MADRID.- La economía española lleva creciendo por encima del 3% desde 2015. Un cúmulo de vientos de cola, entre ellos boom
 del turismo, han ayudado a lograr esta robusta expansión. El turismo ha
 tenido una contribución positiva de 0,4 puntos porcentuales en el 
crecimiento del PIB en los dos últimos años, una cifra que va a menguar 
considerablemente y que puede afectar a otros sectores como el 
inmobiliario y, sobre todo, al mercado laboral, según recoge El Economista.
Desde
 el banco suizo UBS destacan que el número de turistas extranjeros y los
 ingresos que generan han crecido a doble dígito en los dos últimos 
años. El año 2017 cerró con un récord de visitantes extranjeros. Los 
81,8 millones de turistas que llegaron desde todas las partes del mundo son responsables en parte de la buena marcha de la economía española este año.
 Nunca hasta ahora se había logrado una cifra tan alta que le ha 
permitido convertirse en el segundo destino mundial, desbancando a 
Estados Unidos y únicamente por detrás de Francia. Los turistas han 
elegido España en detrimento de Turquía, Egipto o Túnez.
Gracias a estos movimientos del pasado, España ha disfrutado de un boom
 del turismo (junto con Francia y Portugal) que ha aportado 0,4 puntos 
porcentuales al crecimiento del PIB en España durante 2016 y 2017. Este 
favorable entorno "ha supuesto la creación de 250.000 puestos de 
trabajos desde 2015 y un fuerte efecto multiplicador sobre toda la 
economía".
El turismo ha pasado a suponer el 11,2% 
del PIB de España desde el 10,2% del año 2010, según datos del INE. 
Durante los años de recuperación este sector ha ganado peso, y este 
aumento es el que se refleja en la aportación positiva al crecimiento 
del PIB. Es decir, si la economía española creció un 3,1% en 2017, 0,4 
puntos de ese crecimiento son gracias al turismo.
Pero esta situación no se va a prolongar: 
"Más de la mitad de este crecimiento se puede atribuir al desplome del 
turismo en Turquía, Egipto y Túnez por los ataques terroristas y la 
inestabilidad política", destacan desde UBS.
El vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, ya destacaba hace unas semanas la "notable recuperación"
 de la demanda de los países competidores, especialmente de Turquía y 
Egipto. 
"Si la tendencia se acelera afectará a los destinos españoles de
 playa en los próximos meses y en verano", indica la patronal. Todavía 
se arrastra la débil demanda de británicos por culpa del Brexit.
La situación está cambiando relativamente 
rápido. Tanto el número de turistas como la cantidad de ingresos se 
están desacelerando en España desde pasado verano a medida que los 
competidores del Mediterráneo comienzan a recuperarse. 
"A
 medida que las heridas de estos países se cierran, los turistas 
empiezan a volver en detrimento de España, Portugal, y de una forma más 
suave lastrando también el turismo de Francia e Italia", según destacan 
desde UBS.
"En el mercado inmobiliario español ha 
reflejado el auge del turismo de los últimos dos años mediante una 
fuerte recuperación de los precios y las transacciones en los centros de
 las grandes ciudades y las principales zonas costeras... La entrada de 
turistas más lenta, probablemente, enfriarán los aumentos de precios 
interanuales en las áreas principales, pero esperamos que continúe la 
recuperación desigual (entre grandes ciudades y lugares premium, 
respecto al resto del país) en el mercado inmobiliario".
El mercado inmobiliario en las zonas ahora
 denominadas calientes podría comenzar a enfriarse. "La caída de los 
influjos de turistas y una regulación más estricta sobre los alquileres 
turísticos enfriarán los datos", aseguran los economistas de UBS.
Prevemos que el crecimiento del PIB en 
España retrocederá gradualmente en los próximos años a medida que los 
vientos de cola favorables (un euro débil, petróleo barato y políticas 
expansivas del Banco Central Europeo) y algunos factores idiosincrásicos
 (crédito positivo e impulsos fiscales, así como el auge del turismo ) 
se desvanecen. 
"Esperamos que el crecimiento del PIB real
 baje del 3,1% el año pasado al 2,8% este año y 2,3% el próximo, aunque 
debería mantenerse por encima del potencial hasta que el crecimiento 
global se pierda impulso", destacan los expertos de UBS.
Según los cálculos que manejan los 
expertos de UBS, la contribución del turismo extranjero en la actividad 
económica se reduciría en más de la mitad este año y aportará sólo un 
0,1 punto porcentual al PIB después. 
"Dado su alto efecto multiplicador 
en la economía en general, es probable que su desaceleración afecte a la
 creación de empleo y a los ingresos de los hogares, lo que tendrá un 
papel importante en la economía española", aseguran desde el banco 
suizo.
 
 
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