MADRID.-  Las comunidades autónomas tendrán que  elaborar techos de gasto previos a sus presupuestos autonómicos  ajustándose a una regla de gasto adaptada a la normativa europea, y  serán sancionadas si no cumplen los objetivos fijados teniendo en cuenta  los criterios de "reincidencia" y la "gravedad" del incumplimiento.
   Así lo ha adelantado la vicepresidenta y portavoz del  Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al  Consejo de Ministros, donde ha explicado las líneas generales del  anteproyecto de la Ley Orgánica de Estabilidad y Sostenibilidad  Presupuestaria, que el Gobierno planteará el martes a las CC.AA.
   Según Sáenz de Santamaría, todas las comunidades tendrán que  ceñirse a esa regla de gasto a la hora de elaborar sus techos de gasto y  sus posteriores presupuestos autonómicos. "Será un elemento clave para  cumplir el objetivo de déficit", ha señalado la portavoz. 
   Así y siempre que se ajusten a dicha regla, cada comunidad  elaborará sus propias cuentas y decidirá a qué quiere destinar sus  presupuestos sin que el Gobierno interfiera en los mismos. Si luego hay  desviaciones, entrarán en juego los mecanismos correctores para  reorientar los objetivos y la implementación de sanciones si es  necesario. 
   Los mecanismos correctores, según la portavoz, podrían ser  reducciones "mínimas y obligatorias" referenciadas al PIB en los  presupuestos de las administraciones responsables. "Son mecanismos de  corrección casi automáticos", ha dicho.
   Por su parte, las sanciones tendrán en cuenta los criterios de  "reincidencia" y "gravedad", aunque Sáenz de Santamaría no ha explicado  que tipo de 'castigo' se puede poner a las comunidades que no cumplan  los objetivos fijados.
   Además, la norma reforzará los principios y criterios de  transparencia, ya que cada presupuesto autonómico deberá incluir la  equivalencia en déficit o superávit en términos de contabilidad  nacional, tal y como hace el Estado, y deberán recoger información  adicional sobre niveles endeudamiento y organismos y empresas públicas,  entre otras cosas.
   Al finalizar el periodo transitorio que marca la reforma de la  Constitución, a partir del año 2020, todas las administraciones deberán  presentar equilibrio presupuestario o superávit, de forma que el  déficit estructural no podrá superar el 0,4% del PIB y la deuda no podrá  superar el 60% del PIB regional, salvo en situaciones excepcionales.
   Estas son las principales líneas del anteproyecto de Ley que  el Gobierno llevará el martes al CPFF y después a la Comisión Nacional  de Administración Local para buscar "el máximo acuerdo y consenso" entre  todas las administraciones.
   Según la portavoz, la futura Ley va a ser un "elemento clave"  para el control de déficit, ya que la estabilidad y la sostenibilidad  son "esenciales" a la hora de construir una plataforma que permita  avanzar en la senda del crecimiento y del empleo. 
   Con la futura Ley, el Gobierno persigue tres objetivos:  garantizar la sostenibilidad de todas las administraciones, fortalecer  la confianza en las posibilidades de España y cumplir los compromisos  que se han asumido con Bruselas y que se tendrán que asumir.
   De hecho, el Ejecutivo ha incluido el concepto  "sostenibilidad" en el nombre de la Ley porque se trata de una norma que  tiene que buscar medidas a medio y largo plazo y no solo responder a  una situación coyuntural. "Hay que trasladar un mensaje de compromiso  con el control de déficit público general y permanente", ha dicho. 
   La portavoz ha repasado la reunión que mantuvo el ministro de  Hacienda, Cristóbal Montoro, con las comunidades gobernadas por el PP, a  las que trasladó la necesidad de cumplir los objetivos fijados y la  voluntad del Gobierno de trabajar para poder ofrecer soluciones a  problemas puntuales de tesorería y liquidez.
   Además, ha dicho que Montoro también ha hablado ya con los  consejeros económicos de otras comunidades autónomas para preparar la  reunión del próximo martes, en la que se abordarán todas estas materias.  De hecho, se analizará la situación de tesorería de cada comunidad para  trabajar "todos" en la resolución de los problemas.
   De la misma forma, se abordará la reducción del sector público  en las comunidades, ya que las primeras informaciones de los  ministerios no llegarán hasta finales de mes, la parte que corresponde  al ámbito del Estado.  
   Con todo, Sáenz de Santamaría ha trasladado la "voluntad  decidida" del Gobierno de llegar a acuerdos porque se trata de asuntos  que afectan a "todos". 
"Los ciudadanos reclaman un esfuerzo de  contención y austeridad", ha recordado, tras mostrarse convencida de que  se alcanzarán "acuerdos importantes" que permitirán volver a la senda  de crecimiento económico. 
 
 
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