Algunos no 
son más tontos porque no se entrenan, como suele decirse. Y uno de 
esos algunos es Julian Assange, fundador de WikiLeaks, filtrador en 
jefe de millones de documentos oficiales de países varios y 
asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde hace cinco años. 
Acaba
 de poner de vuelta y media a ABC desempolvando portadas de la Guerra 
Civil con Franco y Hitler, sin tener ni idea de que también hubo otro 
ABC republicano con portadas de Stalin y de la hoz y el martillo.
Assange se refugió porque no quería dar la cara a unas acusaciones de
 violación en Suecia. El caso hace poco que se ha cerrado porque en 
Estocolmo han desistido ante la dificultad de seguir adelante, no por 
otra cosa. Pero el huésped de Ecuador se arriesga si sale de su encierro
 a ser detenido, primero en Londres por eludir una orden judicial y 
luego en EEUU por sus filtraciones.
Para el fiscal general Jeff Sessions, detener a Assange es ‘una 
prioridad’, aunque está por ver cómo abordaría un tribunal 
norteamericano un caso de libertad de expresión y de prensa. Pero por si
 acaso, Assange sigue asilado, aunque no está aislado, sino todo lo 
contrario.
Está en contacto  permanente con el resto del mndo. ¿Su medio de 
comunicación preferido? Twitter, naturalmente, como Donald Trump padre y
 tantos otros. Y uno de esos otros es Donald Trump hijo, o Jr. También 
recibe a gente en reuniones personales, como la que mantuvo el pasado 9 
de noviembre con Oriol  Soler, uno de los puntales del separatismo 
catalán, como ha revelado El País.
Antes de eso, Assange ya se había convertido en un forofo de la 
independencia. Llegó a decir que ahí estaba nada menos que el principio 
de la ‘I Primera Guerra Mundial en Internet’. Menudo bocazas, cuando es 
él que ha dado el turre día tras día con algo que ni le va ni le viene, 
pero que según algunas versiones le produce beneficios, le enjabona el 
ego y le mantiene ocupado para no oxidarse más.
¿Sólo eso o hay algo más? Este martes ha salido a la luz otra ristra 
de tuits que ya ha convulsionado una vez más a la Casa Blanca de Trump. Y
 a su propia familia. Y que también podría permitir al menos alguna 
interrogante en relación con Cataluña y España. La revista The Atlantic 
ha desvelado el intercambio tuitero entre WikiLeaks y el hijo mayor de 
Trump. No tiene desperdicio.
Ahora resulta que el Jr., que ya está en el punto de mira de los 
investigadores en EEUU por sus conexiones en la trama rusa, entró en 
contacto con WikiLeaks durante la campaña electoral del año pasado y 
aparentemente buscó inspiración, información y ayuda para que su padre 
ganara y perdiera su rival, Hillary Clinton.
Trump hijo, todo hay que decirlo, escribió mucho menos que los 
encargados de WikiLeaks. Pero hizo preguntas y agradeció alguna 
información que le dieron. Incluso su padre dijo en un mitin poco antes 
de las elecciones: ‘¡Me encanta WikiLeaks!’.
Ahora, un par de párrafos de Atlantic sobre unos tuits posteriores a 
la elección: ‘WikiLeaks escribió el 16 de diciembre a Trump Jr., quien 
para entonces ya era hijo de presidente electo. ‘En relación con el 
señor Assange, Obama/Clinton presionaron a Suecia, Reino Unido y 
Australia (su país natal), para ir ilícitamente contra Assange. Sería 
muy fácil y ayudaría mucho que tu padre sugiriera que Australia nombrara
 a Assange embajador en Washington’.
Ese descaro y esa desfachatez no terminó ahí, sino que continuó 
incluso con consejos sobre cómo podría pedirle Trump el favor al primer 
ministro de Australia: ‘¡Es un tipo muy listo y el australiano más 
famoso que tienes! O algo así. No lo harán, pero será una señal para que
 Australia, Reino Unido y Suecia empiecen a cumplir la ley dejen de 
plegarse ante los Clinton para congraciarse con ellos’.
Aquello no salió, efectivamente. Pero la revelación de este 
intercambio por The Atlantic ha vuelto a escandalizar en cuestión de 
pocas horas a un EEUU que no acaba de curarse de espanto con las cosas 
de la familia Trump (no Trapp, que ellos desafinaban menos). Y deja en 
el aire otras posibles opciones. ¿Pudo salir en la conversación entre 
Assange y Oriol Soler alguna idea similar, como los buenos oficios una 
vez proclamada la República Catalana para que Australia lo nombrara 
embajador en Barcelona?  Pues también va a ser que no. So sorry, 
distinguished Aussie!
(*) Periodista
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario