MADRID.- El
 AVE va rápido, pero no tanto como algunos piensan. Aunque las líneas 
españolas están diseñadas para que los trenes circulen hasta un máximo 
de 350 kilómetros por hora y la velocidad máxima operacional en el caso 
de algunos corredores es de 300 kilómetros por hora, la realidad es que la velocidad media real es muy inferior a ambos guarismos, según publica hoy La Razón. 
 Según los cálculos realizados por el Tribunal de Cuentas de la UE en su
 informe sobre la alta velocidad ferroviaria en Europa, los trenes AVE 
circulan de media al 47% de la velocidad para la que están diseñadas las
 líneas. 
El caso más flagrante es el de la línea Madrid-León, donde los 
trenes apenas alcanzan una velocidad media real de entre 135 y 164 
kilómetros por hora, entre el 39% y el 47% del máximo que permite el 
diseño. En el tramo fronterizo entre Figueras y Perpiñán, el porcentaje 
apenas llega al 36%. 
En el corredor más usado de la red española, el 
Madrid-Barcelona, la velocidad media oscila entre los 188 y los 209 
kilómetros por hora, entre el 54% y el 60% del máximo que permite su 
diseño. 
En el eje atlántico, preparado para velocidades de hasta 250 
kilómetros por hora, los trenes circulan a la mitad, 124. Y en los 
tramos del corredor de Galicia operativos, apenas circulan a entre 103 y
 110 kilómetros hora, si bien su actual tope operacional es de 200 
kilómetros.
El Tribunal de Cuentas europeo, 
que en su informe asegura que son cuestiones políticas y no económicas 
las que han guiado la construcción de la alta velocidad en Europa, 
apunta directamente a tramos como el Madrid-León como ejemplos de una 
cuestionable gestión financiera. 
En su opinión, «velocidades medias tan 
bajas con respecto a las velocidades de diseño indican que una línea 
convencional hubiese sido suficiente para alcanzar los objetivos 
establecidos». El tribunal asegura que las líneas donde la velocidad máxima es de 160 kilómetros por hora son al menos un 5%
 más baratas de construir que las que tienen límites superiores debido a
 cuestiones técnicas de diseño. 
También apunta que los corredores con 
tráfico mixto de pasajeros y mercancías, como el de Perpiñán, acaban no 
sólo ralentizando las velocidades de circulación sino encareciendo su 
coste. Según sus datos, son un 5% más caros que si sólo se utilizan para
 trenes AVE de pasajeros y hasta un 13% más costosos si la velocidad de 
los trenes se limita a 250 kilómetros por hora.
El
 informe de Bruselas, que considera que lo que se ha hecho en Europa es 
«un mosaico ineficiente de líneas nacionales mal conectadas», pone el 
foco también en que este diseño un tanto aleatorio va a impedir que se 
logre el objetivo de la Comisión de conectar la red de ferrocarriles con
 los principales aeropuertos en 2050. 
En el caso de España, asegura que 
«aunque la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona pasa cerca de los 
dos principales aeropuertos, no hay planes para conectarlos con servicios de alta velocidad».
 El exministro de Fomento Íñigo de la Serna había impulsado un grupo de 
trabajo con Aena y Adif para estudiar la posible conexión de la T-4 de 
Barajas al AVE aunque todos los planes que había en el Departamento van a
 ser revisados por el Partido Socialista.
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