La rica historia de España hace que las costumbres y los carácteres de las personas sean muy diferentes dependiendo de la zona del Estado en la que te encuentres. Nuestro país cuenta con más de 47 millones de habitantes y como es lógico cada uno de nosotros tenemos nuestras filias y nuestras fobias. Aunque esas filias y fobias suelen ser más comunes depediendo del lugar en el que te encuentres.
Desde siempre, se ha dicho que España es un país de tópicos y que los españoles nos dejamos influenciar por los estereotipos. El catalán tiene fama de "tacaño", el vasco de "bruto", el andaluz de "vago", el madrileño "de chulo" y así podemos enumerar a cada una de las comunidades autónomas de España.
Sin embargo, todos estos pensamientos ha quedado reflejado en una encuesta que se realizó tiempo atrás por el portal Electomanía, web especializada en encuestas y sondeos, y que revela las preferencias de los españoles en cuanto a simpatía o antipatía entre nosotros.
España es un país de contrates, tanto por la riqueza de sus habitantes como por la morfología de cada una de sus 17 Comunidades Autónomas. También lo es a la hora de amar o detestar a una u otra de esas regiones que nos dan un panorama de lo más varipinto. Ese estudio acaba de determinar cuáles son esas comunidades más odiadas y también las más queridas por el conjunto de la población.
También ha sacado como conclusión que, de entre las otras naciones con las que compartimos fronteras, los españoles nos quedamos con nuestros vecinos de Portugal. En el lado opuesto, ese de los que menos gracia nos hacen, encontramos a Marruecos.
Pero entrando en lo que verdaderamente nos ocupa, saber las filias y las fobias, encontramos cómo Asturias es el territorio más querido por la población nacional, con una nota media de 8 sobre 10. A estos les siguen Galicia y el País Vasco, como segunda y tercera, respectivamente. Claramente, entre nosotros, preferimos a los vecinos del norte que a los de cualquier otra localización. No sabemos si será por su gente, su gastronomía o por cualquier otro tipo de variable, pero lo cierto es que la brújula marca de manera indiscutible hacia un punto cardinal.
En el lado contrario, en el de los odios irraciones -o no, que no conocemos la vida de los encuestados por este estudio-, se situarían las dos Ciudades Autónomas: Ceuta y Melilla apenas pasan del aprobado, con un 5,5 cada una de ellas. El tercero por la cola, es Murcia, que ha esquivado de manera milagrosa el farolillo rojo de esta clasificación. De nuevo, vemos como la tendencia es clara en este apartado, apuntando a las antípodas de los territorios que gozan con el cariño de los corazones españoles.