La ministra de Justicia Dolores Delgado no puede seguir ni un minuto 
más en el Gobierno de España por haber mentido sobre sus relaciones con 
el comisario Villarejo como ella, que es la Notaria Mayor del Reino así 
lo ha reconocido. Y por haber llamado de manera rijosa y despectiva 
‘maricón’ al juez Grande Marlaska, el hoy ministro de Interior y 
compañero de Gabinete de la ministra Delgado.
El ministro de Interior que generosamente ha quitado importancia al 
insulto de Delgado aparecido en una grabación de Villarejo durante un 
almuerzo en el que estaba presente el ex juez Baltasar Garzón, compañero
 de Delgado. Y en el que la ahora ministra, con gran desprecio a las 
mujeres, declaraba que ella prefería un Tribunal ‘presidido por tíos en 
vez de por tías’.
Si añadimos a todo ello que Dolores Delgado desamparó al juez Llarena
 del Supremo cuando se anunció la demanda de Puigdemont contra el juez, y
 que el presidente Sánchez le enmendó la plana diciendo que la defensa 
del juez es ‘una cuestión de Estado’, veremos que la situación de la ministra es insostenible y que su cese o dimisión debe ser algo 
inmediato.
De hecho dada su posición en la cúpula judicial de este país su caso 
es más grave que los ocurridos con los ceses de los ex ministros de 
Cultura, Màxim Huerta, y de Sanidad, Carmen Montón, por el impacto 
político y social de lo acontecido y por la dignidad del Ministerio de 
Justicia que preside Delgado.
La ministra reprobada en el Senado se niega a dimitir como lo 
reclaman la oposición de PP y C's y también Pablo Iglesias desde Podemos,
 así como los diferentes colectivos LGTB y también, de momento ‘bajo 
cuerda’, varios ministros y dirigentes del PSOE, porque Delgado ha 
echado por tierra el discurso feminista del Gobierno de Sánchez.
Además todavía faltan por conocerse las grabaciones, que saldrán, de 
las otras dos conversaciones y reuniones que Delgado mantuvo con 
Villarejo. Porque el comisario lo grababa todo y si aparecen los nuevos 
audios de esta ministra tan locuaz, el escándalo que inunda el debate 
político y las redes sociales crecerá de manera exponencial hasta que 
la ministra se vaya a su casa que es donde debería de estar ya.
El escándalo de la ministra Delgado ha dejado en segundo plano la 
encuesta del CIS que otorga al PSOE la victoria en unas posibles 
elecciones generales con un 30,5 % de los votos, seguido del PP con un 
20,8 %, C's con el 19,6 % y Podemos con el 16,1 %. 
Una buena noticia para
 Sánchez y mala para los demás, a pesar que el sondeo se hizo en días 
anteriores al debate del plagio de la tesis y libro de Sánchez, y antes 
también del cese de la ministra Montón y de la crisis de la ministra Delgado que acaba de empezar.
(*) Periodista

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