MADRID.-  Comisiones Obreras y UGT se han abstenido de 
aprobar el Plan hidrológico de la demarcación del Ebro en el Consejo del
 Agua porque consideran que no persigue la gestión sostenible sino que 
"pretende mantener los intereses de la comunidad hídrica tradicional". 
   Así, consideran que el proyecto inicial era "más riguroso 
técnicamente" y contemplaba una mayor "vocación participativa", por lo 
que han optado por abstenerse en la votación. A su juicio, el plan es 
"poco realista", hipoteca a la administración pública e impide una 
política de aguas "racional".
   El Plan ha sido diseñado para conseguir su aprobación por la 
comunidad hídrica tradicional, regantes, hidroeléctricas, empresarios y 
organizaciones agrarias a los que se les ha asegurado las concesiones y 
todas las grandes obras de regulación que demandaban.
   Además, considera que las inversiones previstas y los empleos 
asociados son "insuficientes" para una buena gestión de los recursos y 
añade que los caudales ecológicos contemplados en el Plan son 
"insuficientes" para garantizar el cumplimiento de la Directiva Marco 
del Agua.
   Asimismo, critica que incluya infraestructuras que por falta de 
viabilidad fueron en principio desestimadas en el proyecto. Tampoco se 
tienen en cuenta las más de 40 autorizaciones de exploración de 
hidrocarburos no convencionales (fracturación hidráulica) solicitadas en
 la cuenca del Ebro cuyo impacto en las demandas y en la contaminación 
del agua pueden ser inabordables.
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