Este nuevo espacio se podrá visitar gratuitamente todos los sábados y domingos, de 9 a 13h, para poder descubrir la restauración del edificio que permitió documentar las distintas etapas de este molino, construido durante el siglo XVII.
El Molino del Amor está llamado a ser un lugar de referencia para difusión de los valores naturales, históricos y culturales de la Huerta de Murcia.
El Molino del Amor ha sido testigo mudo de la tradición de la Huerta que
marca la identidad del municipio, un
lugar donde conocer nuestras raíces, y aprender sobre un oficio
tradicional que forma parte de la historia de Murcia.
Este enclave histórico culmina el itinerario verde urbano integrado por Murcia Río y El Malecón, y se incluye en la ruta de La Aljufía, un eje natural de 12,5 kilómetros que recorre esta acequia mayor y en el que destacan molinos hidráulicos, elementos patrimoniales y paisajes naturales característicos de la Huerta.
En este sentido, además de la historia y usos del Molino, se están programando diferentes rutas guiadas por lugares emblemáticos y cargados de historia y naturaleza, en este entorno.
Entre ellas destacan "Descubre la Huerta", que tendrá lugar el sábado 24 de mayo, desde la Contraparada al molino de los Canalaos. Se trata de una ruta, incluida en el programa de sensibilización ambiental donde los interesados bajarán por la acequia de la Aljufía para descubrir los elementos singulares que los habitantes de la Huerta han ido construyendo a su alrededor como son molinos, partidores y norias.
Otras rutas previstas, es "Por el Malecón hasta el Molino del Amor", diseñada para dar a conocer la estrecha relación que existe entre la ciudad y su Huerta, y cómo los habitantes gestionaron desde los inicios el riego proveniente del río Segura.
El Molino del Amor, como nuevo Centro de Visitantes, también será punto de encuentro y de información para las Rutas por la red de acequias de la Huerta, adentrándonos en la singularidad y riqueza natural y agronómica de este paisaje milenario.
Además de convertirse en lugar de referencia de las rutas para conocer el patrimonio y legado de la huerta, este enclave rehabilitado se sumará a otra de las visitas que recorren otros antiguos molinos de la Huerta como es el de Funes, de la Pólvora y Casianos conociendo su historia y recuperación.
Se ha valorado especialmente la recuperación de este patrimonio que se encontraba en desuso y que con su apertura en estos días festivos para muchos, supondrá un atractivo más dentro de la oferta cultural y turística del municipio.
Además en las próximas semanas su interior cobrará vida ya que estará equipado de paneles expositivos e instalación multimedia que acogerán documentación etnográfica con fotografías, vídeos y testimonios orales sobre la vida en la Huerta.
En este sentido los principales objetivos de su nuevo uso son reforzar la oferta turística y cultural de Murcia, además de difundir patrimonio y el legado de la Huerta, trasladando en su visita al espacio interior hasta el corazón del Molino como punto de partida para disfrutar de historia, tradiciones y naturaleza a través de las rutas por carriles y acequias del entorno
El Molino harinero, ubicado al final del paseo de El Malecón, se convierte así en punto de información y espacio para conocer, a través de una historiadora, su origen, trayectoria y usos a partir de este sábado, todos los fines de semana, excepto en verano.
El inmueble, que llegó a estar casi en ruinas, es una edificación de propiedad municipal que cuenta con una planta de unos 160 metros cuadrados, y ha sido recuperada gracias a una rehabilitación integral del edificio.
En su interior se muestran los canales originales que servían para el funcionamiento del molino, y los vestigios que dejaron en el terreno las diferentes ocupaciones que tuvo la edificación.
Está datado en el siglo XVII, aunque es muy probable que se construyera sobre un antiguo molino de origen medieval. En este punto la acequia se divide en tres ramales: la propia Aljufía, la Caravija a la derecha y la Zaraiche a la izquierda.
Perteneció al Convento de las Agustinas Descalzas de Murcia desde el año 1698 hasta la desamortización de Mendizábal en 1837, siendo bautizado como "molino del Amor de Dios".
De este molino harinero salía la harina con la que se elaboraba el pan ácimo para la Catedral. A finales del siglo XIX cambió de función, pasando a moler grano para el pienso de los animales.
Tras cesar su uso como molino en los años 40, se utilizó como comedor para los trabajadores de la fábrica de "Conservas Caravaca", de la que sólo queda en pie la chimenea situada junto al centro de salud.
En una de las paredes del molino aparece una pintura mural de color rojizo que representa un "duelo de espadas". En primer plano aparecen dos personajes masculinos con las espadas en alto y, entre ellos, una figura femenina con los brazos separados del cuerpo. Por la indumentaria se piensa que esta pintura se podría datar hacia la mitad del siglo XVII.
Desde hace años, el Ayuntamiento de Murcia ha trabajado en su rehabilitación para devolver a toda la ciudadanía este emblemático lugar de la Huerta, promoviendo su conocimiento y disfrute.
También se ha anunciado nuevos usos en el espacio anexo al Molino del Amor, donde se va a acondicionar en las próximas semanas ocho nuevas parcelas para ser cultivadas quedando integradas en el conjunto del Molino.
Estas parcelas van a ser destinadas a Huertos Urbanos, integrándose en la red de Huertos de Ocio existentes en el municipio. Con este huerto de ocio se alcanzarán los 14 en el municipio y 160 parcelas las cultivables.
Próximamente se hará una convocatoria pública para sacar a concurso estas 8 nuevas parcelas libres, junto con las 60 que queden disponibles, teniendo prioridad para acceder a ellas jubilados y desempleados del municipio.
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