MADRID.- Pedro Sánchez configuró un Ejecutivo abierto y de profesionales pero 
en la elección de los delegados de Gobierno en las 17 comunidades 
autónomas sí han pesado criterios de partido y electorales. El 
presidente socialista ha premiado a sus fieles y ha situado a rivales de
 los presidentes en los territorios críticos, como Andalucía, Castilla- 
La Mancha y la Comunidad Valenciana. Los delegados en Murcia y Cantabria
 serán los candidatos del PSOE a las autonómicas. La ejecutiva del PSOE 
queda tocada con más de una decena de nombramientos, según relata El País.
El presidente socialista no priorizó las claves internas del PSOE 
para la elección de los ministros, lo que dejó un cierto malestar en 
miembros de la dirección que no habían sido agraciados con un puesto 
gubernamental. Con el resto de niveles de la Administración, Pedro 
Sáchez ha buscado encontrar acomodo a sus fieles. 
En el reparto de 
delegados de Gobierno es donde más evidente se hace el premio a la 
fidelidad al secretario general del PSOE, que no ha dudado en situar a 
dirigentes críticos con los barones en los territorios más hostiles, 
sobre todo en Andalucía.
Un histórico rival de Susana Díaz, Alfonso Gómez Rodríguez de Celis, 
será delegado de Gobierno en Andalucía, mientras que un dirigente 
enfrentado a Emiliano García Page, Manuel González Ramos será el 
delegado en Castilla La- Mancha. 
Y Juan Carlos Fulgencio, delfín del 
secretario de Organización, José Luis Ábalos, y no afín a Ximo Puig, 
será el delegado en la Comunidad Valenciana. El presidente valenciano 
juzgó ayer con un lacónico “correcto” el nombramiento de Fulgencio, 
mientras la presidenta de la Junta destacó que ella misma nombró a 
Rodríguez de Celis “al frente de los puertos de Andalucía”.
Aunque Ferraz se puso en contacto con las federaciones para hablar de 
candidatos para ocupar las delegaciones (salvo en el caso de Andalucía, 
donde no hubo interlocución), la decisión ha sido del Gobierno. En estos
 territorios no se interpreta como una “declaración de guerra” los 
nombramientos, pero sí que “la sombra del 1 de octubre sigue planeando”,
 dice un presidente autonómico en referencia al comité federal de 2016 
en el que dimitió Pedro Sánchez.
Dirigentes significados en el apoyo a Sánchez en las primarias del 
PSOE serán delegados de Gobierno en comunidades como Castilla y León 
(Virgina Barcones) y Asturias (Delia Losa). En el caso de Aragón sí se 
llegó a un consenso entre la dirección del partido y el presidente 
regional, Javier Lambán, y será delegada la presidenta de la Federación 
Aragonesa de Municipios y Provincias, Carmen Sánchez.
La clave electoral también ha pesado en los nombramientos. Sánchez ha
 situado como delegados en Murcia y Cantabria a los respectivos 
candidatos del PSOE en las autonómicas, Diego Conesa y Pablo Zuloaga, 
que estarán solo unos meses en el cargo porque ser delegado de Gobierno 
es una de las causas de inegibilidad según la Ley electoral. Conesa y 
Zuloaga tendrán una plataforma para promocionarse.
Una decena de miembros de la Ejecutiva asumen responsabilidades de 
Gobierno. Además de tres ministros —José Luis Ábalos, Fomento; Carmen 
Calvo, vicepresidencia, y Magdalena Valerio, Trabajo— entre los 49 
miembros de la dirección federal del PSOE hay tres delegados de Gobierno
 (el de Andalucía, el de Castilla La- Mancha y el de Madrid), un 
secretario de Estado, un miembro del gabinete de Presidencia y un 
director general, además de la alta comisionada contra la pobreza 
infantil.
Esto preocupa en relevantes dirigentes del PSOE que consideran que el
 partido no debe quedar debilitado porque vienen procesos electorales 
importantes y hace falta preparar los programas y elegir candidatos. 
Ábalos, que sigue siendo secretario de Organización, descansará parte de
 su tarea diaria en su mano derecha, Santos Cerdán, pero no pretende 
renunciar al partido, según fuentes de su entorno. No está previsto que 
se reestructure la dirección.
 
 
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