MURCIA.-  La Cámara de Contratistas de Obras Públicas 
de la Región de Murcia ha detectado que "algunas" administraciones 
públicas no están pagando las certificaciones de obra corrientes 
emitidas desde el 1 de enero de 2012, y sospecha que las empresas 
proveedoras no van a ver satisfecha la deuda "en mucho tiempo", puesto 
que no confía en el desarrollo de un nuevo plan de pagos.
   Se trata de un hecho de "gravedad extrema" que los contratistas 
exigen corregir a las administraciones públicas, según ha demandado el 
presidente de la Cámara, Luis Ramón Fernández, quien ha comparecido en 
rueda de prensa junto al vicepresidente de la Junta Directiva, Enrique 
Fernández-Delgado, y el secretario de la entidad, José María Riquelme.
   A pesar de que el Gobierno central está ejecutando los planes de 
pagos puestos en marcha y cumpliendo los plazos, los contratistas creen 
que no va a haber más planes de este tipo, por lo que reivindican a 
partir de ahora "el pago puntual y estable" de todas las certificaciones
 de obra, algo que "ya se ha incumplido en los primeros cinco meses del 
año", según Fernández.
   En cualquier caso, ha remarcado que, si las administraciones 
públicas incumplen el pago en 2012, las empresas "son libres" de tomar 
medidas y de "asumir los riesgos que crean convenientes", ya que estos 
impagos son "un hecho gravísimo" que aboca los negocios "al cierre y al 
despido de trabajadores".
   "No invito a nadie a acudir a la Justicia, cada empresa es libre",
 ha puntualizado Fernández, quien ha recordado que "también ha habido 
empresas que se han adherido al plan de pagos y otras que han optado por
 la vía judicial". No obstante, ha añadido que, con la ley en la mano, 
las empresas pueden apelar "a la ley de contratos, que exige el pago en 
30 días, o de morosidad, que amplía el plazo a 45 días".
   Fernández no ha querido especificar el montante que alcanzan estos
 impagos ni ha señalado las administraciones que han incumplido la ley 
en estos primeros meses de 2012, algo que a su juicio "corresponde a las
 empresas destapar", aunque se ha remitido a "las administraciones que 
incumplieron en 2011", entre las que ha citado tanto a comunidades 
autónomas como a ayuntamientos.
   No obstante, ha destacado que el Plan de pago a proveedores se ha 
comenzado a ejecutar la semana pasada, algo que ha considerado de "vital
 importancia", pero ha reiterado su denuncia sobre la imposición que 
supone "la renuncia a los intereses de demora", que podrían ascender a 
unos 300 millones de euros para los proveedores de la Comunidad 
Autónoma.
   Esta cifra resulta de retraer el ocho por ciento que supone el 
interés a los 2.700 millones de euros de deuda que tenía contraída la 
Comunidad Autónoma y multiplicarlo por los dos años de atraso que 
arrastraban los proveedores por término medio en el cobro de sus 
facturas.
   Por otra parte, Fernández ha lamentado que, últimamente, se están 
produciendo "suspensiones de varias licitaciones de obra pública, tanto 
de la Comunidad Autónoma como de los ayuntamientos" que alcanzan un 
importe de unos 50 millones de euros, y ha citado como ejemplo, "sin ir 
más lejos", las obras de las costeras de la ciudad de Murcia.
   Ha estimado que sólo la paralización de las costeras, que ya 
habían sido licitadas, van a suponer una pérdida de dos millones de 
euros para las 298 empresas que se habían presentado al concurso, por el
 coste de los avales técnicos y de los proyectos, entre otras cosas, 
mientras que el Ayuntamiento habrá gastado un millón de euros.
   En esta misma tesitura se encuentran, según Fernández, el 
auditorio de Cehegín que supone un coste de 12 millones de euros, así 
como diversas obras en Torre Pacheco y en Lorca que ya estaban licitadas
 y se han paralizado.
   A pesar de la disminución de la inversión por parte de las 
administraciones públicas y la supresión de determinados proyectos, la 
Cámara de Contratistas de Obras Públicas de la Región de Murcia aumentó 
sus asociados en 2011 con diez nuevas empresas adheridas, algo que 
Fernández ha considerado "hasta raro".
   De hecho, del total de 85 asociados a la Cámara, Fernández ha 
explicado que puede haber 20 ó 30 en situación de concurso de acreedores
 por la situación económica, lo que "no quiere decir que tengan 
comprometida su viabilidad".
   Como consecuencia de la situación de crisis económica, la Cámara 
de Contratistas ha detectado un mayor número de empresas ajenas al 
sector de las obras públicas y no especializadas que acceden a las 
licitaciones de las administraciones.
   Ha remarcado que hace dos años hubo una reforma legal en materia 
de contratación pública por la cual, todas las obras cuyo importe no 
supere los 300.000 euros, no requieren la clasificación administrativa 
para poder licitar.
   Este hecho puede dar lugar, por ejemplo, a que empresas no 
especializadas puedan concursar en proyectos de rehabilitación del 
patrimonio histórico artístico algo que, según denuncia públicamente, 
está sucediendo en Lorca, donde la "ausencia de exigencia" está haciendo
 que cualquier compañía "pueda optar a intervenciones muy 
especializadas".
   A la vista de esta coyuntura y en base a sus previsiones, 
Fernández no ve "signos de recuperación de aquí a final de año", y pone 
en duda que la recuperación llegue en 2013, tal y como "afirma todo el 
mundo". 
"Sería deseable, pero tengo dudas razonables", ha zanjado.
   Para lograr la recuperación, el presidente de los contratistas ha 
insistido en pedir a las administraciones públicas "que ejecuten sus 
partidas de inversión" y que no suspendan proyectos, al tiempo que ha 
demandado a las entidades financieras "que aceleren las posibilidades de
 conceder créditos y sean más flexibles".
   Por lo que respecta a los indicadores más reseñables en el ámbito 
de la obra pública, la Región de Murcia, tras dos años liderando los 
descensos absolutos y porcentuales de licitación, queda en 2011 en un 
término medio en cuanto a reducción de inversiones, si bien sigue 
presentando unas cifras "tremendamente desalentadoras".
   En concreto, la Comunidad Autónoma registró un 45,8 por ciento 
menos de inversión que en 2010, con el consiguiente efecto de arrastre 
sobre la industria auxiliar y de materias primas y materiales del 
sector.
   La inversión total ascendió a 250,10 millones de euros, cuya menor
 cuantía "hace que este subsector prolongue una situación muy delicada, 
con grave riesgo de destrucción del tejido regional de pymes que se 
dedican a la obra pública, y que se acentuará por la falta de 
inversiones de las administraciones en los próximos cinco años".
   El descenso en la inversión no se reparte por igual entre el 
conjunto de las administraciones, pues mientras los ayuntamientos lo 
lideran con un 81,9 por ciento menos (44,08 millones de euros), la 
Comunidad Autónoma arroja un porcentaje de descenso del 51,5 por ciento 
(59,40 millones de euros), y el Gobierno central lo disminuye un 52,7 
por ciento, con una cifra licitada de 146,63 millones.