MADRID.- El PP ha rechazado en el Pleno del Congreso admitir a trámite una 
proposición de ley de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) para prohibir la 
técnica del fracking o fractura hidráulica en todo el territorio 
español, según ha adelantado durante su intervención el diputado 
'popular' por Alicante, Mario Flores.
Por tanto, esta iniciativa no saldrá adelante y no iniciará su 
trámite parlamentario, dado que los 'populares' tienen mayoría absoluta 
en el arco parlamentario. Han apoyado a la Izquierda Plural, aunque de 
forma insuficiente, los portavoces de ERC, Compromís-Equo y Amaiur; 
mientras, se han abstenido CiU, UPyD y del PNV.
Mario Flores, del PP, ha criticado que esta iniciativa impone 
"prohibiciones desproporcionadas" sobre una técnica minera que, a su 
juicio, puede suponer una fuente de energía "alternativa" dentro de la 
actual dependencia que tiene España. 
"Lo que pretende la Izquierda 
Plural es perder la oportunidad de identificar potenciales reservas que 
podrían permitir bajadas del precio del gas, como sucede en Estados 
Unidos, porque todo lo que se ha dicho por la mayoría de los 
intervinientes es discutible y es demagogia", ha asegurado.
Por otro lado, ha recordado que la fractura hidráulica no es nueva y 
se emplea desde 1940, por lo que es una técnica estudiada y avanzada 
tecnológicamente y, por ejemplo, se reutiliza el agua para las 
inyecciones, no hay un gasto "desorbitado" de agua, y con las nuevas 
técnicas se saben donde están los acuíferos, al mismo tiempo que los 
productos químicos deben ser legales. 
La Izquierda Plural quería promover la prohibición en toda España de 
las técnicas de fractura hidráulica con inyección de agua o de otros 
aditivos químicos, además de paralizar todos los permisos o peticiones 
de autorización para realizar investigaciones, prospecciones o 
explotaciones que estén actualmente en trámite, así como la suspensión 
de las autorizaciones que se hayan podido conceder con anterioridad de 
esta técnica.
La encargada de defender esta propuesta ha sido la ecosocialista Laia
 Ortiz, quien ha explicado que el fracking es una técnica basada en la 
inyección de millones de litros de agua a altas presiones, junto con 
toneladas de arena y sustancias químicas en el subsuelo, con el fin de 
recuperar el gas contenido en los poros de las rocas.
Esta técnica implica la apertura de cientos de pozos y el aporte 
continuo, mediante camiones, de todos los elementos necesarios 
(maquinaria, agua, arena, sustancias químicas), además de la 
infraestructura necesaria para evacuar los hidrocarburos extraídos.
Según ha defendido, la fractura hidráulica representa una "técnica 
peligrosa" tal y como han demostrado "recientes estudios" que 
recomiendan prohibirlos por razones ambientales, ya que puede generar 
terremotos; de salud, por sus productos químicos, como se ha demostrado 
en zonas donde se practica esta técnica y se han registrado altas tasas 
de cáncer, por ejemplo por más contaminación. Asimismo, ha apuntado a 
argumentos económicos y sociales, así como al modelo energético y al 
cambio climático, ante el reciente disparo de emisiones de gases de 
efecto invernadero que esta técnica puede incrementar.
Durante su intervención, ha mostrado imagen de como quema el flujo de
 un grifo de agua de boca en la que se han filtrado gases por medio de 
la fractura hidráulica y otra sobre el desastre ecológico que se crea en
 la tierra después de estas prácticas con un paisaje de acuíferos secos.
 
Desde CiU, Toni Picó ha adelantado que su formación va a abstenerse 
porque, aunque comparte el fondo de la propuesta de la Izquierda Plural,
 al considerar que esta técnica puede generar entre otros puntos 
contaminación acústica o atmosférica, por ejemplo, vulnera a su juicio 
la distribución competencial, un aspecto que no pueden compartir.
Mientras, Carlos Martínez Gorriarán, de UPyD, ha admitido que se va a
 abstener en la votación porque no está de acuerdo con los argumentos 
que se han proporcionado desde ICV con paralizar el fracking , una 
técnica que a su juicio debería ser debatida "a fondo". Por ejemplo, ha 
ironizado con el argumento del despilfarro de agua que puede suponer al 
realizarse la fractura hidráulica. "Hay dos millones y medio de agua en 
las piscinas olímpicas, mientras que en los pozos de fracking tres 
millones de litros. ¿Prohibimos las piscinas?", se ha preguntado.
En opinión del portavoz económico del PNV, Pedro Azpiazu, que también
 ha confirmado que va a abstenerse en la propuesta de la Izquierda 
Plural, hay que estudiar las consecuencias del fracking y no se deben 
correr riesgos en la protección al medio ambiente, aunque también 
considera que hay que buscar la menor dependencia energética y una mayor
 competitividad de la industria. 
Respaldo insuficiente a la iniciativa
El portavoz del PSOE en esta iniciativa, Luis Tudanca, ha justificado
 su respaldo a la toma en consideración de la proposición de ley de la 
Izquierda Plural para que se prohíba el fracking en España subrayando 
que esta técnica es "peligrosa", puede acabar con el entorno del país, 
supone un riesgo para las explotaciones agrícolas y ganaderas, se 
necesita un alto consumo de agua, al mismo tiempo que puede provocar 
temblores.
Teresa Jordà, de ERC, respalda la iniciativa acogiéndose al pacto de 
una veintena de formaciones en el Congreso (entre las que se encuentra 
el PSOE, la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), ERC o Ciutadans) por el que 
se comprometían a frenar y prohibir el fracking o la fractura hidráulica
 si llegan a gobernar después de las elecciones del próximo 2015.
Desde Compromís-Equo, Joan Baldoví, apoya esta iniciativa porque el 
fracking es una energía "sucia y peligrosa" que contamina a la atmósfera
 para que sólo unos pocos se enriquezcan y se marginen a las energías 
renovables.
Finalmente, Xabier Mikel Errekondo, de Amaiur ha alertado de los 
riesgos de esta técnica y ha pedido la paralización de todos los 
proyectos de fractura hidráulica.
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