MURCIA.- El secretario general y portavoz parlamentario de Podemos Región de 
Murcia, Óscar Urralburu,  ha señalado que en el PP "le han tomado el gusto a reírse de 
todos los murcianos y murcianas al hablar de la situación de Pedro 
Antonio Sánchez. Ahora hasta en Génova y Moncloa se atreven a mentir de 
una manera bochornosa acerca de su situación judicial. Si bien, toda la 
ciudadanía sabe que el presidente regional del PP, Pedro Antonio Sánchez
 va a ser juzgado por corrupción, por usar el dinero de todas y todos 
para sus asuntos privados y en beneficio personal, y por adoptar 
resoluciones injustas a sabiendas y pedir y obtener subvenciones sin 
cumplir las condiciones. Esto lo dicen fiscales y jueces tanto de Murcia
 como de Madrid". 
Urralburu ha afirmado que al Partido Popular "ya no lo cree nadie, ni
 muchísimo menos en la Región de Murcia. Empresarios, agentes sociales, 
sindicatos y sociedad civil lo tienen muy claro. Pedro Antonio Sánchez 
está procesado por delitos de corrupción, y por tanto, tiene que dejar 
su acta y dedicarse a su defensa desde la esfera privada,  sin vivir a 
costa del sueldo que le pagamos todos y todas. La gente está harta de 
que le tomen el pelo y les mientan de una forma tan descarada y de ver 
cómo en el PP hacen usos personales del dinero público".
Aunque, ha dicho el portavoz parlamentario de Podemos, "en el PP 
intentan manipular e instrumentalizar para seguir con la mentira acerca 
de sus acusados". 
Desde Podemos, ha asegurado Óscar Urralburu, "sabemos 
que la gente ya los tiene calados porque, por ejemplo, en el Auditorio 
de Puerto Lumbreras el caso es claro. Se le acusa de obtener 
fraudulentamente una subvención de 6 millones, destinar ese dinero a 
objetos distintos al subvencionado, y además, contratar al arquitecto 
irregularmente; eso es corrupción en mayúsculas, sin contar que, además,
 aún hay una pieza separada en la que se están investigando las posibles
 malversaciones y delitos similares".
Lo cierto es que en el Partido Popular, ha añadido Urralburu, "esto 
es una práctica habitual. La prevaricación administrativa y el fraude de
 subvenciones es algo cotidiano para un dirigente público, según el PP. Y
 si fuese poco con esto, en la Púnica le acusan de querer utilizar 
dinero público en beneficio privado. Supongo que eso tampoco supone 
mayor problema para el señor Maíllo o para Sáenz de Santamaría".
Asimismo, Óscar Urralburu ha incidido en que "el límite de la 
honradez y ejemplaridad para el PP ya no está siquiera en el Código 
Penal, sino en determinados capítulos de éste; el adoptar resoluciones 
injustas a sabiendas (prevaricación), el obtener indebidamente 
subvenciones (fraude de subvenciones) o el contratar irregularmente con 
dinero público, no es algo reprochable para el PP estatal, lo cual nos 
resulta tan reprobable como preocupante".

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