MADRID.- El Ministro de la Secretaría Nacional del  Migrante (Senami) del Gobierno de Ecuador, Francisco Hagó, afirma que  con la crisis, se está produciendo un fenómeno de "remesas inversas" por  el que sus emigrantes retiran ahorros y venden sus propiedades para  "afrontar gastos corrientes" como el alquiler, la hipoteca o incluso la  alimentación, y poder así seguir viviendo en España. 
   Hagó ha explicado que los  emigrantes "siempre se han preocupado de mantener las remesas al  Ecuador", pero esta realidad "ha cambiado" y no sólo porque desde 2009  el flujo de dinero que entra en el país de la emigración se haya  reducido progresivamente. 
   "En los últimos tres años nuestros migrantes están sacando sus  ahorros y se los están llevando al primer mundo, a España, para poder  afrontar sus gastos corrientes, y también están vendiendo las  propiedades que adquirieron en Ecuador fruto de los ahorros de su  estadía en el exterior", ha señalado.
   Hagó se refiere especialmente a las provincias de el Cañar,  Azuay y Loja, las tres de Ecuador que registran un mayor índice de  emigración, donde viven "más adolescentes que adultos" por el vacío  demográfico que dejó al marcharse la población activa, y donde "casitas  de madera, muy sencillas y muy humildes", conviven con los edificios de  cemento con tres plantas de altura y ornamentación construidos desde  España o Estados Unidos por los vecinos que emigraron. 
   "Notamos que el anuncio de 'se vende' está en la ventana de  estas propiedades y que están en venta durante algunos meses. Sabemos  que pertenecen a los migrantes porque incluso no están ocupadas, ya que  hay familias en España que construyeron su casa para el retorno y nunca  llegaron a habitarla. Ahora notamos que están en venta y vemos de manera  directa un cambio en el mercado inmobiliario, porque no hay nadie que  las compre", ha apuntado el ministro. 
   La Senami no tiene una cifra de cuánto capital podría estar  saliendo del país con destino a los emigrantes que residen en España, ya  que "se mezclan con salidas de capitales que pueden deberse a otros  motivos", como desinversiones de empresas europeas, pero tiene  constancia de que existen "estas operaciones" y muchas las conoce de  primera mano por la asistencia que presta a los expatriados. 
   Sobre este asunto, Hagó ha destacado que desde 2010 y hasta la  fecha "cerca de 10.000" ecuatorianos se han acogido al retorno  voluntario desde España. Además, la cifra de compatriotas que la Senami  ha atendido en el país ha ido "en franco incremento" a medida que se  agudizaba la crisis económica y crecía la tasa de paro entre el  colectivo inmigrante, un índice que actualmente supera el 32%. 
   "En 2008, cuando abrimos nuestras oficinas de la Senami, se  acercaron poco más de 2.000 personas. En 2009, hubo un incremento de más  del doble, unas 5.700 personas que se acercaron por motivos diversos.  En 2010, bajó a 3.700 pero en 2011 atendimos directamente más de 11.000  ciudadanos residentes en España", ha señalado.
   El ministro ecuatoriano destaca especialmente el número de  casos atendidos de personas en situación de vulnerabilidad, que "se han  disparado completamente". Mientras en 2009 prestaron asistencia a 650  ecuatorianos que se encontraban en estas condiciones en España, en 2011  fueron más de 2.800 personas las que acudieron a la Senami en busca de  ayuda. 
   No obstante, Hagó, que emigró de joven a Estados Unidos y tras  una prolongada estancia consiguió una beca que le permitió licenciarse,  reconoce que pese a la situación muchas veces precaria de los  emigrantes, sus hijos en Ecuador siguen con la idea de emigrar, al igual  que muchos de los adolescentes que viven en el país. 
   "Son varios los fenómenos que notamos. Por un lado, tenemos  adolescentes cuyo objetivo principal no es desarrollarse en el país sino  que, con justo derecho, están buscando la reagrupación familiar para  reunirse con sus familias, necesidad que es regulada por los países  donde sus padres están, pero hay ese deseo muy presente en nuestros  jóvenes, que a penas se acercan a los 18 años su principal objetivo es  migrar a España", ha señalado.
   Por otro lado, están los pre adolescentes, protagonistas de  "problemas sociales" que han suscitado la "preocupación" del Ejecutivo  ecuatoriano, ya que "se encuentran a cargo de sus abuelos porque sus  padres son migrantes y además, tienen un ingreso económico peremne", con  una capacidad adquisitiva que, según explica Hagó, "muchas veces es el  equivalente al salario mínimo de un trabajador". 
        "El incentivo de continuar educándose o de adquirir un  conocimiento profesional va decreciendo porque a los 18 años lo que  están pensando es en migrar a España y tampoco tienen un incentivo  económico, porque si están recibiendo remesas, trabajar no tiene  sentido", ha lamentado.
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