MURCIA.- Los Gobiernos de Murcia y Comunidad Valenciana suscribieron 
este lunes una declaración conjunta sobre las bases sobre las que se 
debe regir el nuevo sistema de financiación autonómica, que esperan que 
la reforma se lleve a cabo este año y tenga una vigencia de cinco años. 
Así, la primera reunión de los expertos designados por las comunidades 
será este jueves.
Tras dejar claro que "es hora de cerrar este debate, que 
quizás ha durado mucho tiempo", dijo el consejero de Hacienda de Murcia,
 Andrés Carrillo, su homólogo en la comunidad vecina, Vicent Soler, dejó
 claro que "con los problemas de Cataluña o sin ella esto se va a atajar
 como sea, porque es un problema que afecta a todos y no hay excusa 
posible para no atajarlo".
"Ojalá entre Cataluña, pero esto se tiene que solucionar por
 encima de todo", manifestó Soler. Por su parte, Carrillo considera que 
"no es buena idea que haya conversaciones bilaterales, porque son 
competencias comunes".
Y es que, recalcó, "esto no es una guerra de Murcia y 
Valencia y no tiene que ser una disputa entre territorios", tal como 
recoge la declaración conjunta.
Soler confesó que la financiación "se tiene que cerrar este 
año, porque ese es el objetivo y es una asignatura pendiente, una 
oportunidad de repensar cómo financiar las administraciones públicas". 
El consejero murciano aseguró, igualmente, que "aspiramos a cerrar el 
diseño del modelo este año y haremos todo lo posible para que se 
culmine, aunque lo inteligente sería diseñar un modelo para mucho más 
tiempo".
Ambos consejeros denunciaron públicamente que el sistema "ha
 discriminado a Murcia y Valencia durante mucho tiempo y hay que tener 
alguna forma para solucionar esto, porque si no se hace se cerrará en 
falso el nuevo sistema y seremos, si no, esclavos de un pasado y para 
que este sistema se cierre bien hay que hablar de todo".
Sobre la deuda, el consejero de Murcia explicó que "el 
problema es que es inabordable ahora mismo, provocado por una 
infrafinanciación que no han tenido otras regiones y debe de abordarse, 
por eso, como un problema de estado".
Declaración conjunta
Esta declaración conjunta de sendos gobiernos sobre las 
bases de la reforma del sistema de financiación autonómica pasa, en 
primer lugar, por una recomendación de que no debe abordarse como "un 
debate de territorios, sino con el objetivo de mejorar el funcionamiento
 del estado del bienestar con independencia del territorio donde vivan".
"No debe suponer un conflicto entre regiones, porque ello 
alejaría los argumentos comunes para el acuerdo y la aprobación de un 
nuevo modelo, perjudicando principalmente a las comunidades de Valencia y
 Murcia", indica.
Igualmente, el manifiesto apuesta por "proporcionar una 
financiación suficiente para que las comunidades puedan prestar todos 
los servicios públicos de las que son responsables, con unos niveles de 
calidad adecuados sin incurrir en déficit".
Y es que, ha manifestado Carrillo, "en estos años de crisis,
 para poder mantener los niveles de calidad en educación, sanidad o 
servicios sociales las comunidades hemos tenido que hacerlo incurriendo 
al déficit y eso no puede seguir siendo así, porque tenemos que tener 
una financiación suficiente para todas las regiones".
Soler, por su parte, ha defendido la necesidad de construir 
un sistema que equipare los recursos a las distintas regiones, "por lo 
que no es admisible que existan diferencias en la financiación por 
habitante para gestionar el mismo nivel de competencias".
Igualmente, consideran que este sistema de financiación 
"debe aportar estabilidad a la financiación de la sanidad, educación y 
servicios sociales y debe existir, por tanto, una garantía dinámica de 
evolución que impida que los ciclos económicos disminuyan los recursos 
necesarios para la prestación de tales servicios".
Carrillo ha recordado que a partir del Pacto de Toledo el 
sistema de pensiones está "blindado", mientras que sanidad, educación y 
servicios sociales, los otros tres pilares del Estado del Bienestar, "no
 lo están y son competencias transferidas a las comunidades y esto hay 
que hacerlo también".
El punto quinto del manifiesto dice que "se debe asegurar el
 principio de lealtad institucional entre el Estado y las comunidades", 
así como que el nuevo modelo "sea sencillo, transparente y predecible y 
permitir la planificación a medio-largo plazo, porque permitirá la 
consolidación fiscal en las comunidades".
Soler ha recordado que Murcia y Valencia se encuentran entre
 las regiones "peor financiadas y con mayor déficit y son las más 
interesadas en la consolidación fiscal". "No debe ser tan obtuso como el
 actual", ha dicho.
Los gobiernos de sendas regiones han manifestado por la 
preocupación por los ciudadanos y, por ende, las administraciones 
locales. "Su calidad de vida depende de los servicios que presten unas y
 otras y en esta lógica de una distinción equitativa respecto de las 
responsabilidades de cada una de las administraciones, la necesaria 
complicidad con las administraciones locales es imprescindible", indica.
El último punto pasa porque "se aborde la problemática 
derivada de los déficit presupuestarios generados por la 
infrafinanciación autonómica y que se han reducido en un nivel de deuda 
difícilmente abordable". 
"Debe ser tratada y solucionada como un 
problema de Estado", ha advertido Soler.
En el encuentro, en el que también participaron los directores 
generales de Presupuestos de la Región de Murcia, Begoña Iniesta, y de 
la Comunidad Valenciana, José Moreno, se ha invitado a los expertos de 
ambas comunidades que participarán junto al Gobierno central en el 
diseño de la reforma del modelo de financiación autonómico.
El comité de expertos, que se reunirá por primera vez el próximo 23
 de febrero, se encargará de elaborar, en el plazo de seis meses, una 
propuesta sobre la reforma del modelo de financiación autonómica.