BRUSELAS.- La Comisión Europea estudiará "con atención" el anuncio del Gobierno 
británico de suprimir la mayoría de aranceles sobre las importaciones 
europeas en caso de un Brexit sin acuerdo, pero ha avisado de que la 
Unión Europea no actuará de manera recíproca sino que aplicará el 
régimen arancelario en línea con las reglas de la Organización Mundial 
del Comercio (OMC).
"En el caso de que no haya acuerdo 
(de divorcio), la Unión Europea ya ha dejado claro que aplicará el 
régimen comercial ordinario para terceros países en todas las relaciones
 comerciales con Reino Unido", ha dicho en una rueda de prensa en 
Bruselas por portavoz jefe del Ejecutivo comunitario, Margaritis 
Schinas.
Bruselas cree que es "esencial" que la Unión 
Europea actúe de este modo para seguir siendo un socio comercial 
"fiable" para el resto del mundo, por lo que debe cumplir con las normas
 acordadas en foros internacionales.
El Gobierno británico prevé eliminar la gran mayoría de 
importaciones comunitarias en caso de una retirada sin acuerdo, ya que 
alrededor del 87% del importe total de las compras al exterior se 
beneficiaría de este régimen.
Asimismo, el plan de 
Londres pretende eludir la amenaza de una frontera dura con Irlanda, es 
decir, con controles físicos y aduana, al garantizar que no se impondrán
 controles adicionales sobre los bienes que atraviesen la frontera entre
 Irlanda e Irlanda del Norte.
Sin embargo, Bruselas ha
 recibido con frialdad el anuncio y ha dicho que "toma nota" del anuncio
 y que lo analizará "con atención", para comprobar si esta apertura tras
 el Brexit cumpliría con las reglas que marca la OMC y los derechos que 
se desprenden para la UE.
El portavoz comunitario ha 
avisado que la diferencia de trato comercial que plantea la parte 
británica con Irlanda y el resto de la Unión Europea "plantea 
preocupaciones".
 
 
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