MURCIA.- La pesca extractiva y la acuicultura 
murcianas aceleraron durante el pasado ejercicio su progresión y en términos 
económicos, los ingresos se elevaron por cuarto año consecutivo y 
llegaron hasta los 14,6 millones de euros, la cota máxima histórica.
   Así se desprende de la Memoria del Consejo Económico y Social de 
la Región de Murcia (CESRM) correspondiente a 2013, que achaca estos 
buenos resultados al aumento de las capturas y al desembarco en los 
puertos de la Región de casi 6.000 toneladas, lo que supone un 
incremento anual del 22,2 por ciento.
   Sin embargo, lamenta que esta pujanza en el sector pesquero no se 
traslade al empleo, prácticamente estable, con 552 trabajadores ocupados
 en 2013, dos más que el año precedente.
   Por modalidades de pesca, todas mejoran en términos de captura e 
ingresos, pero con desigual intensidad. Frente a las 80,1 toneladas y un
 30,3 por ciento de ingresos que suman 4,7 millones en artes menores, 
las de cerco fue la que más ingresos generó en 2013, con 4,7 millones. 
En arrastre apenas cambió el importe pese a que las capturas se expanden
 el 23,7 por ciento.
   Por cofradías, únicamente empeora la actividad en Águilas, "tanto 
desembarcos como ingresos". La de San Pedro es la que registra mejor 
evolución, "con fuertes subidas en ambos componentes"; en la de 
Cartagena es notable la elevación de la cantidad pero leve la del 
importe; y en Mazarrón repuntan moderadamente capturas y valor.
   En esta línea, el CESRM resalta que la campaña acuícola de 2013 
"es una de las mejores de los últimos años pese a que desciende en atún 
rojo, limitado por las restricciones impuestas a su captura y engorde".
   En concreto, la producción creció un 17,5 por ciento respecto a 
2012, en el que se registró una tasa del 4,3 por ciento y totalizó más 
de 11.000 toneladas, que es la cifra más elevada históricamente. Una 
actividad, según el CESRM, que generó unos ingresos de 68 millones; un 
importe, no obstante, que queda lejos de los registros que se alcanzaron
 en 2002 y 2004 por el desplome del atún rojo.
   En el campo de la agricultura, los resultados fueron positivos 
contribuyendo a la expansión, que no habría sido posible sin la 
aportación de las frutas y hortalizas. Mientras que el valor de las 
producciones ganaderas aumentó un 3,5 por ciento impulsado por la 
recuperación del precio medio.
   En la industria se registra una contracción del 2,9 por ciento y 
tras un bienio de significada recuperación, agrava el pasado ejercicio 
la "involución" que experimentó un año antes. Así, la pérdida de 
actividad industrial se traslada al empleo, que vuelve a su senda 
decreciente.
   Mientras que en el sector de la construcción advierte que no 
termina la "profunda" crisis y la construcción de viviendas "sigue en 
una sima, en niveles ínfimos y muy alejados los niveles que pudieran 
considerarse normales dadas las condiciones demográficas y 
socioeconómicas de la Región".
   En opinión del CESRM, "el objetivo de reducción del déficit 
público ha hecho mella especialmente en la inversión como vía de ajuste 
del gasto, lo que lastra la capacidad de dinamizar el sector e 
indirectamente la del conjunto de la economía".
 "La consecuencia es una 
nueva y relevante pérdida de empleo y el desplome general de un sector 
en magnitudes históricas que serán recordadas en décadas", indica.
   En cuanto al sector servicios, "tampoco evita una nueva 
contracción económica". Sin embargo, la bonanza de la campaña turística 
mitiga la recesión en 2013, ya que después de un bienio previo 
"regresivo" se acrecienta el número de viajeros y pernoctaciones algo 
más del 4 por ciento, tanto por la mayor llegada de turistas nacionales 
como de extranjeros.
   La expansión del turismo de ciudad es relevante, sobre todo en 
Murcia, Cartagena y Lorca-Puerto Lumbreras, pero sobre todo en las dos 
últimos. Se califica de moderada en la costa como consecuencia de alzas 
que anulan los fuertes decrementos en Mazarrón y el Mar Menor (siendo 
excluida La Manga). Por contra, el turismo de interior decrece.