nuevo la menor tasa desde 2008.

¿Quién ha ganado las elecciones? / Santiago Alba Rico *


España es un país difícil. La derecha lo quiere simplificar. Es ese, desde los Reyes Católicos, su impulso histórico: lo llamaré el "método Procusto", por el mitológico ladrón que ajustaba el cuerpo de sus huéspedes, sierra o martillo mediante, al tamaño de la cama; o también "método Gordias", en referencia al complicadísimo nudo que Alejandro Magno, sin tiempo que perder, cortó de una cuchillada para conquistar la Frigia. La derecha quiere decidir el tamaño de España. La derecha quiere deshacer el nudo llamado España a golpes de espada.

Como sabemos, hay dos figuras retóricas que utilizamos con frecuencia, de manera cotidiana y banal, y de las que a veces abusan los periodistas y los políticos. Tenemos, por un lado, la sinécdoque, que consiste en nombrar la parte por el todo o viceversa; y tenemos la prosopopeya, mediante la cual atribuimos cualidades humanas a una entidad o concepto abstracto. 

Sin ellas sería muy difícil hablar y casi imposible dar la mayor parte de las noticias; pero su uso esconde a veces trampas conceptuales potencialmente engañosas. "Los españoles votan a la derecha" o "los españoles votan a la izquierda" son sinécdoques a través de las cuales solemos resumir un resultado electoral, olvidando que los partidos que pierden las elecciones también están compuestos de españoles. "España vota a la derecha" o "España vota a la izquierda" son, por su parte, prosopopeyas que se representan España como una persona vida dotada de una única voluntad.

Si pretendemos titular las elecciones del pasado domingo mediante estas dos figuras retóricas, hay que reconocer que tan legítimo es que Feijóo declare que "España y los españoles han votado al PP" (pues ha sido, por los pelos, el partido más votado) como que Sánchez y Díaz afirmen que "España y los españoles rechazan las políticas reaccionarias del PP y de Vox"" (toda vez que, en efecto, el resultado no da a la derecha una mayoría suficiente para formar Gobierno). 

¿Quién ha ganado entonces las elecciones? No las ha ganado, no, la derecha, pese a la exigua ventaja en votos de Feijóo sobre Sánchez,  pero tampoco —seamos un poco sensatos— las ha ganado la izquierda, por muy grande que sea nuestro alivio desde el pasado domingo.

¿De quién ha sido la victoria? Las elecciones, digamos la verdad, las ha ganado la dificultad. Y eso es manifiestamente bueno. Pues si aceptamos, como sostengo en el primer párrafo, que España es un país difícil (una radical complejidad histórica y territorial, un nudo endiablado), podemos rematar todos estos tropos poéticos afirmando que "España ha elegido la dificultad" o, valga decir, que "España se ha votado a sí misma" o, a modo de colofón retórico, que "España ha ganado las elecciones". 

Esto es lo realmente bonito e incómodo del 23J: España quiere ser difícil, aunque no quepa bien en el lecho de Procusto; pide ser desatada con cuidado, como un nudo enrevesado, y no ser forjada en un molde de un solo hachazo. Este "querer ser difícil" es lo que a veces se llama, con otro nombre, democracia.

Bienvenida sea, pues, esta dificultad precariamente victoriosa que la derecha, desde don Pelayo, quiere simplificar de un tajo. Bienvenido sea un resultado electoral que reivindica —también por los pelos— la complejidad democrática sobre la simplicidad retórica y autoritaria. Bienvenido sea ese país difícil que asoma a veces entre las costuras y que nunca acabamos de construir.

España, sí, es un país difícil y lo es por muchas razones. Algunas las comparte con el resto del mundo: neoliberalismo revolucionario, desigualdades sociales, descrédito de las instituciones democráticas. Pero frente a las crisis globales cada país reacciona recapitulando y actualizando su propia historia. No sé si la de España es la más triste, como lamentaba Gil de Biedma, pero está quizás en el top 10.

El miedo que muchos hemos pasado en las semanas anteriores a las elecciones y el alivio con que respiramos desde el domingo pasado tiene mucho que ver con este regüeldo o regreso del estilo hispano: ausencia de élites democráticas, alianza entre los intereses económicos y el pensamiento reaccionario, negación radical del otro en nombre de una España encogida y homogénea en la que precisamente España —la España difícil que ha sacado la cabeza en las últimas décadas— no cabe.

Paradójicamente la derecha española ha llamado siempre "España" a una idea abstracta muy simple y "anti-España" a la difícil España realmente existente. Nuestra derecha se ha radicalizado, como la estadounidense, la italiana o la brasileña, pero lo ha hecho de una manera muy castiza, mediante un negacionismo patriótico que niega precisamente la endiablada dificultad de España. 

Esta es la paradójica dificultad adicional de un país difícil y mal construido: la de una derecha premoderna que quiere simplificar todas las dificultades: las relaciones entre los cuerpos, las relaciones entre los territorios, las relaciones entre los poderes, las relaciones entre las clases, las relaciones entre las memorias.

Así que convendría no olvidar algunas cosas. La primera: que esa derecha simplona y radical no ha ganado, pero tampoco ha perdido las elecciones. El domingo pasado no consiguió los votos necesarios para gobernar el Estado, pero gobierna la mayor parte de las instituciones locales y autonómicas y, sobre todo, opera ya en una sociedad antropológicamente más neoliberal, más reaccionaria y menos democrática.

Tampoco conviene olvidar —en segundo lugar— que la España difícil que ha ganado las elecciones (por utilizar la sinécdoque abusiva banal) no es de izquierdas: el escrutinio visibiliza de hecho la España republicana y federal que aún no existe de derecho. En España no hay, como se cree, un bloque de derechas enfrentado a un bloque de izquierdas.

Hay una derecha castiza, nacional, simplificadora y radical, enfrentada a una constelación territorial e ideológica diversa: formada —es decir— de dos izquierdas españolas (PSOE y Sumar, una más moderada y otra más transformadora), tres izquierdas nacionalistas no homologables entre sí (ERC en Catalunya, Bildu en el País Vasco y BNG en Galicia) y dos derechas nacionalistas, vasca y catalana, cuyos programas no se reducen al pragmatismo económico (PNV y Junts).

La España difícil es tanto de izquierdas como de derechas; por eso es ya republicana y federal y por eso, frente a la España simplona de Procusto y Alejandro, es mucho más democrática. España, de hecho, lo sabemos, no puede gobernarse democráticamente sin los nacionalismos centrífugos, de izquierdas y de derechas, a los que habrá que agradecer que, en una coyuntura difícil (y a veces con un ejemplar sentido de la responsabilidad), estén ayudando a las izquierdas españolas a salvar la democracia y el derecho en España.

A cambio, el futuro Gobierno de coalición —si, como espero, llega a formarse— debería hacer explícita de una vez por todas la dificultad nuclear de nuestro país y movilizar todos los medios a su alcance para convencer a los ciudadanos de que la democracia —la complejidad negociadora, el nudo desatado a muchas manos— es mucho más satisfactoria, pacífica y eficaz que cualquier simplificación patriótica. 

Frente a la tentación de la simplicidad, alimentada por buena parte de los medios de comunicación, necesitamos una pedagogía de la dificultad: un patriotismo de nudos y lazos y no de tajos y atajos.

El verdadero desafío para ese Gobierno será el de construir una sociedad menos neoliberal, menos reaccionaria y más democrática que deje hablar y votar, pero no mandar, a los simplificadores. 

La España difícil que se ha votado a sí misma no se va a imponer en los próximos cuatro años como pluralidad de destino en lo territorial, pero el PSOE de Sánchez (del otro mejor no hablar) no debería olvidar que, más allá de sus negociaciones con Junts, la democracia en España seguirá estando en peligro mientras no se haga retroceder al mismo tiempo el neoliberalismo, el oscurantismo mediático y el castizismo institucional y territorial. 

La España difícil debe ser, de manera simultánea, un hecho electoral y un proyecto de futuro.

Pero la España difícil —por último— es ese conglomerado de cálculos, desencantos y temores que ha comparecido, de manera inesperada y en el último minuto, en unas elecciones en las que muchos votantes de izquierdas han votado a regañadientes y sin esperanza de representación. 

El PSOE no debe olvidar, por ejemplo, a los muchos votantes de Sumar que le han prestado el voto en provincias donde solo el partido de Sánchez podía obtener escaños. Una parte de Sumar está hoy dentro del PSOE y eso debe reflejarse en los acuerdos de Gobierno y en las leyes. 

Sumar, por su parte, no debería olvidar a los muchos abstencionistas convencidos que le han prestado el voto por temor a las políticas simplificadoras de la derecha radical. Si Sumar quiere comprometer para siempre a ese electorado intermitente de izquierdas tendrá que llevar su programa económico y social al Consejo de Ministros, sí, pero también ofrecer a los jóvenes que se politizan una organización acogedora, plural y democrática: el país difícil no puede ser aún federal y republicano, pero nuestras organizaciones políticas sí.

El 23J fue un alivio, no un triunfo. Ahora toca trabajar, atando y desatando nudos, para formar un gobierno que represente y defienda la España difícil y democrática y deje poco a poco sin habitantes, mediante leyes mejores y mejor defendidas, esa España simplificadora y autoritaria que la derecha castiza radicalizada (racista, machista, homófoba y neoliberal) va a seguir tratando de imponernos, con democracia o sin ella.

 

(*) Escritor, filósofo marxista y ensayista

 

https://blogs.publico.es/dominiopublico/54407/quien-ha-ganado-las-elecciones/