CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco ha celebrado hoy la primera misa del año y ha 
alertado del "río de miseria" que crece en el mundo, provocado por la 
"maldad humana", la opresión, la violencia y la violación de los 
derechos fundamentales.
"Cada día, aunque deseamos vernos sostenidos por los signos de la 
presencia de Dios, nos encontramos con signos opuestos, negativos, que 
nos hacen creer que está ausente", ha señalado Francisco este primer día
 del año, cuando la Iglesia celebra la Jornada Mundial de la Paz.
El Pontífice ha denunciado que "la plenitud de los tiempos parece 
desmoronarse ante la multitud de formas de injusticia y de violencia que
 hieren cada día a la Humanidad". "A veces nos preguntamos: ¿Cómo es 
posible que perdure la opresión del hombre contra el hombre, que la 
arrogancia del más fuerte continúe humillando al más débil, 
arrinconándolo en los márgenes más miserables de nuestro mundo?", ha 
cuestionado.
Francisco también se ha preguntado "hasta cuándo la maldad humana 
seguirá sembrando la tierra de violencia y odio, que provocan tantas 
víctimas inocentes". 
"¿Cómo puede ser este un tiempo de plenitud, si 
ante nuestros ojos muchos hombres, mujeres y niños siguen huyendo de la 
guerra, del hambre, de la persecución, dispuestos a arriesgar su vida 
con tal de que se respeten sus derechos fundamentales?", ha dicho.
El Papa ha descrito este escenario como "un río de miseria alimentado
 por el pecado" y "en crecida" pero que "nada puede contra el océano de 
misericordia que inunda nuestro mundo". "Todos estamos llamados a 
sumergirnos en este océano, a dejarnos regenerar para vencer la 
indiferencia que impide la solidaridad y salir de la falsa neutralidad 
que obstaculiza el compartir", ha afirmado.
Francisco ha asegurado que, en este contexto, "donde no puede llegar 
la razón de los filósofos ni los acuerdos de la política, llega la 
fuerza de la fe" que, en su opinión, "siempre es capaz de abrir nuevos 
caminos a la razón y a los acuerdos".
La primera misa del Papa en 2016 comenzó a las 10.00 locales (09.00 
GMT) y se ha celebrado en la basílica de San Pedro del Vaticano, cuyos 
aledaños mostraban una fuerte presencia policial debido a la amenaza 
terrorista vigente en Europa.
La Santa Sede difundió el pasado 15 de diciembre el mensaje del 
Pontífice por esta XLIX Jornada Mundial de la Paz, que se desarrolla 
bajo el tema 'Vence la indiferencia y conquista la paz'. Francisco instó
 a los Estados del mundo a impulsar "gestos concretos" con los presos, 
los emigrantes y los parados y a favorecer las relaciones con otros 
países.
En este mensaje, que el Papa recuerda que "las guerras y los 
atentados terroristas, con sus trágicas consecuencias, los secuestros de
 personas, las persecuciones por motivos étnicos o religiosos, las 
prevaricaciones, han marcado de hecho el año pasado de principio a fin".
 
 
 
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