MURCIA.-El intenso proceso de urbanización que ha sufrido La Manga del Mar 
Menor ha hecho desaparecer gran parte de las dunas, propias del litoral y
 su ausencia ha tenido como consecuencia el aumento de la erosión 
costera de las playas de esta zona. 
Así se desprende de una tesis de la Universidad de Murcia
 de Daniel Ibarra, presentada en noviembre de 2016 y consultada por 
Europa Press y que añade que en términos generales las playas más 
afectadas por la erosión costera en La Manga coinciden con las situadas 
próximas a los puertos, áreas en la que se producen discontinuidades en 
el transporte de sedimentos por parte de la deriva litoral como suceden 
en las playas de la Llana en San Pedro del Pinatar. 
Por lo que 
recomienda "tomar medidas para la protección de las dunas, en especial 
las situadas en el Parque de las Salinas de San Pedro, debido al valor 
ecológico que presentan y a su papel como moduladoras de la erosión de 
las playas con las que conectan". 
Según este trabajo, las dunas 
jugaron un papel importante acumulando el material sedimentario por 
medio de la acción eólica, manteniendo el equilibrio dinámico de La 
Manga. 
Destaca que el espacio era virgen hasta la década de 1960
 en la que La Manga se descubrió como un destino turístico y sufrió un 
acelerado proceso de urbanización, que supuso la destrucción de la mayor
 parte de los sistemas dunares y la consecuente transformación de las 
playas originales. 
Concretamente, señala que las variaciones 
temporales de las áreas de playas revelan una erosión costera 
generalizada desde 1956 debido al progresivo aumento de la superficie 
urbanizada a partir de la década de 1970, en la que se construyeron más 
de 4.000 viviendas. 
Así como pérdidas de 40 metros de anchura de
 playa en algunos sectores de la Ensenada del Esparto y playa Galua y de
 hasta 50 metros al sur de la gola de Marchamalo en el tramo de la playa
 del Barco Perdido, playa de las Amoladeras y playa de Levante. 
Como
 resultados de la investigación, se sostiene que en la actualidad el 
núcleo urbano de La Manga concentra una población de 3.000 habitantes 
que se multiplican en el periodo estival hasta superar los 200.000 y 
cuya evolución urbana ha sido "imparable" desde la década de 1970. 
De
 hecho, las zonas urbanas del cordón en el año 1956 se limitaban a algún
 edificio aislado, como el de las Encañizadas, que ocupaban una 
superficie de poco más de 1,8 hectáreas. En el periodo comprendido entes
 este año y 1981, La Manga fue rápidamente desnaturalizada, alcanzando 
las 300 hectáreas.

 
 
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