Así lo ha explicado el director general de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), José Antonio Pastor, quien ha indicado que este año que ahora acaba "no ha sido muy positivo", pero ha destacado que, aún así, cuando llega la Navidad el juguete se convierte en un bien "básico e indispensable".
En este sentido, ha incidido en que la campaña de Navidad en España "sigue siendo muy concentrada", puesto que se desarrolla "en tan solo unas tres semanas", lo que hace que el mercado nacional sea "el más estacional de la Unión Europea".
Así, ha apuntado que la semana de Reyes es la que puede hacer "crecer o decrecer un 1%" con respecto al ejercicio de todo el año, dependiendo de "si va bien o mal" el volumen de ventas en esos días. "Nos lo jugamos todo en unas pocas semanas", ha afirmado.
La campaña de Navidad es "fundamental" para un sector juguetero que ha tenido que hacer frente a varias crisis desde la aparición de la pandemia de coronavirus en 2020, seguida de una importante crisis de suministros, hasta el actual contexto inflacionista y de conflictos bélicos en Europa y Oriente Próximo.
"Vivimos en un mundo globalizado y cualquier cosa en cualquier parte del mundo te puede paralizar el comercio mundial. Situaciones que no se pueden prever y que dificultan mucho la gestión en sectores tan estacionales como el nuestro, en los que estás fabricando y almacenando todo el año para venderlo en muy pocas semanas", ha comentado Pastor.
La subida de precios es otro de los factores que marca la campaña navideña de 2023 en el sector juguetero, un año que los fabricantes califican de "complejo".
"Estamos intentando adaptarnos a la nueva 
realidad del mercado porque las circunstancias son las que son y hemos 
ido adaptando nuestra producción a este nuevo escenario", ha explicado 
por su parte el consejero delegado de la marca de juguetes Injusa, 
ubicada en la localidad alicantina de Ibi, Luis Verdegal.
   
Desde AEFJ cifran el índice de precios al consumo (IPC) del juguete del 
mes de octubre en una subida de un 0,8%, frente a los datos del IPC 
general que llega hasta un 3,4%, por lo que estaría "muy por debajo del 
resto del mercado".
   Aún así, desde el sector afirman que han 
tenido que hacer "esfuerzos para contener la subida de precios" y 
ofrecer un producto competitivo en un contexto económico "difícil" para 
la familias, y así fomentar que "ningún niño se quede sin sus juguetes 
bajo su árbol de Navidad".
   Por ello, han remarcado que en 
estas fechas los juguetes se convierten en un bien "básico, 
indispensable y necesario" en hogares donde hay niños. Algo que puede 
ayudar a mover el consumo e incrementar ligeramente las ventas en las 
últimas tres semanas de campaña, en la que solo en la semana de Reyes 
puede acumular el 10% de las ventas anuales.
   En la fábrica de juguetes Injusa, en Ibi, aseguran que la campaña de 
Navidad de este año se está retrasando "mucho más" con respecto a años 
anteriores, a lo que se suma unas ventas contraídas debido a un 
presupuesto menor entre las familias que les aleja "mucho" de niveles de
 ventas prepandemia.
   "Para nosotros no es viable aplicar la 
subida de precios a nuestros productos porque las ventas caerían 
sustancialmente. Lo que intentamos hacer es, de algún modo, optimizar 
mucho más nuestros procesos para intentar mantener el precio o que la 
subida sea mínima", ha explicado el consejero delegado de Injusa.
   Por lo que ha considerado que este año es un ejercicio "de aguantar, 
de acabar lo mejor posible y enfrentar el 2024 con más ganas y con más 
productos", ha comentado Verdegal, al tiempo que ha señalado que su 
empresa exporta "el 80% de todo lo que lo que fabrica", en países donde 
"no están exentos de la situación actual".
   El sector del 
juguete ha notado una tendencia de consumo "muy retraída" en países de 
la Unión Europea, como Francia, Alemania y Reino Unido, así como en 
Estados Unidos. Un comportamiento que puede hacer que las exportaciones 
"acaben en un 2% o un 3% en negativo", según ha apuntado el director 
general de AEFJ.
   Este
 año se mantiene la tendencia de ventas de muñecas, un "clásico" de las 
Navidades en el mercado español, seguido de los juegos de construcciones
 y los juegos de mesa, que mantienen su posicionamiento en el mercado 
tras la pandemia. "Parece que hemos redescubierto el placer de jugar en 
familia", ha afirmado Pastor.
   En este sentido, uno de los 
segmentos de población, los 'kidults', juegos orientados a personas 
adultas que "siguen siendo niños", mantiene su tendencia al alza y ya 
representa el 25% del total del mercado de España.
   Respecto al
 impacto medioambiental, desde la AEFJ han puesto en valor "los 
esfuerzos para adaptarse a todas las legislaciones", desde los procesos 
de embalaje y los materiales empleados, puesto que se han mostrado "muy 
conscientes" de que "no hay un planeta B".
   "Está muy 
interiorizado, y en el ADN del sector, la sostenibilidad en todos los 
sentidos por lo que estamos realizando campañas para reciclar y 
compartir juguetes para que tengan una segunda vida", ha recalcado 
Pastor.
   Así, el sector sigue investigando la manera de 
disminuir el impacto medioambiental de sus productos y en el caso de 
Injusa, desde hace un año y medio, ya han empezado a fabricar juguetes 
que incorporan una mezcla de plástico y cáscara de almendra.
   
Sin embargo, desde esta empresa alicantina han asegurado que pese a que 
hay una demanda creciente de este tipo de productos, eso luego no se 
traduce en las ventas porque "al final este tipo productos conllevan una
 serie de inversiones y un incremento en el precio". 
"De cara a la galería hay mucha preocupación por la sostenibilidad, pero cuando en una tienda tienes que pagar más por un producto sostenible, pues la venta se contrae", ha señalado Verdegal.

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