BARCELONA.- La crisis del coronavirus chino ya afecta a los centros portuarios españoles,
 donde la llegada de mercancías ha sufrido un notorio bajón debido a la 
parálisis en puertos del país asiático, según constata La Vanguardia. 
“El efecto ya se nota en 
España”, afirman fuentes de la patronal de la estiba. La principal 
asociación del sector, Anesco, confirmó ayer esta tendencia al 
alertar que, si la situación persiste las próximas semanas, la actividad
 de los mayores puertos españoles caerá hasta un 30%. 
“En los puertos españoles se está comenzando a percibir el efecto, 
que se traslada con aproximadamente cuatro semanas de diferencia 
respecto a la actividad portuaria asiática”, subrayaron. Las empresas 
prevén que las consecuencias se incrementen las próximas semanas y ya 
alertan de “pérdidas económicas importantes en las terminales”, 
así como en “otros agentes de la cadena logística”. 
Y ya apuntan a los 
estibadores: la disminución de la llegada de contenedores “conllevará 
una reorganización de las operativas y recursos empleados”, aseguran. 
El 90% del comercio mundial se lleva a cabo mediante transporte 
marítimo y China concentra una gran parte del mercado. En el 2018 los 
puertos españoles, en especial los situados en el Mediterráneo, 
gestionaron 8,7 toneladas con origen o destino a China, según datos de 
Puertos del Estado recogidos por Anesco. 
Según el ICEX, en el 2019 el 
9,1% de las importaciones y el 2,3% de las exportaciones totales 
españolas se realizaron con China. 
Uno de los puertos con mayor volumen de negocio con China es el de 
Barcelona. El 11% de sus exportaciones y el 41,9% de importaciones se 
llevan a cabo con el país asiático, según datos de la Autoritat 
Portuària. Eso sin tener en cuenta los movimientos en tránsito –el 
transporte de mercancías que hace escala en Barcelona–. 
En el puerto de 
Algeciras las importaciones de China alcanzaron el 34,48% del total el 
año pasado, mientras que las exportaciones supusieron un 7,29%. 
Las empresas estibadoras alertan asimismo que la “crisis marítima” 
provocada por el coronavirus “no se limita a los flujos comerciales 
directos” con China, sino que genera “la cancelación de escalas de 
buques completos en puertos españoles, reduciendo el comercio exterior 
con otros países”. 
La parálisis en fábricas y puertos chinos también ha puesto en alerta al
 sector textil. Algunas compañías, como Mango o Desigual, se plantean 
traer la ropa que producen en China en avión ante la imposibilidad de 
transportarla en barco para no desabastecer sus tiendas. 
 
 
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