MADRID.- La decisión del Tribunal Supremo
 de corregir su doctrina reciente y cargar a los clientes el impuesto 
sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD) en la firma de hipotecas ha 
librado a las comunidades autónomas de devolver hasta 5.000 millones de euros, correspondientes a los créditos suscritos desde 2014.
 Con
 independencia del impacto que podría haber repercutido sobre el sector 
bancario, esta misma mañana Hacienda cifraba en esa cuantía millonaria 
el desembolso al que tendrían que haber hecho frente las 
Administraciones autonómicas, en un escenario de retroactividad fiscal 
que finalmente no ha sido reconocida por el alto tribunal.
 Después de dos días de deliberación y
 tras más de 15 horas, el pleno de la Sala de lo 
Contencioso-Administrativo ha decidido, por 15 votos a favor y 13 en 
contra, revocar la doctrina conocida el pasado 18 de octubre y cargar al
 hipotecado con el pago del tributo, como sucede desde 1995, desde la 
entrada en vigor del real decreto.
 Se mejora así el desenlace previsto por
 las propias entidades, las cuales aunque lamentaban el "giro radical" 
del Supremo, se comprometían a respetar cualquier veredicto final, y 
confiaban en que el abono de la tasa comenzara a ser efectivo únicamente
 a partir de la fecha de la sentencia.
 Los
 máximos responsables de la banca nacional adelantaban así que el fallo 
no obligaría a hacer dotaciones extraordinarias sino únicamente ajustes 
en su oferta comercial.
 Es el caso de CaixaBank, cuyo consejero delegado, Gonzalo Gortázar, descartó aumentar sus provisiones a
 cuenta de beneficios, y aseguró que, de imponerles finalmente este 
impuesto, adaptarían su práctica en el mercado hipotecario, aunque 
"quien no ha hecho algo mal no debe ser penalizado por ello".
 También Bankia,
 que no contemplaba "un escenario diferente" al perfilado en los últimos
 años por el Supremo, y el Banco Sabadell, que argumentaba que no 
tendría "ningún sentido" aplicar la retroactividad al impuesto de las 
hipotecas.
 Al conocerse después
 del cierre de los mercados, se espera que mañana la Bolsa respire y se 
recupere del susto inicial que castigó a los bancos españoles cotizados 
que, en un sólo día, sufrió un descalabro de más de 5.500 millones en su
 capitalización.
 De momento, si ayer, tras la primera jornada, el IBEX 35 subió
 un 0,20 % animado por el sector financiero, este martes la sesión ha 
transcurrido en sentido contrario, y el selectivo se ha dejado un 0,24 %
 y los 9.000 puntos lastrado por estos valores.
 De
 este modo, la banca, que continuará abonando otros costes menores del 
proceso de formalización, quedará exento de hacerse cargo de un gravamen
 que representa el 70 % de los gastos de constitución.
 
 
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