
Los políticos murcianos en el poder están notando la venganza de la Naturaleza tras haber sido atacada por la codicia de quienes les promocionan y financian campañas electorales desde el cemento y el ladrillo. La desprotección de tantas miles de hectáreas en la Región de Murcia y una más que agresiva Ley del Suelo regional en los últimos cinco años ha sido suficiente detonante como para que la madre de todo exija lo suyo a unos seres tan depredadores.
Parece como si los hubiese vueltos locos a tenor del ambiente tenso, crispado y desquiciante que reina en el Palacio de San Esteban de un tiempo a esta parte así como en altos despachos de la “Caja” y de la patronal fascista desde donde se dicta al Presidente todo, absolutamente todo, lo que tiene que hacer a cambio de la quincalla de una inmerecida medalla.
Para eso está. ¡Qué se creía!
Pocos saben que la pena de muerte para la Marina de Cope la dictó Egea, el “gran hermano” de la provinciana política que nos asquea y rebota a la mayoría, y en contra de todos los criterios imaginables del Consejo Jurídico Consultivo.
En esos despachos todo el mundo anda a gritos de la mañana a la noche como si de posesos se tratase. Ante el temor al derrumbe próximo de todo el entramado consejeros como Cierva han optado por dedicarse a negocios de bienes raíces en su bellísima comarca de los Vélez, Lorca y Cartagena. El velezano mantiene desde hace pocos meses una mirada extraña y una expresión creciente de incoherencia aunque no renuncia a los viejos placeres probados desde sus tiempos de la Gran Vía. No se esconde. Es un clamor su historia en las tardes capitalinas. El medio físico ya le pasa factura y dicen que por eso le cuesta mucho concentrarse.
Es algo parecido a lo sucedido a Marqués pero éste con el “footing”. Ambos pueden haber pagado un alto precio en salud por haber querido aniquilar el medio natural murciano desde su insignificancia humana frente a la Creación. El turolense tiene ahora un rictus raro en la cara y está más que inquieto como director general de “Hefame” tras su enfrentamiento con varios gerentes territoriales a los que ha despedido en medio de su nerviosismo por el cerco policial y judicial en torno al pelotazo de La Cerrichera. Ha pasado de ser el “delfín” a ser casi un apestado en la tierra que le acogió para curar cerdos por ser veterinario.
Mención aparte merece el de Aledo y amigo personal del presidente por poseer éste allí una finca. Ya se atormenta por el pulso echado a Sierra Espuña. Sabe que la Naturaleza termina pasando factura a nuestra conciencia y a nuestra mente. Para muestra ahí está el alcalde de Ulea mordiendo a viejos por las calles. Atacar a lo que nos cobija es una actitud de suicidas. Ya lo están pagando con tanto temor a su incierto destino. La Tierra no sólo es propiedad de la generación que está viva sino el legado recibido de Dios para encomendarlo a las nuevas generaciones.
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4 comentarios:
Impagable.
Querido Paco: Nunca hasta ahora se había escrito una cosa que ennobleciera tanto la práctica del Periodismo en Murcia. Este artículo tuyo merece el I Premio Larra del Periodismo Murciano. Felicidades. Tu amigo y compañero, Paco Martínez.
Si se construye lo que se comenta por la zona Aledo sera el primer pueblo de la región cuya identidad secular quedara destruida para siempre. Una verdadera pena para los que nos gusta pasear por alli.
tomemos el poder, ostia.aparte de anonimo, pobre, jarto de trabajar
y estos mierdas chupando del bote,
y mis jefes me dicen a escondidas el rojo, pues que les jodan que no soy rojo, soy incandescente.cnt/ait
libre ,ya!.
post datan ellos si viven en v.p.o.
y yo de alquiler y tienen + de 30 trabajadores con una facturracionj de + 1 millon y sin contar el B
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