MADRID.- La decisión de Ciudadanos, el emergente partido de centro español, de 
ampliar su alianza con el partido de extrema derecha Vox y con el PP 
para alcanzar acuerdos políticos en varias regiones españolas ha 
desatado las críticas internas en la formación. 
Ciudadanos, el tercer partido más votado en las recientes elecciones 
generales del 28 de abril y parte del grupo de los liberales europeos, 
acordó durante el fin de semana los órganos de gobierno de diferentes 
asambleas regionales, como Madrid y Murcia, con Vox y el PP fijando ya 
un claro bloque de derechas en la política española. 
El acuerdo 
tiene como objetivo bloquear a la izquierda y concretamente al PSOE, que
 fue el partido más votado en Madrid, y añade más presión al complejo 
entramado de negociaciones cruzadas después de que en apenas un mes se 
hayan celebrado elecciones generales, europeas, regionales y municipales
 en España. 
La portavoz socialista en el Congreso, Adriana 
Lastra, dijo en un tuit el miércoles que “con Vox, C's se ha convertido 
en la llave que abre la puerta de los gobiernos a la ultraderecha”.  
El
 ex primer ministro francés, Manuel Valls, que se presentó por el 
partido español a la alcaldía de Barcelona, también lamentó en la red 
social la decisión.  
“Pactos anunciados entre el PP y Vox en 
muchas ciudades...reuniones de líderes de partidos constitucionalistas 
con Vox ...¿normalidad democrática ?..o..¿normalización de un partido de
 extrema derecha ? ...no es lo mismo... y no puedo esconder otra vez mi 
gran preocupación”. 
Al menos otros dos altos cargos de Ciudadanos
 con los que ha hablado la agencia internacional Reuters han criticado esta decisión de sentarse a
 negociar con el partido de extrema derecha. 
El
 acercamiento a Vox llega después de que la ejecutiva de Ciudadanos 
decidiera por unanimidad la semana pasada que cerraría pactos de 
gobierno en regiones y ciudades de España con el Partido Popular como 
socio preferente, y que no entraría en Gobiernos con el partido de 
Santiago Abascal. 
“Los acuerdos de gobierno serán solo con PP o 
con el PSOE sin integrar otros partidos como Podemos, Vox o formaciones 
nacionalistas”, explicaba la dirección de prensa del partido naranja en 
un mensaje que hizo llegar a periodistas. 
Sin embargo, apenas una
 semana después, el líder de Ciudadanos en Madrid se vio con los 
representantes de Vox para alcanzar un acuerdo institucional en la 
Asamblea de la Comunidad de Madrid y también en Murcia. 
Albert 
Rivera, líder de Ciudadanos, intentó justificar el acuerdo asegurando 
que por el momento éste no es de gobierno y que solo se trata de un 
pacto parlamentario. 
“Ha entrado Vox finalmente en un acuerdo 
[...] pero no hay ningún documento de gobierno, ni acuerdos políticos, 
ni nada parecido, es una votación unipersonal para los diferentes cargos
 de la mesa. En la Junta de Andalucía lo hicimos, en Murcia lo hemos 
hecho y en más lugares de España”, dijo en rueda de prensa después de 
verse con el presidente en funciones, Pedro Sánchez.     
Rivera 
insistió ante las preguntas de los periodistas en que “las negociaciones
 de Gobierno no tienen que ver con las negociaciones de las mesas -los 
órganos de gobierno de los parlamentos-“ y que iba a cumplir con el 
“mandato” de su partido. 
El líder de la formación naranja quiere 
repetir el modelo de Andalucía -que tuvo elecciones anticipadas el 2 de 
diciembre- donde el PP negoció con Vox y Ciudadanos no se tuvo que dejar
 fotografiar con ellos. Vox además no entró en el Gobierno formalmente, 
aunque su apoyo es clave para sacar adelante leyes como los 
presupuestos. 
Pero
 Vox ha evolucionado desde aquel primer éxito electoral y rechaza apoyar
 un gobierno del PP y Ciudadanos sin sentarse a negociar directamente 
con los de Rivera. Vox reclama además entrar en el gobierno de Madrid. 
España
 es un país descentralizado donde las regiones tienen fuertes 
competencias -como la sanidad o la educación- y manejan amplios 
presupuestos, especialmente Madrid que es la región más rica de España. 
El
 sábado 15 de junio tienen que estar constituidos más de 8.000 
ayuntamientos en todo el país, incluidos los de Madrid y Barcelona, y 
quince días después los parlamentos regionales. Hasta entonces no se 
espera que avancen los acuerdos para lograr una investidura a nivel 
nacional para que Pedro Sánchez pueda formar gobierno. 
 
 
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