ALICANTE.- La crisis económica que ha provocado el coronavirus y el aumento de las restricciones a los viajes en Gran Bretaña han dejado prácticamente sin conexiones aéreas con el Reino Unido a la provincia. Una
coyuntura que se produce en plena temporada baja, por lo que las
compañías que conectan el aeropuerto de Alicante-Elche con el Reino
Unido han dejado de volar a diario concentrando su oferta de vuelos los
fines de semana como, por ejemplo, hace Easyjet, que
sólo opera los viernes con Londres. Ryanair tiene programados más vuelos
pero, por ejemplo, el jueves no hubo ningún enlace con las principales
ciudades del Reino Unido y sólo Vueling voló a Cardiff, según publica el diario Información.
Esta situación explica la desoladora imagen de muchos de los hoteles vacacionales de la Costa Blanca,
que esperan una reacción del gobierno de Boris Johnson en diciembre,
mes para el que, curiosamente, siguen entrando reservas, lo mismo que
para el próximo verano. La crisis es cruel y la provincia ha pasado de
tener varios vuelos al día con Gran Bretaña a concentrarlos en unos
pocos días de la semana, y aún así ha mejorado la ocupación media de los
aviones. La esperanza está en la llegada de las vacunas y
los planes para 2021.
En medio de este bajón, Ryanair ha anunciado esta
semana que a partir del 1 de junio sumará un nuevo enlace con el Reino
Unido, en concreto a la conurbación de Teesside, una zona industrial del
nordeste de Inglaterra con 400.000 habitantes. En juego, los 2,8
millones de turistas británicos que eligieron la Costa Blanca para sus
vacaciones en 2019, y que este año se han quedado, debido a la pandemia,
en apenas 350.000.
Como mucho, si se controlaran los rebrotes, se acabara la cuarentena en Reino Unido
y los turistas perdieran el miedo a viajar, el aeropuerto atendería a
unos 3,8 millones de pasajeros hasta diciembre, un 75% menos de lo
esperado. Es decir, el covid lleva el tráfico en el aeropuerto a las
cifras hace 20 años.
Al margen del impacto en otros subsectores del turismo, los
británicos realizan 6,3 millones de pernoctaciones hoteleras al año,
primer mercado tras el que se sitúa Holanda, con 950.000 pernoctaciones
al año, Francia e Italia (790.000), Países Nórdicos (665.000) y Alemania
(514.000), según datos de Turisme.
Los ingleses representan la mitad de todo el mercado turístico (españoles
y extranjeros) y el 75% del foráneo pero con un perfil económico,
además, medio/bajo, lo que termina afectando a la caja. Fueron clave en
el conjunto del sector, pero los ingleses que eligen la Costa Blanca no
tienen el poder adquisitivo de los extranjeros que, por ejemplo, viajan a
Barcelona, Madrid o Sevilla, pero siguen siendo básicos. El sector
turístico había comenzado el año optimista y sin rastro de los supuestos
efectos negativos del Brexit, hasta el punto de que, para esta
temporada, la previsión sobre el turismo británico era que creciera un
2%, y un 4% en rentabilidad. Todo saltó por los aires en marzo.
El aeropuerto sólo tuvo ayer 18 vuelos con Barcelona, Madrid,
Estocolmo, Cardiff, Ámsterdam, Gotemburgo y Bruselas. Los enlaces con
Gran Bretaña han dejado de ser diarios y, además, el billete se ha
encarecido.
Por otro lado, los efectivos de la Guardia Civil que custodian a los
viajeros que llegan a Alicante en vuelos procedentes de países en los
que la incidencia del covid es muy alta, han levantado 24 actas de
sanción desde el pasado lunes, cuando empezó el control. Pasajeros que
llegaron sin la prueba PCR negativa y tuvieron que someterse al test de
antígenos, dando negativo y siguiendo el viaje, pero no se librarán de
la multa correspondiente, según lo establecido por el Gobierno.
En
general, los escasos turistas que han llegado esta semana a la Costa
Blanca han demostrado responsabilidad y todos han llegado libres de
covid, lo que no les exime de acreditarlo con una prueba PCR. Aena y
Sanidad Exterior controlan que los turistas que llegan a la provincia o
cualquier viajero procedente de países con incidencia fuerte de covid
presenten una prueba PCR negativo en covid con validez desde 72 horas
antes de iniciar el viaje. Los que no lo traigan se exponen a multas de
entre 3.000 euros y 600.000 euros (según la gravedad), y deberán
hacerse uno de antígenos.