Cuento que no será muy difícil enviar a las cancillerías europeas 
—alemanas e italianas muy particularmente— el anuncio del Partido 
Popular y de Ciudadanos de privilegiar al general Francisco Franco. 
Porque es eso y no otra cosa lo que las formaciones de Pablo Casado y de
 Albert Rivera están dispuestas a hacer y a trasladar a la opinión 
pública oponiéndose a la exhumación de los restos del dictador del Valle
 de los Caídos. 
Las máscaras están cayendo poco a poco y será muy 
interesante ver cómo explican en Europa que a lo que ellos se oponen es a
 un decreto ley para que se tramite con carácter urgente —hombre, hay 
que tener bemoles para decir que lo importante para los españoles es el 
futuro de sus hijos y no los huesos de Franco— y que no hay ninguna 
prisa, algo, por otra parte obvio, cuando el dictador murió en 1975, 
hace más de 42 años.
PP y C's dando peligrosos pasos hacia atrás y compitiendo en esfuerzos
 por blanquear el franquismo. Así se entiende más fácilmente que las 
formaciones de Casado y Rivera abandonaran el pleno del Parlament en 
octubre de 2013 para no tener que votar una resolución presentada por 
ICV de condena del franquismo y del nazismo. 
Años más tarde corrigieron 
este error y lo atribuyeron todo a un malentendido y a un rifirrafe 
parlamentario que es cierto que existió, aunque sirvió sobre todo de 
coartada. Vamos, como lo del decreto ley. Porque el titular solo es uno:
 a favor o en contra de la exhumación.
Todo ello sucede en medio del revuelo que se ha organizado por la 
elaboración de un documento firmado por centenares de militares —ya más 
de 700—  hoy en la reserva loando la figura de Franco. No es una noticia
 cualquiera ya que pone delante nuestro las enormes lagunas de la 
Transición y el peso en los cuarteles de esta manera de ver las cosas. 
Muchos de ellos son militares de alta graduación y han ocupado puestos 
de enorme responsabilidad hasta hace muy poco tiempo. No es exagerado, 
por tanto, preguntarse si los que hoy ocupan sus sitios piensan lo mismo
 que sus antecesores y solo callan por el puesto que ocupan.
Partidos de derecha blanqueando el franquismo y militares elogiando a
 Franco se retroalimentan. ¡Que Europa lo sepa! Y tome nota.
(*) Periodista y ex director de La Vanguardia

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