MURCIA.- La Confederación Regional de Organizaciones Empresariales de Murcia 
(Croem) lamentó este miércoles que la reciente «debilidad» del 
crecimiento económico de la Región «ha llevado a poner el foco en otras 
pautas que se venían apreciando desde el inicio de la recuperación y que
 resultan ciertamente inquietantes y perturbadoras».
La más 
«inmediata», según la patronal, es la «incapacidad de la Región de 
converger con los niveles de bienestar del país». Si a comienzos de la 
década el Producto Interior Bruto (PIB) por habitante apenas 
representaba el 82,8% del nacional, en 2018 retrocedió hasta el 81,7%.
«La elevada tasa de paro estructural o los insoportables niveles de 
pobreza y exclusión refuerzan esa primera impresión», según Croem, que 
cree que puede que una parte de esa divergencia se deba a las 
«mejorables infraestructuras, la escasa inversión estatal en la Región o
 incluso a las deficiencias del sistema de financiación». 
Pero limitarlo
 solamente a esos factores «sería un excesivo ejercicio de 
simplificación», según la patronal.
A su juicio, «convendría 
analizar las razones últimas que explican por qué la Región no ocupa el 
lugar que debería en áreas como innovación, formación, progreso o 
productividad». En su opinión, «hubiese sido preferible afrontarlo 
antes, en una coyuntura más favorable, porque ahora se advierten signos 
más que evidentes de moderación del ciclo, que complicarán la tarea».
«Porque
 además hay riesgos inminentes e importantes, que marcarán la 
trayectoria de la economía», según la patronal, que estima que «se 
precisarán por tanto energías renovadas desde un espectro político 
nacional y regional que debería aportar estabilidad política e 
institucional, continuar con las reformas estructurales, analizar las 
causas de la 'excepcionalidad murciana' y tener una actitud preactiva 
ante los nuevas incertidumbres que se abren en un escenario 
internacional cada vez más convulso».
La Confederación lamenta 
que, cuando todo parecía indicar que la economía española afrontaría una
 desaceleración severa, los indicadores disponibles «revelan una 
resiliencia mayor de lo previsto». De hecho, lamenta que España «mantuvo
 una expansión más vigorosa que la de sus socios europeos».
Precisamente
 por ello, a Croem le sorprende que esta buena salud «no sea compartida 
por la Región de Murcia, que terminó el año con el comportamiento más 
discreto de las distintas autonomías». 
En concreto, explica que la 
economía murciana «mantuvo una tasa de crecimiento positiva, pero con un
 perfil mucho más contenido».
Así, su indicador más relevante, el 
Producto Interior Bruto, aumentó tan solo en un 1,5% frente al 3,1% del 
año previo y al 2,6% nacional, según la primera estimación del INE. Esta
 tasa ha «desorientado» a la mayoría de analistas, que esperaban cotas 
superiores, y resulta «alarmantemente baja», según Croem.
«Cierto 
es que la cifra podría mejorarse en las sucesivas revisiones que realiza
 el organismo estadístico, y que si se amplía el horizonte temporal, se 
constata que ya se suman cinco anualidades consecutivas en positivo», 
concluye.
 
 
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