CARTAGENA.- El actual grupo político gobernante en el Ayuntamiento de Cartagena, el Movimiento Ciudadano (MC) del alcalde populista José López, tras su pacto municipal con el PSOE-RM, ha encajado de muy mala gana y con ataques públicos gratuitos contra el PP local su reciente congreso y la subsiguiente renovación de cargos tras las dimisiones de Francisco Celdrán como presidente y de Pilar Barreiro como secretaria general. 
El comunicado de MC dice textualmente lo siguiente:
"Ayer, un grupo de destacados políticos corruptos, pertenecientes a un
 partido imputado -ahora investigado-, y llegados desde todos los 
rincones de una Región que tiene el dudoso honor de liderar ese 
bochornoso ranking, se reunieron para escenificar la sucesión de 'la 
jefa'.
Allí estaban todos presumiendo de sus logros. Quien no tenía unos 
diplomas falsificados para exhibir tenía un auditorio o varios. El que 
menos, un chalet o unas facturas cargadas al municipio. Claro, ¡qué 
menos merece su dedicación! La ocasión lo requería, así que se dio cita 
toda la familia.
También ella, el 'pilar' que los ha sostenido, la que más méritos ha 
hecho; capaz de corromper el sistema local hasta dejar en quiebra un 
municipio tras la mayor época de bonanza de la historia reciente. Era su
 aquelarre y no quiso perdérselo.
Ya no son 'Pilar'. Eso era hace un año. Pero les delata ver a su más 
aventajado delfín en el centro de la escena, caído en desgracia por sus 
avatares con Alonso pero adiestrado por ella. Ahora organiza y 
coprotagoniza el evento, su nueva especialidad, al menos esa es la 
excusa con la que PAS le paga un sueldo con nuestro dinero. Porque, una 
vez más, a esta ronda invita el PP pero pagamos nosotros.
Como decía, es indiscutible la dedicación a la causa de la corrupción
 de todos ellos. Tanto que el centro de sus críticas fue el primer 
alcalde honrado que ha tenido Cartagena en 25 años. Y es que la 
decencia, la limpieza y el servicio público desinteresado a los 
ciudadanos les chirrían.
Por eso, el 'presidente de todos', acechado por la Púnica y el caso 
Auditorio, además de por la desaladora, no podía escoger mejor compañero
 que 'el imputado delfín' para demostrar a los suyos que la trama sigue 
ansiosa de poder para continuar su obra.
Se olvidaron de hablar de la realidad del Ayuntamiento de Cartagena, 
en quiebra hace pocos meses, hoy viable y sin sufrir intervención 
ministerial. Mas eso es lo de menos; lo importante era la ceremonia del 
absurdo, los de siempre con la de siempre, pero barajados en otro orden.
No me queda otra que desearles toda la suerte que merecen en esta 
nueva etapa y que consigan, por fin, un empleo. Para ello seguiremos 
trabajando en el Gobierno de la ciudad desde el rigor, la 
responsabilidad y la honradez, para que mantengan ilusión por ganarse un
 sueldo en el futuro que, sin ellos, Cartagena vuelve a mirar de frente".
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