BARCELONA.- Las oficinas parecen haberse convertido en un dolor de cabeza para los 
bancos. No es que no las necesiten, pero sí que suponen un reto por los 
nuevos hábitos de los clientes y una red que creció enormemente durante 
los años del boom económico e inmobiliario. Con la crisis empezaron a cerrar, y todavía no han terminado; al contrario, el ritmo crece, según Economía Digital.
En los primeros seis meses de 2018, los cinco principales bancos de España cerraron 541 oficinas,
 según datos de las propias entidades. A 30 de junio, Caixabank, el 
Santander, BBVA, Bankia y el Sabadell tenían en España 16.296 sucursales
 bancarias, el 3,3% menos que cuando empezó el año. Entre las cinco, cerraron tres oficinas al día.
Caixabank, banco líder en España, también es el que 
tiene la mayor red de oficias y cajeros, así como la mayor plantilla. La
 entidad que preside Jordi Gual terminó el primer semestre con 4.742 oficinas, 132 menos. En el último año, ha cerrado cerca de 200 oficinas.
Banco Santander es el segundo con la mayor red, pero
 es el que más intensamente está cerrando sucursales en cifras 
absolutas: 151 en el primer semestre, hasta las 4.469. El banco 
presidido por Ana Botín acrecentó la corrección, tanto en oficinas como en empleados, tras la compra del Popular.
BBVA cerró el 4,6% de su red en España en los primeros seis meses de este año, quedando con 2.881 oficinas, 138 menos. Bankia
 sufrió un caso similar al del Santander, por lo que fue el banco que 
más sucursales cerró respecto al total de su red, el 4,9%, tras la 
fusión con BMN. El banco del FROB tiene 2.284 oficinas, 118 menos que en enero.
Banc Sabadell es el único de los cinco grandes bancos españoles que mantiene su red prácticamente intacta. La entidad que preside Josep Oliu cerró solo dos oficinas en el primer semestre, y tiene 1.920. Eso sí, en la segunda mitad de 2017 había clausurado 75.
Crecimiento y caída de la red de oficinas bancarias
España vivió, durante los años de expansión económica,
 un gran crecimiento del número de oficinas. Se decía que, en cada nueva
 promoción de viviendas –que abundaban hasta en los pueblos más 
recónditos de España–, el banco o caja que financiaba la promoción abría
 una oficina en los bajos del edificio para dar las hipotecas a los 
compradores. Aunque exagerado, este tópico sirve para hacerse una idea 
de cómo crecieron las redes bancarias.
Con la crisis, se inició el camino contrario. Pero los cierres se 
producían más por las fusiones de bancos y cajas, que generaban 
duplicidades, que porque hubiera un sobredimensionamiento. España era, y
 sigue siendo, el país de la Unión Europea con más oficinas respecto a 
su población.
Ahora, con la recuperación económica, los cierres de oficinas no solo no han cejado sino que van a más, al menos en los grandes bancos. En
 el primer semestre de 2018 cerraron 541, cifra que supera en un 67% la 
de los seis meses precedentes. Entre julio y diciembre de 2017, 
Caixabank, el Santander, BBVA, Bankia y el Sabadell bajaron la persiana 
de 324 oficinas.
Las nuevas oficinas de la banca, más grandes y modernas
¿A qué se debe que estén cerrando más oficinas pese a la recuperación
 y a que los bancos ya ganan dinero como antes de la crisis? Por un 
lado, hay casos particulares, como el Santander y Bankia: están 
absorbiendo al Popular y BMN respectivamente, por lo que se encuentran 
en un proceso de racionalización de su red.
Por otro lado, hay una nueva tendencia que está obligando a las 
entidades a adaptarse. Los españoles “prefieren ir al dentista que al 
banco”, dijo Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, en la presentación en 2016 de ImaginBank.
 Muchos clientes cada vez se relacionan más con su banco a través de 
internet y el móvil, por lo que utilizan mucho menos la oficina.
Por ello, los bancos han tenido que cerrar muchas oficinas. Pero
 además, cuando estos clientes móviles pisan la oficina, no quieren ser 
tratados como un número, porque van para operaciones importantes como 
créditos, hipotecas, inversiones, etc. Por ello está proliferando un 
nuevo concepto de oficinas, más grandes, conectadas, con horarios más 
amplios y un servicio más personalizado.
Algunos bancos, como Caixabank con sus Store o el Santander con las 
Smart Red, apuestan por el nuevo concepto de sucursales, pero a su vez 
están cerrando oficinas pequeñas para priorizar este tipo de servicio. 
Al final, la red se reduce, pero la idea es que esto no afecte al 
servicio, sino que éste mejore y sea multicanal.
 
 
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