El patético personaje e inmoral político que siempre me ha parecido Zorita ha tratado finalmente de hacer más daño todavía al partido político, al que tanto dice ser leal, mintiendo como un bellaco a sabiendas de que se miente, al desvirtuar las circunstancias de su destitución fulminante, que no otra cosa, por el fraude continuo que venía siendo para los votantes del PSRM con la complicidad indesmayable de su pupilo Pedro Saura - otro que va listo de papeles, supongo- y su vicario Paco Oñate, un clásico de la dependencia inconfesable de Zorita - políticamente medio muerto pero coleando ante la inexperiencia e inexistencia orgánica de la bióloga aguileña Mari Carmen Moreno- tras la desaparición física del también biólogo José Ramón Jara.La anunciada medalla de oro de los regantes del 'sindicato' a Zorita, por otra parte, tiene toda la pinta de un tiro político en la nuca de este impostor detectado desde hace muchos meses y la prueba del algodón de cual era su verdadero bando y dónde estaban sus intereses privados, incompatibles del todo con el pensamiento social de José Luis Rodríguez Zapatero y su política socialdemócrata. Lo han echado por traidor y mendaz, quede claro, no por ser un honesto discrepante estratégico legítimo sobre el futuro del trasvase Tajo-Segura. No sé a que viene tanta parafernalia para tratar ahora de pasar a la historia como lo que no se es.
En aras del rigor periodístico hay que dejar claro, también, que ha sido Ferraz y no la cabal ministra gallega Elena Espinosa el ejecutor final de un osado elemento de política contraria a La Moncloa desde dentro para humillar en Murcia, tanto al presidente Zapatero, como al propio PSRM con derrota tras derrota, para así fortalecer al impresentable PP de Valcárcel y sus amos de la CROEM y Caja Murcia, a los que también viene reportando discretamente Saura y recibiendo órdenes de hibernar a un PSRM, que ni se reúne, ni apenas se le oye en la Asamblea Regional con las excepciones de la francotiradora 'abertzale' Retegui y la algo condicionada de Rosique por cartagenera y por tanto sospechosa de oficio.
Zorita ha querido poner ahora de rodillas a los actuales dirigentes federales de su partido en aras de los intereses, no de Murcia ni los murcianos, falso, a quienes nunca les ha faltado agua por el grifo con Zapatero, sino los inconfesables de quienes aquí quieren el agua pública para revenderla con un beneficio privado puramente especulativo, agitando una falsa escasez a tenor de los últimos estudios piezométricos bajo el lecho del río Segura desde su entrada en la Huerta de Murcia por la Contraparada, y que evidencian casi a flor embalses subterráneos naturales.
(Tenemos agua propia de sobra, según la Confederación Hidrográfica, pero se quiere la ajena para traficar con ella desde una agricultura en regresión y menguante en nuestro PIB, excepto para el bolsillo de unos cuantos ilustres caciques de la derecha con fincas agrícolas en Cieza y Jumilla, la de los certeros premios de consolación por cierto).
Y, paradójicamente, también los intereses de la derecha ultramontana que tiene secuestrada a la Región de Murcia con una estrategia de culpar de todo al adversario político mientras la saquea con la coartada de grandes proyectos, innecesarios para salir de la crisis profunda en la que ellos la han metido después de tres lustros de dictadura democrática e incompetencia en la gestión pública, cuyos efectos nocivos perdurarán años amén de habernos enfrentado para los restos con media España de la que decide.
Y eso es lo que ha venido fomentando la Confederación del Segura desde hace muchos años, y Zorita, lejos de cortar, ha seguido alimentando pese al criterio contrario de Zapatero y su Gobierno de no abonar más especulación de urbanismo insostenible con forzadas dotaciones de agua y autorizaciones, presuntamente fraudulentas, a campos de golf con caudales procedentes del Tajo-Segura esgrimiendo el socorrido argumento de ayudar al desarrollo turístico-urbanístico.
Pero ¿por qué se ataca ahora desde la derecha al también más que dudoso delegado del Gobierno, González Tovar, tan cómodo para ella? ¿No habrá sido el fulminante de la destitución al oler el peligro de que fuese el tapado de Saura, en vez de él o su hija, para candidato/a del PSRM a la presidencia de la Comunidad Autónoma el año próximo? La destitución, parece, no ha sido un hecho aislado o puntual, sino más bien el final de un proceso larvado desde la última derrota electoral del PSRM por goleada y a causa del señuelo del agua por el PP.
Desde este blog venimos meses anunciando la más que probable destitución de Zorita. ¿Por qué no siguió tampoco de presidente en la última -y prácticamente inexistente- ejecutiva regional del PSRM y fue sustituido por la honestísima Rosa Peñalver, ex miembro de la Ejecutiva federal? ¿Así lo indico Ferraz - José Blanco- para comenzar la desamortización del ya para entónces más que dudoso Zorita? Creo que así fué ante todo lo que le llegaba desde Murcia a cuenta del virrey en que se había convertido Zorita, una especie de Teodomiro no tributario nada más que de quienes se beneficiaban de su cargo desde la ultraderecha anti PSOE.
Que no venda, pues, este sujeto ahora una falsa heroicidad por luchar a favor del Tajo-Segura porque ahí estamos todos los murcianos, sin excepción, pero pensando de verdad en los intereses generales y no en los de 'Polaris", en Alhama, también legítimos pero muy minoritarios. Porque hay que recordar en este punto las vinculaciones familiar-profesionales del destituido con esta empresa tan beneficiada desde el poder de San Esteban en detrimento de otras supuestamente no sintonizadas con el bufete de presunto tráfico de influencias de la calle Platería, y no me estoy refiriendo al del brillante Salvador Rodríguez Melgarejo precisamente.
Sobre Zorita pende ahora una especie de 'espada de Damocles' por coadyuvar desde la CHS y persistir, para mayor gloria de la estrategia del PP murciano, en falsedades técnicas sobre el verdadero estado y prospectiva de la Cuenca del Segura, por autorizar, al parecer, suministros fuera de la zona legal de riego del aprovechamiento conjunto Tajo-Segura, y por prestarse a componendas de intereses creados, que lo pueden desanmascarar con la pura decisión política de presentar radiografía de una gestión en su conjunto para ver sus luces y sombras insospechadas.
La secuencia de los hechos, pura conjetura porque las fuentes implicadas no son generosas con el columnista todavía, pudo ser que Zorita fuese llamado a Madrid inmediatamente tras la Semana Santa para comunicarle su destitución; que acudió y trató de resistir con amenazas políticas veladas y que, finalmente, después de esgrimir, una y otra vez, su lealtad al PSOE, le echasen a patadas del Ministerio de Medio Ambiente antes de proceder a su relevo en el BOE del sábado tras conocerlo el Consejo de Ministros el día anterior.
Más o menos así aunque alguien desde el Ministerio le permitiese con su compasivo y comprometido silencio dejar a Zorita jugar a héroe al volver derrotado a Murcia tras reponerse unos días en Madrid del soponcio. ¿Lo ocultó Tovar en su comparecencia del viernes para tomar distancia y parecer que estaba en la ignorancia? Tovar estaba al corriente y, Saura, por supuesto.
El candidato de recambio recomendado para sustituir a Zorita en la CHS era ya de días antes el responsable de Agua en la Delegación del Gobierno y miembro de la Ejecutiva regional, el honrado y probo ingeniero-funcionario Cecilio Hernández, un excéntrico nada del agrado de Saura, que ahora pretende quemar en la pira de la plaza Fontes a la miedosa y pusilánime bióloga aguileña Paca Baraza, pero a quien ya nadie hace caso ni en Ferraz ni en La Moncloa a la vista de la ejecución política sin contemplaciones de su siempre mentor desde los tiempos de María Antonia Martínez.
Finalmente otra pregunta de difícil respuesta: ¿Sabe alguien por qué emergió sorpresivamente María José Alarcón en 2007 como cabeza de lista del PSRM al Ayuntamiento de Murcia y quien se la recomendó tan fervientemente, y muy seguro, a Pedro Saura para que la impusiese sin méritos políticos anteriores conocidos, tras ejercer de musa de algún notable local, y con riesgo cierto de un muy anunciado batacazo electoral? José Blanco sí lo sabe y Alfonso Navarro, también. Que alguno nos lo cuente o calle para siempre.
