“Todo está escrito, basta con saber leer”, dice Rossana Rossanda al analizar resultados de las elecciones europeas en Italia. Yo creo que esto se puede decir también en nuestro caso. Aquí la pregunta obligada es ¿a que espera la dirección del PSRM-PSOE para presentar su dimisión en pleno?. Si algo resulta ya insoportable es el autismo político de aquellos de quienes depende en primer lugar la posibilidad de que la derecha algún día sea desalojada del completo control del poder institucional en Murcia. ¿Cuándo, si no es ahora que se ha alcanzado la enésima derrota y se ha logrado lo que parecía imposible, volver a descender en porcentaje de votos -ahora ya por debajo del 30%, a 32 puntos de distancia del partido del gobierno regional- una alternativa política necesita una completa revisión de su línea y de las caras que la representan? Pero, paradógicamente, si podemos estar seguros de algo es de que esto es justamente lo que no va a ocurrir en Murcia.
Cuando parecía que la cuestión de la derogación del trasvase del Ebro podía ser conjurada al menos en parte con el fin de la sequía y el programa de desaladoras, manteniendo una aportación baja desde el Tajo, la complacencia frente a la actitud del gobierno y los dos grandes partidos castellano-manchegos de poner fecha de caducidad al Tajo-Segura , al rearmar el discurso victimista del PP murciano, evapora cualquier posibilidad de invertir el signo del destino fatídico que nos convierte en la mayor (proporcionalmente) despensa de votos conservadores. ¿Como se puede romper esta jaula de hierro de la que somos prisioneros?
Cuando el gobierno de España ofrezca un horizonte creible al llamado problema del agua en Murcia, y a los demás asuntos que el PP utiliza constantemente para condenar a su adversario murciano (el cierre de la financiación autonómica entre ellos) y cuando los profesionales e la derrota dejen paso a otras personas e ideas para confrontar con el PP de Valcárcel, y asuma la tarea inapalzable de refundar de verdad ( y necesariamente ha de ser un proceso doloroso, de cirugía profunda, no estos sucedáneos de la unificación de agrupaciones ) el partido de los socialistas murcianos, hoy una organización muy enferma e ineficaz con un alto grado de desorientación político-ideológica, deshaciendose del peso muerto que lo viene lastrando y desterrando prácticas clientelares de larga tradición y pactos internos para el control de la organización, y se abandone de ombligismo partidista, abriendo de verdad el partido a la Murcia progresista y a la sociedad de la que está cada vez más alejado, y haciendo una verdadera y eficaz labor de oposición hoy practicamente desconocida, tareas todas ellas arduas y que requerirán en el mejor de los casos mucho tiempo y no menos habilidad, pero que hay que acometer ya, sin tener que esperar a nuevas derrotas, incluida la pérdida del gobierno del Estado.








