MURCIA.- Los exámenes toxicológicos realizados entre enero y noviembre de 2019 a 27 conductores fallecidos en la Región revelan que 17 de ellos tenían presencia de tóxicos -alcohol (12), drogas (3) y alcohol y drogas (2)- lo que supone el 63% del total de personas analizadas.
 Entre
 los pasajeros fallecidos, se realizó el examen toxicológico a los tres 
fallecidos. De ellos, uno tenía presencia de alcohol, lo que representa 
un 33% de los pasajeros analizados. De los siete peatones fallecidos, se
 realizó examen a cinco de ellos, y uno de ellos tenía presencia de 
alcohol, lo que representa el 20%.
 Estos
 datos han sido revelados este lunes por la jefa provincial de Tráfico, 
Virginia Jerez, durante la presentación de la campaña de control de 
consumo de alcohol y drogas durante esta semana, que ha tenido lugar en 
la carretera RM-513 en Abarán.
 Además, la Delegación del Gobierno ha reseñado que 2.995 conductores dieron positivo entre las 217.562 pruebas de alcoholemia realizadas en lo que va de año 2019 en vías interurbanas de la Región, lo que representa un 1,37% del total.
 Esta
 cifra desciende significativamente en las campañas específicas de 
control de la tasa de alcohol y presencia de droga en conductores como 
la que se desarrolla entre este lunes y el próximo domingo.
 "El
 porcentaje baja considerablemente durante las campañas específicas de 
control, como la última que realizamos el pasado mes de junio, en la que
 la cifra fue del 0,73%, y por eso creemos que estas iniciativas 
conciencian, aunque las cifras de siniestralidad como consecuencia de 
consumo de alcohol y drogas sigue siendo alta", ha explicado Jerez.
A
 lo largo de esta semana, doscientos Agentes de la Guardia Civil de 
Tráfico, pertenecientes al Sector de Tráfico de la Guardia Civil de 
Murcia, controlarán en vías interurbanas en torno a unos 10.000 
conductores. Además, los cuerpos de Policía Local de los veintidós 
ayuntamientos adheridos a esta campaña efectuarán los controles en las 
vías urbanas de su competencia.
 Según
 datos del Observatorio Europeo para la Seguridad Vial (ERSO), alrededor
 del 25% de todas las muertes en carretera en Europa está relacionadas 
con el alcohol, mientras que sólo el 1% del total de kilómetros 
recorridos es conducido por personas con 0,5 gramos por litro de alcohol
 en la sangre o más.
 A medida 
que la concentración de alcohol en la sangre (BAC) aumenta en el 
conductor, la tasa de incidencia de accidentes también se incrementa. El
 aumento de la tasa de incidencia de accidentes que se deriva de un 
aumento de la tasa de alcoholemia es progresivo.
 En
 comparación con un conductor sobrio, la tasa de incidencia de accidente
 de un conductor con una tasa de alcoholemia de 0,8 g/l (siendo este el 
límite legal en 3 de los 25 estados miembros de la UE, mientras que en 
España es 0,3 g/l), es 2,7 veces mayor que la de un conductor sobrio.
Cuando
 un conductor tiene una tasa de alcoholemia de 1,5 g/l su tasa de 
incidencia de accidente se estima que es 22 veces mayor que la de un 
conductor sobrio.
 No sólo la 
tasa de incidencia de accidentes aumenta rápidamente con el aumento de 
la tasa de alcoholemia, el accidente también se vuelve más grave. Con 
una tasa de alcoholemia de 1,5 g/l la tasa de incidencia de accidentes 
de gravedad mortal es aproximadamente 200 veces mayor que cuando se 
trata de conductores que no han ingerido alcohol.
 
 
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