AMBERES.- Las asociaciones de navieras y puertos europeos, European Community 
Shipowners’ Association (ECSA) y la European Sea Ports Organization 
(ESPO), respectivamente, han advertido sobre el riesgo que supone 
confiar exclusivamente en la electrificación de los muelles
 como alternativa a los combustibles fósiles. 
“Es una parte importante 
de la solución, y en algunos puertos la única”, ha reconocido la 
secretaria general de la ESPO, Isabelle Ryckbost. “Pero hay que 
encontrar soluciones equivalentes, porque podrían convertirse en activos
 en desuso”. 
En este sentido, Ryckbost ha explicado que no existen 
garantías del uso de la instalación por parte de las navieras una vez 
que las instalaciones estén disponibles, a lo que ha añadido la escasez 
de electricidad en algunas ciudades y su precio. 
De manera similar, el 
secretario general de la ECSA, Martin Dorsman, ha opinado que “debemos 
ser prudentes con la electrificación y mantener todas las opciones 
abiertas”.
En el marco de la European Shipping Week, celebrada del 17 al 21 de 
febrero en Bruselas (Bélgica), Dorsman ha reivindicado la necesidad de 
invertir en I+D para desarrollar tecnologías de cero emisiones. 
“Nos 
encontramos en el principio del proceso de desacarbonización y el primer
 paso es encontrar nuevos combustibles”, ha declarado. Con esta 
finalidad, las asociaciones internacionales que representan a esta 
industria han presentado una
 propuesta conjunta ante la IMO para establecer un fondo marítimo de I+D
 de 4.630 millones de euros, que sería financiado con impuestos en los 
combustibles.
Las navieras han remarcado que los primeros resultados en el ámbito 
de las nuevas tecnologías y combustibles son prometedores, especialmente
 para buques de short sea shipping (SSS). 
A esto, han añadido que los 
desarrollos deben madurar y estar disponibles de manera global tan 
rápido como sea posible para poder ser aplicados también en el 
transporte de mercancías de larga distancia.
Por su parte, Ryckbost ha subrayado que el gas natural licuado (GNL) 
“puede convertirse en un combustible de transición para los próximos 
diez o quince años”, aunque, según su perspectiva, la descarbonización 
total del ‘shipping’ requerirá del desarrollo de nuevos combustibles. 
“Habrá una necesidad sin precedentes de coalición y cooperación entre 
stakeholders y legisladores”, ha añadido la secretaria general de la 
asociación europea de puertos. “Y necesitamos cooperar también con los 
productores y proveedores de energía, no solo con las navieras”. 
A este 
respecto, la ECSA ha concluido que cambiar a un ‘shipping’ inteligente y
 seguro de cero emisiones es posible, pero requerirá un cambio radical 
en la industria marítima y su cadena de suministro.
Los puertos europeos, a través de ESPO, han asegurado durante las 
jornadas estar completamente comprometidos con la erradicación de sus 
emisiones de gases de efecto invernaderos (GEI). 
Las navieras han 
secundado la estrategia de la IMO de reducir las emisiones GEI del 
transporte marítimo de mercancías a nivel internacional al 50% en 2050 y
 también se han alineado con el objetivo fijado por las Naciones Unidas 
en la COP25 de Madrid, en la que se acordó limitar el aumento de la 
temperatura global en 1,5 grados centígrados.
En cuanto al Green Deal promovido por la Unión Europea, tanto ESPO 
como ECSA han alentado las iniciativas que contribuyan a estas 
finalidades. No obstante, en referencia al sistema de comercio de 
emisiones o Emissions Trading System (ETS) propuesto por la UE, ambos ha
 expresado sus dudas: 
“Su mecánica no es clara, no sabemos su impacto o 
consecuencias”, ha afirmado el presidente de la ECSA, Claes Berglund. 
“Queremos dialogar con la Comisión Europea al respecto”. Por su parte, 
desde el ámbito naviero han aconsejado que la UE presione a la IMO para 
el establecimiento de medidas para 2023, de manera que se asegure la 
competitividad del sector portuario europeo
Finalmente, la ESPO ha remarcado que el ‘shipping’ “es la forma de 
transporte comercial más eficiente en carbono, en términos de emisiones 
de CO2 por tonelada de carga movida y kilómetro”. 
Además, ha recordado 
que, según la ONG International Council of a Clean Transportation, esta 
industria redujo entre 2008 y 2015 sus emisiones en el 8%, pese al 
crecimiento del comercio global. 
O, en términos equivalentes, el 30% en 
la última década. Por este motivo, tanto la ESPO como la ECSA han 
lamentado que el SSS y las autopistas del mar no se haya tenido en 
cuenta en el Green Deal como alternativa modal junto al transporte ferroviario y de aguas interiores.
La ECSA propone que la UE desempeñe un papel de liderazgo a la hora de 
mitigar el cambio climático, sin distorsionar su competitividad 
internacional. “Europa debería asegurar que los objetivos de reducción 
de emisiones establecidos por la OMI se cumplen”, ha reivindicado. 
Concretamente, ha aconsejado que las instituciones europeas influencien 
en los procesos regulatorios de la OMI “de manera constructiva y 
equilibrada”, así como que aseguren el consenso entre sus estados 
miembro. 
Entre otros, teniendo en cuenta las inquietudes de los pequeños
 estados insulares y los países menos desarrollados. 
 
 
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