MURCIA.- Gonzalo Portillo, un murciano de 24 años, será ordenado sacerdote este domingo en la parroquia de San Lorenzo, de Murcia. El joven asegura haber tenido clara su vocación desde pequeño: «Me ha elegido joven para que le pueda entregar toda mi vida».
Portillo nació el 7 de diciembre del 2000 y fue bautizado en la misma parroquia en la que recibirá el Orden Sacerdotal y en la que ha vivido su fe junto a su familia.
De entre sus recuerdos de niño, Portillo destaca a su abuela Mercedes, «una mujer de Iglesia y con mucha ansia de saber», quien le inculcó el amor por la fe. Cuenta que en casa solían ver con frecuencia películas basadas en el Antiguo Testamento.
Un día en el colegio, su profesor pidió a toda la clase escribir en un papel qué querían ser de mayores. El joven desde muy pequeño tuvo clara su vocación: el sacerdocio: «No sabía por qué lo decía, pero lo sentía», explica.
Desde ese momento comenzó a participar como monaguillo y «a ir a los campamentos que el seminario menor organizaba en Moratalla». Así pudo ir discerniendo si verdaderamente esa era su vocación.
Al término de Primaria, llegó la edad de cambiar de centro educativo, para continuar con sus estudios de Secundaria. Un cambio al que se enfrentó con miedo al rechazo y la exclusión social a causa de su vocación.
Incluso llegó a decirle a su madre que «ya no quería ser cura», para poder hacer «borrón y cuenta nueva». Pero al pararse a pensar en su futuro, asegura que «seguía sintiendo la llamada».
En junio de 2016, cuando tenía que escoger si estudiar ciencias o letras en Bachillerato, decidió hablar con el rector del Seminario Menor San José y quien, entonces, le invitó a participar en convivencias vocacionales para ayudarle a discernir tranquilamente su inquietud.
Tras estas experiencias, decidió que «tenía que tener un cambio radical en su vida para ver lo que el Señor quería». Sus padres le apoyaron «a dar este paso», y dejó su hogar para entrar en el seminario y convivir día tras días con otros seminaristas.
Desde entonces, reconoce, ha sido un tiempo en el que ha crecido mucho junto a sus compañeros.
El Derecho Canónico estima que la edad mínima para recibir el Orden Sacerdotal es de 25 años, teniendo el obispo diocesano potestad para dispensar un año. Aunque su ordenación diaconal fue en diciembre de 2023, junto a dos compañeros, debido a su edad no ha podido recibir este ministerio con anterioridad.
Ahora, cumplidos los 24 años, el obispo le ha dispensado un año para que pueda recibir el sacerdocio este próximo domingo en la parroquia de San Lorenzo de Murcia.
Durante su etapa como diácono ha estado sirviendo en la parroquia de El Salvador de Caravaca de la Cruz, coincidiendo con el Año Jubilar de la Vera Cruz. Y en los últimos meses, desde agosto de 2024, ha estado en la Parroquia Santiago el Mayor de Totana. Un tiempo que afirma haber vivido «con mucha felicidad».
Ante la llegada del día de su ordenación sacerdotal se muestra «lleno de alegría», sintiendo que «Dios siempre le ha sido fiel y le ha acompañado».
«Él no me ha dejado, ha estado siempre conmigo y me da a entender que tampoco me va a dejar», cuenta.
Además, Portillo se muestra agradecido por haber recibido «la llamada» al sacerdocio: «Me ha elegido joven para que le pueda entregar toda mi vida, toda mi juventud; es un regalo inmenso poder entregarle toda mi vida; que no me aleje de él nunca», concluye.