ALMERÍA.- Almería es una ciudad marcadamente desigual. Depende de dónde se 
viva, así se ingresa y viceversa en una especie de ciclo de difícil 
ruptura. Una nueva estadística de carácter experimental creada por el 
Instituto Nacional de Estadística (Atlas de distribución de renta de los
 hogares, la han denominado) permite observar claramente cuán diferentes
 son los niveles de vida de los vecinos almerienses apenas cruzando de 
acera en una calle de cualquier barrio. Tan marcadas son estas graves 
diferencias de renta entre hogares que apenas distan unos metros que 
pueden llegar incluso a ser cinco veces superiores de un barrio a otro, relata hoy Ideal.
La distancia más radical para los presupuestos familiares 
almerienses de todas las que se dan en la ciudad es la que existe entre 
los vecinos de la zona conocida como El Cerrillo del Hambre, en la parte
 alta de Pescadería, y los que residen en la zona de 
Mediterráneo-Oliveros en torno a la Parroquia de Santa Teresa. 
Los 
primeros tienen unos ingresos medios por hogar que no llegan a los de un
 mileurista: 10.888 euros por familia. Los segundos casi multiplican a 
sus vecinos por cinco y sobrepasan con creces los 50.000 euros por 
núcleo familiar: una renta ya de por sí muy superior incluso a la de la 
capital de provincia más rica del país: San Sebastián (41.167 euros por 
hogar).
Para efectuar este análisis, el INE ha utilizado la 
distribución territorial por secciones censales: unidades inferiores al 
municipio con entre 1.000 y 2.500 residentes. Y con ellos se puede ver 
la desigualdad territorial desde un punto de vista muy amplio. De hecho,
 más allá de esta distancia abismal entre Pescadería y Oliveros, los 
datos de la explotación estadística estatal permiten observar en la 
distribución territorial de la renta media por hogar que la desigualdad 
es generalizada y se asienta en una marcada concentración de las zonas 
de elevada renta en cuatro áreas específicas del término municipal 
(Centro, Nueva Andalucía-Diezmo, Nueva Almería y 
Villablanca-Torrecárdenas). 
Mientras tanto las zonas de baja renta se 
encuentran mucho más dispersas por el resto del territorio municipal con
 más peso en la corona noroeste (Pescadería-Chanca, San Cristóbal, 
Fuentecica y Quemadero) y algunas islas como el Barrio Alto, Piedras 
Redondas, Los Almendros y El Puche.
Afortunadamente, Almería no es la ciudad más desigual de 
España -pese a los fuertes contrastes que se ven en la distribución 
territorial de la renta-. Otras grandes ciudades del país aún están 
mucho peor. Es el caso de Madrid. Allí el barrio más rico supera en seis
 veces al más pobre.
Otros indicadores
La estadística del INE nos permite observar también algunos 
indicadores de desigualdad de radical importancia, como el componente de
 la nacionalidad en el reparto de la riqueza. El 47% de los ciudadanos 
almerienses de nacionalidad extranjera tienen ingresos por unidad de 
consumo un 40% por debajo de la media. 
Esta cifra es de apenas el 14,8% 
en el caso de las personas de nacionalidad española. Además, esta 
desigualdad por sectores de población afecta levemente más a los varones
 que a las mujeres (con distancias, en cualquier caso, inferiores a un 
punto).
No obstante, y más allá de la renta, la estadística 
experimental también permite observar otros puntos de desigualdad social
 en Almería. Como el hecho de que la zona con más edad de los residentes
 es el entorno de la plaza de San Pedro (49,6 años de media) y que la 
zona con los vecinos más jóvenes es la del barrio de Los Almendros (29,1
 años de edad de media). Los Almendros es, asimismo, la barriada con más
 vecinos menores de edad (un tercio, el 33,3%) frente al entorno del 
Mercado Central de Abastos, en donde apenas uno de cada diez residentes 
es aún menor de 18 (el 11,9%).
De otra parte, la zona en la que las familias son más 
numerosas de toda la capital almeriense está en El Puche. Concretamente,
 en El Puche Norte, conocido popularmente como 'Los pisillos', con más 
de cuatro residentes por domicilio (4,43). También se observa el número 
de hogares unifamiliares existentes por cada una de las zonas en las que
 se distribuye la población almeriense. 
Y es el entorno del Hotel Elba, a
 ambos lados de la calle Fray Juan de Portocarrero, en donde hay menos: 
apenas el 12,1% en una zona de viviendas adosadas de entre dos y tres 
plantas. Al otro lado del fiel de la balanza se encuentra, de nuevo, el 
entorno de la plaza de San Pedro: dos de cada cinco hogares están 
conformados solo por una persona.

 
 
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