ALMERÍA.- La Fundación Cajamar ha elaborado un estudio sobre los cambios y  retos del mercado ganadero porcino que  representa el 2% del  PIB nacional, lo que convierte al paísen la cuarta potencia mundial en  este sector, según se deriva del análisis de datos sobre la producción y  comercio mundial de carne de porcino y la posición competitiva de  España. 
   De forma pormenorizada, los responsables del estudio, Mercedes  Teruel y David Uclés, desgranan a lo largo de las cincuenta páginas que  recogen este estudio los principales indicadores de actividad del  sector, la evolución de los precios, así como los cambios en el consumo y  las variaciones de demanda de la producción, entre otros aspectos  clave, según indica la Fundación en una nota.
   Así, España es la cuarta potencia mundial en porcino, aunque la  producción mundial de carne de este sector presenta una elevada  concentración, pues sólo China acaparó casi el 50 por ciento del volumen  total producido en 2009 (102.596 toneladas). Estados Unidos, Alemania y  España con cuotas más modestas del 10,2 por ciento, 5,1 por ciento y  3,2 por ciento respectivamente, ocuparon las siguientes posiciones. 
   Sin embargo, para relativizar los datos se ha optado por dividir  la producción entre la población de cada uno de estos países. En este  sentido, la posición de China pierde bastante peso, lo que explica  también en parte la posterior desaparición del país asiático del mapa de  los principales exportadores mundiales. De hecho, el primer puesto pasa  a ocuparlo Dinamarca, con más de 285 kilogramos de carne por persona.  En un segundo nivel productivo --entre 50 y 100 kilogramos-- se  encuentran Bélgica, Países Bajos, España y Alemania.
   Desde el punto de vista del comercio exterior, entre los cinco  mayores exportadores, cuatro son países europeos pertenecientes a los  primeros tramos de producción relativa --Dinamarca, Alemania, Bélgica y  España-- y que, junto con EEUU, aglutinaron casi el 70 por ciento de las  ventas mundiales en 2008.
   En el ámbito nacional, el valor económico a precios básicos de la  producción cárnica casi se mantuvo constante en el periodo 2000-2010,  siendo la variación media de 1,6 por ciento en el caso de la carne de  porcino. Entre todos los tipos de producción, esta última acapara el  mayor volumen de negocio con una cuota cercana al 50 por ciento,  situándose a continuación las carnes de bovino, avícola, ovino y  caprino.
   Asimismo, el estudio hace mención a la importancia de la  producción porcina en la rama agraria, que aglutina del orden de un  tercio de la producción ganadera y un 11 por ciento de la producción  agraria. Es decir, y como primera conclusión, el sector de la carne de  cerdo es uno de los principales del sistema agroalimentario español.
   En cuanto al volumen de ganado sacrificado, fue de casi 55  millones de ejemplares en 2010, lo que significa un descenso medio del  2,5 por ciento en el periodo 2005-2010. De todo el ganado, el porcino  junto con el equino han sido los que han registrado un leve aumento  --0,7 por ciento y 2,1 por ciento respectivamente-- frente a los  descensos del resto. En la composición del ganado total sacrificado, el  porcino es el más importante representando del orden del 73 por ciento.
   En relación a la distribución geográfica del número de cabezas de  ganado porcino, Lérida, Huesca, Zaragoza, Murcia, Barcelona y Segovia  son las regiones que aglutinaron en 2009 la mayor parte de la actividad  con un registro del 50,5 por ciento, si bien, cabe distinguir las  diferencias que existen entre ellas, oscilando las cuotas entre un 13,7  por ciento y un 6,8 por ciento. Otras provincias representativas son  Badajoz, Teruel, Toledo y Gerona, las cuales acapararon en conjunto el  15,4 por ciento.
   Otra variable relevante es la concerniente a la actividad  productiva a nivel territorial en términos de sacrificio de cabezas de  ganado porcino y que, como era de esperar, tiene un elevado grado de  correlación con el anterior, aunque en este caso ponderan de forma  significativa tanto la presencia de importantes mercados de consumo y  como la existencia de industrias cárnicas. Las cuatro provincias más  importantes son Barcelona, Gerona, Murcia, Lérida y Málaga, que  aglutinaron una cuota conjunta del 54,4 por ciento, aunque las dos  primeras presentan una destacada ventaja sobre el resto, con una  participación del 20,1 por ciento y 16,4 por ciento respectivamente.
   En términos de comercio exterior, las exportaciones de carne de  porcino en volumen durante el periodo 2000-2010 han registrado un  crecimiento acumulado del 167,6 por ciento, en tanto que las  importaciones han descendido un 3,4 por ciento. En términos monetarios,  el periodo arrancó con unas exportaciones de 591,3 millones de euros,  que fueron creciendo a un ritmo medio anual del 11,5 por ciento hasta  situarse en 1.761,5 millones de euros en 2010.
   De forma paralela a lo sucedido con las toneladas, la cuantía de  las importaciones se ha reducido a un ritmo medio del 1,3 por ciento,  disparando la tasa de cobertura hasta alcanzar un 1.291,1 por ciento.  Asimismo, y reiterando algunas de las características ya comentadas al  respecto de la competitividad de este sector en España, las  exportaciones de porcino suponen alrededor del 60 por ciento de las  exportaciones totales de carne de España.
    Por lo que respecta a los mercados de destino, las exportaciones  de carne de cerdo están muy concentradas, siendo los cuatro principales  destinos Francia, Italia, Portugal y Alemania. Asimismo, las  exportaciones de jamón curado presentan una elevada concentración en los  cuatro países citados, además de Bélgica. En ambos casos, el mercado  más importante es el de la Unión Europea que representó entre el 81,7  por ciento y el 89,4 por ciento.
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