CARTAGENA.- Algunos voluntarios de Cruz Roja 
Cartagena - que desde mediados del pasado mes de agosto preside el 'cartagenerista' Andrés Ros- han manifestado su descontento con la gestión que desde hace 
un tiempo a esta parte se viene produciendo de la organización sin ánimo
 de lucro en la ciudad portuaria. 
 Y
 es que, según explican varias de las personas que forman parte de la 
sede con la que la entidad cuenta en Cartagena, desde hace tres años y 
coincidiendo con la entrada de Faustino Herrero en la presidencia de la 
organización a nivel regional se han producido multitud de cambios en el
 funcionamiento y la jerarquía de Cruz Roja en Cartagena.
«Antes las decisiones que tenían que ver
 con Cartagena las tomábamos en consenso desde aquí», afirman los 
voluntarios, «sin embargo, ahora todo pasa por el filtro de Murcia, que 
desconoce en la mayoría de ocasiones cuáles son las necesidades que 
tiene nuestra ciudad». 
 Del 
mismo modo manifiestan que cada vez cuentan con menos «poder» a la hora 
de gestionar tanto las actividades que se llevan a cabo por parte de 
cada uno de los distintos departamentos, así como los roles que cada 
voluntario ejerce a pesar de «regalar su tiempo a la entidad de manera 
altruista», protestan los voluntarios. 
 Muchos
 compañeros han dejado de participar activamente en la organización, al 
observar este «cambio en la manera de hacer las cosas», explica parte 
del voluntariado. Según indican, algunos de ellos sí que se han dado de 
baja, mientras que la mayoría consta a día de hoy como voluntario de la 
entidad, pero no acude a la realización de tareas por haber tenido 
alguna disputa con la directiva durante los últimos meses. 
Tal y como 
indican varios voluntarios, en estos momentos Cruz Roja ha tenido que 
contratar a personal para realizar las labores que hasta hace poco 
tiempo venían realizando los voluntarios porque «ahora son cuatro 
gatos», añadiendo que los dos cambios de directiva que sufrió Cruz Roja 
en Cartagena en menos de un año también han sido determinantes para que 
gran parte del voluntariado tomase la decisión de dejar de colaborar con
 la entidad.
La situación ha 
llegado hasta el punto de que, tal y como cuentan miembros de la 
organización en la ciudad portuaria, «durante una de las últimas 
campañas de recogida de alimentos de Cruz Roja, al no contar con los 
voluntarios suficientes para realizar el reparto de los alimentos del 
vehículo que los transportaba, el camión tuvo que regresar hasta 
Barcelona con comestibles en su interior que estaban destinados a 
personas necesitadas del municipio de Cartagena», según se revela hoy en La Opinión.

 
 
2 comentarios:
Lo que procede ahora son varias auditorias, una de cuentas como mínimo para confirmar que todo está en orden y no ha lugar a comentarios
Hay un sector que ha tenido problemas y dos ejecutivas anteriores que se han marchado y están mandando comunicados para meter mierda.Esta información no va en contra de la presidencia actual y lo del camión de Barcelona es mentira.
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