MADRID.- El mercado laboral perdió fuelle a lo largo del año pasado, pero 
consiguió remontar el vuelo en el cuarto trimestre de 2018. De acuerdo 
con la Encuesta de Población Activa, publicada recientemente por el 
Instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos doce meses se 
han creado 566.200 puestos de trabajo pero, además, hay que tener en 
cuenta que la generación de empleo se ha extendido entre dos terceras 
partes de las ocupaciones, publica hoy Expansión. 
Así, en el cuarto trimestre de 2018 hubo 56 
sectores que crearon empleo con respecto al ejercicio anterior, 
liderados por la educación, la construcción, el comercio y las 
actividades administrativas. En cambio, resulta reseñable que el turismo
 ha empezado a perder el pulso después de cinco años de fuerte 
dinamismo, lo que ha llevado a los hoteles y otros servicios de 
alojamiento a reducir su plantilla.
La educación es el subsector que más incrementa su plantilla en el 
último año, sumando a 111.200 trabajadores más que en el mismo periodo 
de 2017. Esto es, un avance del 8,7%. Este incremento no ha sido 
aislado, sino que ha venido sustentado en el tiempo a lo largo de los 
últimos años, aunque se ha disparado justo en los últimos tres meses. 
Además, este repunte en un sector que está eminentemente ligado a la 
contratación pública no es nada casual, ya que las Administraciones han 
incrementado sus plantillas en 105.200 puestos de trabajo a lo largo de 
los últimos doce meses, justo en vísperas del año electoral. Esto es, 
uno de cada cinco nuevos empleos.
De hecho, la mayoría de los 
sectores más vinculados a la contratación pública están entre los que 
más crecen este año. El caso más claro es el de la Administración 
Pública y Defensa; incluyendo la Seguridad Social, que gana 30.400 
trabajadores, aunque también la asistencia social en residencias 
incrementa sus efectivos en 34.500 personas, las actividades sanitarias,
 en otras 16.800; y los servicios postales, en 10.400. 
Finalmente, las 
bibliotecas, archivos y museos dan trabajo a 2.800 trabajadores más que 
en 2017, un incremento del 6,8%. En total, el aumento de la plantilla en
 la Administración ha sido de 136.300 personas, lo que supone el mayor 
incremento desde 2009. Aunque este tipo de ofertas de empleo suelen ser 
habituales en año electoral, las restricciones presupuestarias habían 
impedido este avance en 2011 y 2015.
Por otra parte, la construcción también ha sido determinante, con 
fuertes incrementos en sus tres áreas de actividad. Así, la construcción
 de edificios gana 80.400 ocupados, seguida de la construcción 
especializada (49.700 trabajadores) y la ingeniería civil (6.300). 
Estos
 incrementos se han sustentado sobre el aumento de la demanda de obra 
nueva, a raíz del agotamiento del stock de vivienda en cada vez más 
zonas de España, la creación de empleo en los últimos años y la mejora 
del acceso al crédito. 
Además, también el dinamismo de las 
inversiones industriales y de la obra pública han tirado al alza del 
sector, arrastrando también, como derivada, a las actividades 
inmobiliarias, con 24.800 nuevos ocupados, y de los servicios técnicos 
de arquitectura e ingeniería, que suman otros 13.200 trabajadores.
Por
 otra parte, el comercio también fue un importante foco de contratación 
que ha ayudado a dinamizar, como efecto secundario, el transporte. En 
concreto, el comercio minorista ha generado 70.100 puestos de trabajo 
entre el cuatro trimestre de 2017 y el mismo periodo del último año, 
mientras que la venta y reparación de vehículos ha aportado otros 11.500
 empleos. Todo ello ha redundado en el sector del transporte. 
Especialmente beneficiado se ha visto el transporte terrestre y por 
tubería, que gana 56.300 puestos de trabajo, aunque también el 
transporte aéreo ha incrementado su plantilla en 5.200 ocupados, seguido
 del marítimo (1.900) y el almacenamiento (800).
Servicios e industria
Además, también hay 
numerosos subsectores dentro del sector servicios que adquieren tamaño. 
Éste es el caso de las actividades administrativas de oficina (45.800 
nuevos trabajadores), los servicios de comidas y bebidas (24.000), los 
servicios a edificios y las actividades de jardinería (18.800), las 
actividades deportivas. recreativas y de entretenimiento (16.900) o la 
veterinaria (10.600). 
En esta lista, no obstante, destaca la ausencia de
 uno de los sospechosos habituales en la creación de empleo: los 
hoteles. Los servicios de alojamiento se dejaron 11.200 trabajadores el 
último año, lo que supone el primer retroceso en año y medio y el mayor 
desde 2013. 
Esto se puede achacar a la debilidad del turismo 
internacional este año, cuando el número de visitantes prácticamente se 
ha estancado por la pérdida de los turistas prestados desde Turquía y 
Egipto. 
Con todo, otras actividades relacionadas con el turismo sí están
 creciendo, como es el caso de las agencias de viajes y turoperadores, 
con 8.900 empleados más, debido al mayor gasto de los turistas 
españoles, dentro y fuera del país.
Por último, la industria está 
perdiendo el pulso del crecimiento, con la destrucción de 15.800 puestos
 de trabajo a lo largo del último ejercicio, algo debido en buena medida
 a la debilidad de las exportaciones por la ralentización del 
crecimiento global y a la escalada de los costes energéticos, que ha 
llevado al sector a perder competitividad internacional. 
Con todo, hay 
varias ramas de actividad que siguen tirando del carro del sector 
manufacturero, como son la fabricación de bebidas (13.600 nuevos puestos
 de trabajo en los últimos doce meses), los productos minerales no 
metálicos (8.500) y otras industrias manufactureras, donde se encuentran
 la joyería, los instrumentos musicales o los juguetes (también 8.500 
empleo).

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