La tercera pata del triunvirato del 155,
 Pedro Sánchez, anda de gira por Alemania para difundir el discurso 
represivo, falaz, de la derecha española (PP y C's) sobre Cataluña, 
probablemente por encargo directo de M. Rajoy (a) Sobresueldos, 
aprovechando que habla a sus congéneres socialistas alemanes. 
El mismo 
M. Rajoy cuya dimisión sería lo primero que pensaba Sánchez pedir si ganaba las primarias.
 No solo no pide su dimisión sino que es su más firme apoyo para seguir 
desgobernando el país y que su partido, el PP, continúe expoliándolo. 
Como el PSOE en Andalucía, por lo demás. La fraternidad es evidente.
La
 misión de Sánchez en Europa es mentir a los europeos sobre el conflicto
 España-Catalunya y descaradamente. Sostiene el secretario general que 
en el PSOE ofrecimos el diálogo repetidamente al independentismo catalán, pero no recibimos respuesta. 
Hace falta tener morro. Lo siento; no hay otra expresión: morro, 
caradura, desfachatez. Este payo debe pensar que los alemanes son 
imbéciles, como los que le aplauden sus embustes. ¿Diálogo con los 
catalanes? Jamás, como todo el mundo sabe. A él lo echaron precisamente 
por haber amagado algo parecido. 
Recuperado su puesto, demostró haber 
aprendido la lección, se sometió a los arribaespañistas de su partido, 
los Rubalcabas, González, Bono, etc y se opuso y se opone siempre con 
uñas y dientes a todo diálogo con los independentistas. No quiere ni sus
 votos, aunque sean sin condiciones. No está dispuesto a hablar con 
ellos en absoluto. Lo ha dicho, redicho y requetedicho porque piensa que
 eso le dará votos en España.
¿Por
 qué, pues, miente como un bellaco en Alemania, aparte de porque es un 
oportunista y un embustero? Porque comparte el orden de prioridades de 
los otros políticos del cuadrilátero hispánico de la desvergüenza 
política, M. Rajoy, Rivera e Iglesias. Primero es España, la nación 
española de la derecha nacional-católica que todos comparten; luego sus 
opciones políticas particulares.
Y
 hay más en el programa de propaganda y mentiras que lleva este hombre 
por Europa. También afirma con idéntico descaro que "España, es una 
"democracia sólida", donde impera el Estado de derecho y se respeta "la 
pluralidad". 
La doctrina oficial de los intelectualess españoles y su 
panfleto de cabecera, El País: España, la democracia homologable 
en Europa y blablabla. Un país en estado de excepción con el 155, en 
donde hay presos, exiliados y embargados políticos, un país en el que se
 apalea a la gente por querer votar, se la encarcela por rapear y se la 
despoja de sus prendas de vestir arbitrariamente; un país gobernado por 
ladrones, con un partido de facinerosos, unos tribunales al servicio del
 gobierno y unos medios que son puros aparatos de propaganda, es un 
"Estado de derecho a nivel europeo", según la manga de ideólogos al 
servicio de este régimen neofranquista  al que apoya la oposición en 
pleno, por activa o por pasiva, cuando se trata de Cataluña.
Añade
 Sánchez de colofón que la situación sería muy distinta si gobernara el 
PSOE, como queriendo marcar unas distancias inexistentes con el PP. 
Porque es otra mentira. En primer lugar, estamos así precisamente porque
 el PSOE de Zapatero comenzó una reforma del Estatuto en 2006 que luego 
no tuvo la inteligencia ni el valor ni la honestidad de mantener. 
En 
segundo porque el PSOE carece de todo proyecto catalán (ya ni menciona 
las bobadas federales o de reforma de la Constitución con que amenizaba 
las fiestas del partido) y prefiere apoyar el del PP y, sobre todo, su 
modo de resolverlo a palos. 
En tercero porque un partido que tiene en su
 historia los GAL es posible que hubiera hecho algo distinto que el PP y
 probablemente peor y más sucio.
Quizá
 no han encontrado a otro más vacuo y vanidoso que Sánchez para 
encargarle estas mentiras en el extranjero. Si España fuera un Estado de
 derecho no sería necesario asegurarlo en todos los foros. Es 
inimaginable que un político alemán o francés o inglés o del resto de 
los homologables vaya por ahí tratando de convencer a otros de que su país es un Estado de derecho. ¿No?
Frente al nuevo propagandista de la fe, Chomsky y cien académicos internacionales más, reclaman la libertad de los presos políticos y, por ello mismo, denuncian la falta de garantías de Estado democrático de derecho en España. Por supuesto, la prensa de este país "libre" difunde profusamente las mentiras de Sánchez, mientras que oculta la exigencia de Chomsky y sus colegas.
Frente al nuevo propagandista de la fe, Chomsky y cien académicos internacionales más, reclaman la libertad de los presos políticos y, por ello mismo, denuncian la falta de garantías de Estado democrático de derecho en España. Por supuesto, la prensa de este país "libre" difunde profusamente las mentiras de Sánchez, mientras que oculta la exigencia de Chomsky y sus colegas.
¿A quién piensan los lectores que hará más caso la opinión pública internacional, a Sánchez o a Chomsky?
Hay
 que poner en marcha cuanto antes una Comisión Chomsky que bien puede 
llamarse "Comisión de la verdad sobre Catalunya" o "Comisión de apoyo a 
la democracia catalana". 
La necesitamos para contrarrestar las falacias y los engaños de estos siervos de la derecha muy y mucho española.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED 

 
 
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