CARTAGENA.- Los distintos grupos parlamentarios hicieron públicos este 
miércoles sus informes sobre la Comisión de investigación de la 
Desaladora de Escombreras, aunque todavía están por decidir las 
conclusiones definitivas.
Por su parte, los socialistas consideraron 
"urgente" que el Gobierno regional llegue a un acuerdo con el grupo ACS 
para adquirir la planta desaladora de Escombreras. El grupo 
parlamentario socialista presentó este miércoles las conclusiones a las 
que llegó su grupo tras escuchar las comparecencias en la comisión de 
investigación de la desaladora en la Asamblea Regional.
En ese sentido, advirtieron de que el "coste real" de la 
planta era de 140 millones de euros y creen que se podría llegar a un 
acuerdo de compra en el que "se descuente" lo que ya se pagó. El 
socialista Jesús Navarro incidió en que de ser así la infraestructura 
"puede ser viable y muy necesaria para uso agrícola". 
El grupo planteó, asimismo, que se realicen auditorías para 
estudiar la "situación financiera" y la viabilidad de la planta y que se
 redacte un plan de viabilidad económica en el que se contemplen las 
inversiones "necesarias" para abaratar los costes del agua. En este 
punto, indicó que estos costes se podrían reducir introduciendo la 
energía solar y pidieron a la Confederación Hidrográfica del Segura que 
"inicie los trámites" para que el agua se destine al uso agrícola.
Asimismo, el secretario general del partido en la Región 
informó de que quieren remitir las conclusiones a la Fiscalía porque 
advirtieron que se "pudo incurrir en indicios de ilícito penal", como 
harán también Ciudadanos y Podemos, y también las enviarán al Tribunal 
de Cuentas "porque pudiera derivar responsabilidad contable".
Entre las conclusiones más destacadas, Tovar indicó que 
percibieron el "perjuicio" que ha supuesto la desaladora para el erario 
público, "es un escándalo, hay una sensación de impunidad y unas 
obligaciones muy gravosas para las arcas públicas", dijo antes de añadir
 que hay que "parar la sangría económica" de esta infraestructura porque
 de lo contrario "el PP usurpará el dinero de las políticas sociales 
para la Región".
Esperarán a consensuar las conclusiones con el resto de los 
grupos en la comisión para remitirlas a la Fiscalía, aunque saben que 
habrá puntos en los que no haya consenso porque "el PP niega sus 
responsabilidades. Es difícil que asuman el escándalo y pelotazo que 
crearon al firmar los 26 convenios con ayuntamientos".
Solicitaron asimismo que el expresidente regional Ramón Luis
 Valcárcel dimita de su cargo como vicepresidente en el parlamento 
europeo. Afirmaron que el aval que firmó el Gobierno "ha hipotecado el 
futuro a corto y medio plazo" y añadieron que se hicieron las 
operaciones "sin contar con los servicios jurídicos. De haber realizado 
la licitación el ahorro hubiera sido de más de 300 millones".
"La comisión ha hecho un trabajo brillante", concluyó el 
portavoz del grupo, Rafael González Tovar, que aseguró que "hay que 
resolver el problema de la desaladora y la repercusión que tiene en la 
Región" aludiendo a que el "fraude y escándalo" de esta infraestructura 
"no puede quedar impune".
El portavoz de Ciudadanos (C's), Miguel 
Sánchez, informó de que en las conclusiones que elaboró su grupo sobre 
la desaladora de Escombreras ven como "principales responsables de la 
trama" al expresidente regional, Ramón Luis Valcárcel, y al exconsejero 
de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá.
Consideran que la construcción y puesta en marcha de la 
desaladora fue "una trama para cambiar el modelo socioeconómico de la 
Región y recalificar 180 millones de metros cuadrados para desarrollos 
urbanísticos". Para ello, continuó se creó el Ente Público del Agua, hoy
 extinto, que "sortea la ley de Aguas que requería el informe de la 
Confederación Hidrográfica del Segura".
Recordó Sánchez que la desaladora se creó a través de "un 
entramado de empresas" y que se constituyó mediante "cláusulas leoninas 
en perjuicio de los intereses de los murcianos". Sánchez aseguró que en 
dicha trama se "beneficiaban" empresas privadas y que estos hechos 
ocurrieron "de espaldas a los servicios jurídicos de la Comunidad" 
apoyándose en gabinetes externos.
"Es un negocio ruinoso para los murcianos donde los responsables son Valcárcel, Cerdá y Amalio Garrido", concluyó. 
El diputado de Podemos en la Asamblea 
Regional, Antonio Urbina, también presentó el informe de su grupo 
parlamentario que contiene el análisis y conclusiones que se derivan de 
la fase de comparecencias de la Comisión de Investigación relativa a la 
Desaladora de Escombreras.
Urbina afirmó que entre las conclusiones que contiene el 
documento se encuentra la de que tanto el expresidente regional, Ramón 
Luis Valcárcel, como el exconsejero, Antonio Cerdá, actuaron sin tener 
en cuenta "los intereses públicos" de la Región de Murcia.
Según el parlamentario de Podemos, los principales indicios 
apuntan a presuntas irregularidades tanto de Valcárcel como de Cerdá en 
diversos ámbitos. Entre ellos, "la participación en el diseño de un 
entramado cuyo objetivo es evitar la convocatoria pública para la 
construcción de una desaladora que debía suministrar agua al Ente 
Público del Agua. Agua que se iba a utilizar para facilitar los futuros 
desarrollos urbanísticos de 26 Ayuntamientos evitando así los 
preceptivos informes de la Confederación Hidrográfica del Segura".
Si bien, como añadió Antonio Urbina, "no acaba ahí la cosa. 
En todo el proceso se evita acudir a los servicios públicos de asesoría,
 tales como el Servicio Jurídico o la Intervención General de la 
Comunidad. Esta asesoría pública se sustituye por la de empresas 
privadas a las que se condiciona con muy poco margen de maniobra hacia 
el establecimiento de una forma legal para el entramado de empresas 
elegidas o creadas con antelación".
En relación a los contratos que asumen desde el gobierno 
regional para hacer pública la empresa Desaladora de Escombreras, tal y 
como explicó Urbina, se ve que son "claramente leoninos, asimétricos y 
con falta de reciprocidad. Lo cual ha dado lugar a graves perjuicios 
financieros para la Comunidad". Entre esos perjuicios, añadió, el que 
causa la carta aval que la EPA entrega a Banesto, "que obliga a la 
Comunidad a asumir riesgos financieros enormes, no respaldados por 
ninguna garantía relacionada con el futuro suministro de agua a los 
ayuntamientos".
Como recomendación, en el informe presentado por el diputado
 del Grupo Parlamentario Podemos, Antonio Urbina, indica que los 
servicios jurídicos de la Comunidad "deberían estudiar en profundidad 
los contratos de 'arrendamiento financiero' y de 'operación y 
mantenimiento' que vinculan a la sociedad mercantil regional 'Desaladora
 de Escombreras S. A.' con las empresas privadas Hydromanagement y 
Tedagua. Tras ese estudio deberían emitir un informe relativo a las 
posibilidades de denuncia y declaración de invalidez de dichos contratos
 por abusivos y por falta de reciprocidad".
También aseguró Urbina que los servicios de intervención de 
la Comunidad podrían realizar un estudio detallado de todas las 
cantidades ya pagadas por parte de 'Desaladora de Escombreras S.A.' a 
Hydromanagement y Tedagua, puesto que existen "claros indicios de que lo
 ya pagado supera el valor inicial (y por tanto también el actual) de la
 planta desaladora". Estos informes, subrayó, podrían "dar paso a una 
negociación transparente entre la Comunidad y el grupo ACS con el 
objetivo de adelantar la toma de posesión, a coste cero, de la planta 
desaladora".
Respecto a la viabilidad técnica de la desaladora, el 
diputado de Podemos aseguró que "es muy probable que la desaladora sea 
viable y que pueda alcanzar costes de operación y mantenimiento 
compatibles con precios para el agua desalada dentro de los márgenes del
 mercado actual". Aunque, matizó, "es conveniente que la Consejería de 
Agua, Agricultura y Medio Ambiente lo certifique".
Por último, Antonio Urbina incidió en que "lo más 
conveniente" es que el caso de la desaladora de Escombreras "sea 
esclarecido" antes de la tramitación de los presupuestos de la Comunidad
 para 2017, "de forma que en el proyecto de Ley de Presupuestos de la 
sociedad mercantil regional 'Desaladora de Escombreras S. A.' el 
resultado del ejercicio sea de cero euros, es decir, que no sea 
necesario transferir cantidad alguna desde la Consejería de Agua, 
Agricultura y Medio Ambiente, a través de Esamur, para cuadrar las 
cuentas".
Finalmente, el Grupo Parlamentario Popular 
consideró en las conclusiones que emitió tras las comparecencias de la 
comisión que investiga la Desaladora de Escombreras que "el único 
requisito que resta para asegurar su viabilidad" es renegociar los 
precios del contrato de operación y mantenimiento que se suscribió con 
Tedagua. Sugieren "adaptarlos" a la "realidad" de la instalación y a los
 consumos "específicos" de energía y a los costes fijos de operación y 
mantenimiento.
El portavoz del grupo parlamentario, Víctor Manuel Martínez,
 y el diputado Juan Luis Pedreño presentaron unas conclusiones en las 
que insisten en la "renegociación de los contratos de arrendamiento, 
operación y mantenimiento", así como que se pida al Gobierno regional a 
que "revise a la baja" las condiciones originales de gestión y 
mantenimiento de la desaladora.
"Se tienen que renegociar unas condiciones que están 
desfasadas para hacer viable la planta", dijo Martínez que también 
insistió en que es "un mito" que la desaladora costara 600 millones de 
euros. "Se faltó a la verdad, la renegociación es importante porque la 
planta es vital para el campo de Cartagena", afirmó.
Entre el resto de conclusiones que expusieron destacan 
aquellas que aluden a las responsabilidades políticas de la 
infraestructura. Señalaron que "no pueden juzgarse sin tener en cuenta 
su origen". Recordaron que "se siguió escrupulosamente las indicaciones 
de los informes de distintos despachos de abogados, "especialmente de 
Ariño y Asociados".
Para ello recordaron que el déficit de agua de la Región 
llevó a aprobar por unanimidad en la Asamblea la ley de creación del 
Ente Público del Agua (EPA), que actualmente está extinguido. Apuntaron 
que en su exposición de motivos se advierte de que el objetivo de 
creación del ente es "conseguir con la mayor urgencia posible contar con
 agua desalada para aprovisionamiento de la población, sin descartar 
otros usos".
Los populares insistieron en la "utilidad" de la desaladora 
para el campo de Cartagena e indicaron que atiende "a más de 100 
clientes y está funcionando a pleno rendimiento con una producción de 20
 hectómetros cúbicos de agua desalada para el sector agrícola".
Desmintieron que se haya podido demostrar que se haya 
cometido alguna ilegalidad. En palabras de Pedreño, "nadie ha 
cuestionado ningún aspecto legal de la desaladora, no se ha incumplido 
ninguna ley" en la puesta en marcha del proyecto. Aseguró que se optó 
por un formato de contratación público-privado "en unas condiciones más 
ventajosas que otras opciones para atender la demanda de agua de los 
ayuntamientos de la Región".
Por último, los populares insistieron en que las 
conclusiones que presentaron otros grupos parlamentarios "son las mismas
 que hace un año" y que con ellas persiguen "dañar al Partido Popular 
para obtener rédito político, pero no tienen ningún interés en hacer 
viable la desaladora". 
 
 






