La noticia de un supuesto plagio en el libro
        publicado por el
        presidente Sánchez y Carlos Ocaña, basado en la tesis doctoral,
        en la portada del
        diario El País, y reproducido ese mismo día por eldiario.es, ha
        sido un jarro
        de agua fría y un aviso de que la crisis no ha cesado. 
Además, la frase lapidaria sobre que era
        “cutre” pronunciada
        por el socio preferente del presidente, Pablo Iglesias, anticipa
        un panorama
        nada estable y el inicio de toda una cacería parlamentaria al
        actual inquilino
        de la Moncloa, que con tan sólo 84 escaños propios está
        encadenado a lo que sus
        socios exijan en cada momento para mantenerlo en el puesto.
Cuando Albert Rivera le pidió que hiciera
        pública su tesis
        doctoral podría muy bien haber argumentado que estaba en su
        derecho de mantenerla
        privada. Pero fue precisamente Pablo Iglesias quien le aconsejó,
        exigió que la colgara
        en internet. Ahora se ve la jugada del líder de Podemos, que
        como buen conocedor
        del mundo académico, sabía de sobra que aquello sería letal para
        Pedro Sánchez
        y de esa forma recuperar votos prestados al socialismo.
Por otra parte, las sospechas de negocios
        entre la actual
        ministra de Justicia, Dolores Delgado, y el exjuez Baltasar
        Garzón amenazan con
        que las reuniones con el comisario Villarejo también la obliguen
        a dimitir, con
        lo que tendría tres ministros cesados en estos algo más de tres
        meses de
        gobierno. 
Y si añadimos que la ministra de Defensa, Margarita
        Robles, que
        controla el CNI, puede estar alimentando la hoguera, después
        sentirse
        desautorizada por Sánchez ante las cámaras de la Sexta, se
        entienden los
        nervios que se manifiestan en los pasillos de la sede de
        Presidencia. 
La prensa lleva ya semanas destapando gazapos
        no sólo de la
        tesis doctoral de Pedro Sánchez. La ministra portavoz, Isabel
        Celáa no da la
        talla los viernes cuando se enfrenta a las preguntas de los
        periodistas
        acreditados. Incluso las frases infantiles como que las bombas
        vendidas a los
        saudíes son tan inteligentes que no se van a equivocar y matar a
        los yemeníes
        dan la talla mental de la titular de Educación. 
Sus respuestas
        sobre que el
        informe elaborado por la Alta Inspección sobre el
        adoctrinamiento de los libros
        de texto en Cataluña, ha levantado ampollas y si la situación
        fuera otra, ya
        habría sido sustituida por otra persona más preparada.
En Moncloa están preparando a María Jesús
        Montero, actual
        ministra de Hacienda, para que sustituya a Pedro Sánchez en el
        caso de que no
        aguante más la presión sobre el plagio de su doctorado y decida
        dimitir sin
        convocar elecciones. 
El actual presidente, primero que ha llegado
        a la Moncloa
        desde el desempleo (rescatado por Ferraz cuando recuperó la
        Secretaría
        General), conservará su estatus de expresidente: sueldo
        vitalicio, coche oficial,
        chófer, secretaria y despacho. Además, podrá optar a un puesto
        en el Consejo de
        Estado, junto a Rodríguez Zapatero y María Teresa Fernández de
        la Vega.
(*) Columnista 

No hay comentarios:
Publicar un comentario