MURCIA.- La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación 'Bidón', ha detenido a cinco personas, trabajadores de la zona industrial del Valle de Escombreras, por la presunta comisión de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Los detenidos estarían relacionados con el tratamiento inadecuado de 
residuos, algunos de los cuales, como el amianto, suponen un riesgo 
tanto para la salud de las personas que los manipulan como para el medio
 ambiente por su alta toxicidad. 
En las dos inspecciones practicadas en las instalaciones, el Servicio de
 Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil ha tomado 
muestras y constatado la presunta comisión de varios delitos contra los 
recursos naturales y el medio ambiente.
La Guardia Civil ha constatado que gran parte de estos residuos eran enterrados después de ser manipulados por operarios de la empresa, obviando las medidas de seguridad e higiene exigidas para estos trabajos, y otros materiales líquidos eran evacuados a través de colectores de aguas pluviales al dominio público hidráulico.
La Guardia Civil ha constatado que gran parte de estos residuos eran enterrados después de ser manipulados por operarios de la empresa, obviando las medidas de seguridad e higiene exigidas para estos trabajos, y otros materiales líquidos eran evacuados a través de colectores de aguas pluviales al dominio público hidráulico.
El examen de los residuos ha determinado que, en algún caso, se trataba 
de asbesto (amianto), un mineral metamórfico cuyo uso está prohibido en 
la Unión Europea, y cuya manipulación puede derivar, según las 
autoridades médicas, en el desarrollo de enfermedades cancerígenas.
La investigación también ha puesto al descubierto que la empresa 'Befesa', empresa de gestión de residuos industriales, los recepcionaba para
 su tratamiento y percibía los correspondientes beneficios económicos 
por su gestión, aunque, en lugar de darles el tratamiento adecuado, 
generalmente su incineración, los fraccionaban con maquinaria pesada y 
los enterraban, evacuando los residuos líquidos a través de colectores 
de aguas pluviales y causando, de este modo, daños en la capa freática y
 en el medio ambiente. Se estima que la empresa investigada habría 
enterrado entre 4.000 y 5.000 bidones, cuyo peso aproximado rondaría las
 1.000 toneladas de residuos.
Las diligencias instruidas han sido ya puestas a disposición del Juzgado de Instrucción nº 5 de Cartagena 

 
 
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