MURCIA.- El Ayuntamiento de Murcia acomete una inspección técnica integral de la lámpara monumental que luce en el Salón de Plenos desde 1925, con el fin de garantizar su correcta conservación, según informaron fuentes municipales en un comunicado.
La vicealcaldesa y concejala de Fomento y Patrimonio, Rebeca Pérez, ha supervisado este jueves los trabajos, que incluyen la revisión y supervisión de cada una de sus piezas de sujeción, cristales y engarces.
Pérez ha destacado que durante una semana se va a trabajar en todos los elementos del salón a cargo de diferentes profesionales, supervisados por una restauradora, incluyendo la lámpara que lleva 100 años presidiendo la estancia.
"Coincidiendo con el centenario, se llevan a cabo estos trabajos que permitirán documentar el número total de cristales y cadenas de cuentas, su disposición por anillos y tiras, y el estado de cada engarce o elemento de sujeción, evaluando si estos requieren de un reajuste, refuerzo o sustitución", ha matizado la vicealcaldesa.
Esto supondrá la creación de un censo detallado de cada una de sus piezas, incluyendo el recuento y documentación de todos los cristales, cadenas de cuentas y colgantes decorativos con plano fotográfico de referencia.
Fruto de esta inspección se realizará un informe técnico con recomendaciones de mantenimiento y periodicidad de revisiones que permitirá programar y acometer actuaciones de conservación preventiva en los próximos años.
Además de la inspección de sujeciones, se realizará una limpieza fina de la superficie vítrea y metálica de la lámpara, para lo que se empleará agua osmotizada y jabón neutro sin perfumes ni tensioactivos agresivos, aplicados de forma controlada y con secado inmediato.
El uso de agua osmotizada --purificada por ósmosis inversa-- evita la deposición de cal y sales minerales, no deja velos ni cercos sobre el vidrio, minimiza el riesgo de corrosión en elementos metálicos y respeta dorados, pátinas y acabados originales.
Estas actuaciones, ejecutadas por un equipo especializado en conservación y montaje de luminarias históricas, se realizan en el mes de agosto aprovechando la reducción de la actividad institucional, lo que permite trabajar en altura con seguridad y sin interferir en la agenda municipal.
La lámpara tiene tipología canastilla por la cúpula invertida que forman sus hileras de cristales, cuyo número, según los expertos, podría oscilar entre los 8.000 y 9.000.
Para ello se ha tenido en cuenta que cada tira
vertical posee entre 30 y 40 cuentas o prismas, existiendo entre 200 y
250 en la parte media e inferior, mientras que la canastilla o el faldón
inferior podría contar con entre 5.000 y 6.000 piezas.
La
lámpara, realizada en bronce y cristal, está compuesta de canopia
superior, fuste central, corona, cadenas de cuentas y colgantes,
engarces, armazón metálico intermedio colgantes en forma de lágrima o
almendra canastilla inferior y bola o piña.
Además de la
limpieza en la lámpara principal de la estancia también se ha procedido a
realizar trabajos extraordinarios de mantenimiento en todo el Salón de
Plenos, incluidas las dos pajareras abiertas al público para su
asistencia a los plenos municipales, las cortinas y las lámparas y
apliques de luz de la sala.
Asimismo, se ha procedido a pulir,
acristalar y limpiar todo el suelo, no solo de la zona del Salón de
Plenos, sino también de la Sala Corregidores, así como de la entrada al
edificio de la Glorieta de España.
La lámpara se integra en un conjunto de elementos singulares del
Salón de Plenos, en el que destacan también las vidrieras policromadas
de la casa Maumejean, que reproducen las Cántigas del Rey Alfonso X El
Sabio, La Virgen de la Arrixaca y la Virgen de la Fuensanta, así como el
escudo de Murcia.
Otros importantes elementos son el zócalo y
las pilastras del salón, que son de mármol rojo y las molduras, basas y
capiteles en pan de oro, y la claraboya central, de la que pende la
lámpara. En la ventana central y bajo la vidriera de la patrona de
Murcia se encuentra una capilla creada con vidrieras.
Además,
este lugar contiene dos importantes enseñas históricas de los siglos
XVIII y XIX. La primera de ellas es el conocido como Pendón Real, de
1789, elaborado por el artesano bordador Tomás Marqués de Fruísa en
damasco de seda y algodón y bordado en oro, plata y seda. Se realizó
para conmemorar la coronación de Carlos IV.
Este emblema era
portado por el Alférez Mayor del Reino y representaba al Rey en
proclamaciones reales y actos solemnísimos. El Pendón Real es un
privilegio concedido a la ciudad en 1266 por Alfonso X el Sabio y
confirmado por Felipe II.
La otra enseña es la coronela de
1808, realizada en tejido bordado en hilo de seda, que cuenta
con un escudo central de Fernando VII y cuatro escudos de la ciudad de
Murcia en los ángulos, siendo portada en la Guerra de la Independencia
por el Batallón nº 10 de Reserva de la Provincia de Murcia.
Para acometer la intervención se ha instalado un andamio de tres
módulos con plataformas de trabajo protegidas mediante barandillas
perimetrales, rodapiés y suelos antideslizantes, que permitirá a los
especialistas acceder con seguridad a toda la estructura sin alterar el
funcionamiento ordinario del edificio.
El área de trabajo se
ha acotado, protegido el pavimento y el mobiliario y se han dispuesto
recorridos seguros para el personal técnico.
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