Caja Murcia es una de las cuatro entidades con las que trabajaba Riviera, aunque ha sido la única que ha mostrado su pretensión de ejecutar las hipotecas. Los afectados compraron apartamentos que previamente había hipotecado Riviera con el compromiso de que las cancelaría. Compromiso que se incumplió.
El acuerdo con Caja Murcia afecta a entre 180 y 200 viviendas y a una cantidad que supera los dos millones de euros, según explicó el abogado de los afectados, José Luis Escobar.
La deuda máxima de cada comprador no supera los 40.000 euros. Los afectados desconvocaron las protestas previstas, aunque no retiraron la denuncia presentada ante la Guardia Civil contra Caja Murcia.
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