Todo el mundo sabe que El jueves 
es una revista de política ficción que nada tiene que ver con la 
realidad. Eso de que en España diluvie la mierda (otros, más finos, la 
llamamos ñorda) es una invención de jóvenes mentes calenturientas. 
- "Hágame caso, don Harpagón, son mentes delirantes. El director de ese pasquín, Guillermo Martinez-Vela está imputado por injurias a la policía
- "Pues ¿qué ha dicho, don Sigfrido?
- "Que la presencia de la policía había acabado con las reservas de cocaína en Catalunya"
- "¡Qué barbaridad! Pero, ¿acabado a lo bestia, como el gobierno ha acabado con la hucha de las pensiones?"
-
 "Tal cual, amigo Harpagón. Acostumbran a hacer mofa de la pareja real. 
Los tribunales los condenan, como debe ser en todo Estado de derecho en 
que la ley te protege por igual, aunque seas el Rey."
-
 "Como debe ser. Por eso han condenado también a Urdangarin. Aquí no se 
hacen distingos ni se toleran privilegios, don Sigfrido."
- "Por supuesto. "El Jueves" solo trata de vender ejemplares a base de inventarse escándalos y mancillar la imagen de la patria."
-
 "Menos mal que esta nada tiene que ver con ello. España es un Estado de
 derecho ejemplar, en el que nadie está por encima ni fuera de la ley, 
donde el que la hace la paga, los gobernantes dan cuenta de sus actos, 
la democracia funciona, los derechos se respetan, la corrupción se 
combate, el gobierno y la oposición son tan ejemplares que el uno sirve 
de modelo a la otra y viceversa. 
En fin, qué voy a contarle, amigo Sieg 
Heil. La prueba, en los hechos: a ver, echemos una ojeada a un día 
cualquiera de la vida nacional, en la dulce gobernanza del imperio de la
 ley. Por ejemplo, ayer. Léame las noticias."
- "El PP será juzgado por borrar los ordenadores de Bárcenas para destruir pruebas de la caja B.
 No es mala noticia, ¿eh, don Harpa? El partido del gobierno será 
juzgado por lo penal. El partido cuyo presidente (y antes secretario 
general y antes tesorero y antes chico de los recados) es también el 
presidente del gobierno, a su vez acusado de cobrar sobresueldos de esa 
caja B que se juzga. Cualquiera diría que esto es insólito..."
-
 "¡Bah! No sea ingenuo, amigo Sigfrido, lo que eso prueba es la división
 de poderes en España. A rajatabla, le digo: los jueces cumplen con su 
función porque son independientes."
- "Bueno, parece que la sala de la Audiencia Nacional presidida por nuestra querida Concha ha dado boleto al juez que pidió la comparecencia del presidente."
-
 "Claro, hombre, lo cortés no quita lo valiente. Los jueces son 
independientes y agradecidos. Ande, pase a otra noticia cotidiana."
- "Una genial: Francisco Camps, imputado en el caso de la Fórmula 1.
 Este es el de los trajes a medida y las mayorías absolutas. El alter 
ego de Rita Barberá con la que se fotografiaba en descapotables al mejor
 y más moderno estilo de la jet set de los noventa del siglo pasado."
-
 "¿Lo ve? Políticos populares, conectados con el sentir de la gente 
sencilla. Esas imputaciones son maledicencias de quienes quieren 
conseguir en los tribunales lo que no obtienen en las urnas. Y no me 
entienda usted mal: hablo de nuestras urnas, las legales, no esas urnas 
satánicas que sumnistró la masonería el 1 de octubre. Los políticos del 
PP calan en las masas porque salen de ellas, amigo Frido.
- "Como estos dos: La fiscalía pide imputar a Aguirre y Gallardón en el caso Lezo.
 Otra pareja emblemática. Los Camps/Barberá de la capital. La 
sandunguera manola y el agrio castizo marcándose un agarrao mientras en 
torno suyo se producían los casos más alucinantes de corrupción y saqueo
 que han visto los siglos, en los que estos entran y salen como los 
villanos en los melodramas o melorrobos."
-
 "Nada, hombre, no exagere. Asuntos de familia. Verá: como Botella 
quería ser alcaldesa, pero sabía que no ganaría unas elecciones ni 
contra un ornitorrinco, se colocó de segunda, después de Gallardón que, a
 su vez, quería ser ministro. Cosas de todos los días. En el PP somos 
una familia. Es más, somos el partido que defiende la familia, por eso 
pusimos a Gallardón en esa trinchera y por eso lo quitamos, porque 
quería volver a la época más dura del derecho de familia romano. 
Y en el
 PP somos conservadores progresistas. Y respetuosos con la división de 
poderes. El fiscal, independientemente del gobierno, pide imputar a 
estos dos dirigentes que estarán sin duda encantados de colaborar con la
 justicia. Basta que lo diga un fiscal...
-
 "Que ya es valiente, ¿eh, don Harpagón? La profesión de fiscal parece 
ser tan de riesgo como la de periodista de guerra. Hombre, mire, 
hablando de guerra, aquí tiene usted otra también normal, cotidiana: Rajoy no sabe por qué quitaron el nombre de un almirante franquista de su calle".
 Y tan cotidiana. Normalmente, Rajoy no sabe de qué le hablan: no le 
consta que haya asesinados en las fosas de las cunetas, no sabe quién es
 Bárcenas, ignora por qué llueve."
- "Usted lo dice, don Coleóptero, business as usual".
- Vale. Ese almirante, Salvador Moreno, militar golpista y ministro de Franco fue el que, desde el Canarias bombardeó en febero de 1937 a la población civil aglomerada e indefensa en la carretera de Málaga a Almería. La desbandá,
 con 4.000 muertos, notable hazaña militar que Rajoy no puede desconocer
 siendo residente en esa misma calle, ahora nombrada como Rosalía de 
Castro. Ya se sabe, entre las armas y las letras, los grandes hombres de
 Estado eligen las armas, entre otras cosas porque no hace falta hablar.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED 

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